Bajo el título de “Fabricaciones Militares: ¡La Industria Nacional que forjó un país!”, los trabajadores del establecimiento produjeron un documento que hicieron entrega al presidente del PRO, Juan Zazzetti, para acompañar su pedido de mantenimiento de los puestos de trabajo
La Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM) fue creada el 9 de octubre de 1941, a partir de un par de fábricas militares contruidas por el general Manuel Nicolás Savio, bajo la idea de que el Estado nacional motorizara, promoviera y planificara un desarrollo industrial equilibrado, a partir de la provisión de materiales e insumos para la defensa.
También promover el surgimiento de sectores estratégicos para la industria civil y para la defensa, con especial énfasis en ramas básicas como la siderurgia, la química básica, la prospección, relevamiento y explotación de yacimientos mineros.
Y articular con el capital privado las inversiones necesarias para el desarrollo de las actividades básicas para el desarrollo industrial.
A partir de allí, el planeamiento estratégico, con el Estado como actor activo principal, aparece como un elemento de política económica (e industrial, en particular) esencial en la concepción del general Manuel Nicolás Savio. Esas ideas fueron tomadas con fuerza por el General Juan Perón a partir de su asunción al poder e incluidas en los Planes Quinquenales.
Como resultado de dicha planificación, surgieron: el Plan Siderúrgico Nacional, el Plan Minero Cordillerano y el Plan de desarrollo del Sector Químico. El complejo industrial de Fabricaciones Militares llegó a contar entonces con catorce (14) establecimientos productivos, ubicados en las provincias de Jujuy, Salta, Formosa, Catamarca, Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba. Y tuvo además participación en ocho sociedades industriales como Somisa (99,96% de FM), Atanor, Minera Hipasam, Petroquímica Río Tercero, Petroquímica Bahía Blanca, Petroquímica General Mosconi y otras.
Villa María
La Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María fue creada el 31 de Mayo de 1937, con el fin de abastecer a las Fuerzas Armadas de Pólvoras y Explosivos, objetivo que cumplió durante décadas.
Luego de los despidos producidos en la DGFM durante la última dictadura militar (1976-1983) y el cierre de algunos establecimientos, el achicamiento menemista produjo otra brutal reducción del número de trabajadores, que pasaron de ser 15.000 en el complejo industrial propio a casi solamente un millar. En el caso de la Fábrica Militar de Villa María, que llegó a ocupar en sus mejoras épocas a casi 1.200 trabajadores, quedó reducida a 300 empleados, aproximadamente.
Durante los 90 se aceleró la desintegración, y se produjo el mayor proceso de cierre y venta de plantas y empresas de toda la historia de FM, lo cual colocó al organismo en una situación de extrema vulnerabilidad competitiva en los mercados nacionales y regionales, y la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Los trabajadores fabriqueros resistieron estoicamente y, en conjunto con su organización gremial, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), elaboraron una estrategia de resistencia que alcanzó a que sobrevivieran al menos cuatro de las 14 fábricas (quedaron en pie las ubicadas en Río Tercero, Villa María, Fray Luis Beltrán y (en 1987, por decisión del entonces presidente Raúl Alfonsín se incorporó la Fábrica Militar Azul, en la provincia de Buenos Aires).
Recuperada por
sus trabajadores
A partir de 2006, al igual que muchos sectores industriales devastados por el neoliberalismo, en las fábricas residuales comienza una etapa de reorientación y puesta en valor. Es así que se aumenta significativamente el presupuesto destinado a las fábricas a efectos de revertir el proceso de desmantelamiento.
En 2014 se inauguró en San José de Jáchal una nueva Fábrica de Explosivos, con destino a la minería que ocupa unos treinta trabajadores locales. Asimismo se creó el área de Servicios Mineros, brindando servicios de voladura y otros para la minería, donde se ocupan unos 25 trabajadores de manera directa.
Se llegan a producir radares de fabricación nacional con la propiedad intelectual propia y en sociedad con el INVAP, que sumaron conocimientos en mantenimiento y reparaciones.
Se montó una planta de producción de vagones ferroviarios en la Fábrica de Río Tercero.
Se actualizó equipamiento en un laboratorio modelo en Villa María apuntando a la industria, al medioambiente y a la Higiene y Seguridad en el Trabajo.
La actualidad
Luego de los 144 despedidos en la sede central en enero de este año, la Dirección General de Fabricaciones Militares cuenta con 2.014 trabajadores, de los cuales 330 son permanentes y 1.684 contratados (datos de Ministerio de Hacienda a junio).
En la FM Villa María trabajan 422 personas, de las cuales solo 60 trabajadores son de planta permanente, siendo el resto contratados, algunos de ellos con 18 años de renovar contratos anualmente.
La escasa o nula información en torno a los planes productivos para el corto y mediano plazo, la disminución de los estándares de producción generados, entre otros factores, por dificultades en la adquisición de materias primas e insumos y la notable caída en las ventas de nuestros productos, describían durante 2016 y 2017 un cuadro de situación muy preocupante.
Sin embargo, la angustia e incertidumbre sobre el futuro productivo y laboral de Fabricaciones Militares y, en particular de la FMPE VM, se agravó.
Hace unos días, el interventor de la empresa comunicó a los dirigentes de la Asociación Trabajadores del Estado que reducirá el 20% de cargos de jefaturas y proseguirá con el resto del personal de producción, administración, laboratorios, mantenimiento, etcétera.
Reducir significa
despedir trabajadores
De nada sirve escribir en el nuevo Presupuesto frases tales como: “Es importante destacar el impacto económico y social que tiene cada una de estas fábricas en los lugares donde se encuentran emplazadas. Es por ello que no solo se tendrá en cuenta la rentabilidad de cada unidad de negocio sino también el impacto social que implica una toma de decisión pensada únicamente desde la rentabilidad del mismo”.
Esta Fábrica Militar aporta más de 2 millones de pesos mensuales a la economía de la ciudad y región en salarios. A los que hay que agregar las compras a proveedores locales que tiene desde hace décadas.
La Fábrica Militar de Villa María posee:
- La única planta productora de éter etílico instalada en el país y en países limítrofes.
- La única planta productora de pólvoras mono, bi y tribásicas instalada en el país y en varios países limítrofes,
- La única planta de nitrocelulosas en el país.
- Unica planta de propulsantes extrudados en el país.
- Junto a la FM Azul, las únicas plantas de nitroglicerina instaladas en el país lo que permite fabricar explosivos de uso civil tipo dinamitas como únicos productores nacionales.
- Disponemos una plantilla de trabajadores con profesionales constituidos por ingenieros de las distintas especialidades, contadores, médicos laborales, licenciados, etcétera.
- Sumamos a ellos un plantel de técnicos con idoneidad y experiencias en las áreas productivas; operarios y empleados con experiencia suficiente para operar las instalaciones con idoneidad.
Queremos:
- El fortalecimiento de nuestra fuente laboral con todos los trabajadores incluidos,
- Incorporación de los trabajadores despedidos en 2016,
- Pase a planta permanente de todos los trabajadores contratados,
- Plan de mantenimiento integral de todos los equipos e instalaciones,
- Modernización del equipamiento productivo.
- Reactivación productiva inmediata de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María y de todo el complejo de Fabricaciones Militares.
No a los despidos.
Trabajadores de la Fábrica Militar de Villa María y Asociación de Trabajadores del Estado