FEDERAL C – Octavos de final – Ida
Alem empezó por el piso, pero despegó a tiempo y, en el partido de los golazos, le ganó 3-1 a Belgrano de Vicuña Mackenna. Los hinchas del León andan por el aire
Escribe Juan Manuel Gorno
Podrán decir que tiene algunos problemas de motor, que sus turbinas venían apagadas, que estaba más cerca de un Fly Bondi que de un jet de Qatar Airways y que, varado y sin salida, parecía condenado a reposar en el hangar de las tristezas. Pero Alem aprovechó el tiempo para despegar como corresponde en los octavos de final del Federal C y promocionó su pasaje de sueño nacional con una victoria que lo pone en órbita para lo que viene.
Después de un primer tiempo sin alas ni rumbo, la línea del León se acomodó en el aire tanto como el golazo de mitad de cancha que decretó el 3 a 1 final, el del Indiecito Martínez, un gol que sacó una distancia considerable ante Belgrano de Vickuña Mackenna.
Plaza Ocampo no parecía la pista de despeje cómoda. Alem encontró problemas de arranque y estuvo estancado como nunca.
Indeciso para saber cuándo cerrar, cuándo atacar, cuándo animarse a jugar… Así estuvo el equipo de Cristian Agosto en los primeros 45 minutos, entonces Belgrano, que no vino de paseo ni cayó del cielo, rápidamente se sintió a tono con el partido y se adueñó del partido.
Con movilidad en la presión y velocidad en el ataque, el equipo visitante provocó no solo las dudas de Alem en el fondo sino también la salida improlija del local, que apeló a los pelotazos durante varios tramos de la etapa. Encima, una temprana lesión del defensor Diego Acosta generó un cambio en la formación, con Joel Manzanares retrocediendo como marcador de punta para que ingresara Germán Bertoldo.
Es cierto que a los dos equipos les quedaba lejos la empresa denominada Gol, pero el problema se acentuaba en Alem porque era dominado y no reaccionaba.
“No me gusta que jueguen en puntitas de pie”, dijo luego el técnico Cristian Agosto, como marcando ese problema inicial.
Entonces Belgrano se animó, aunque sin poder convertir, acelerado en la definición. Además enfrente estaba el arquero Omar Montiel, que anuló una muy buena maniobra de Santiago Martínez, a los 25 minutos.
Mata y adentro
Como signo de su preocupante funcionamiento, Alem pasó la mitad del primer tiempo sin patear al arco, sin embargo, el fútbol está plagado de imprevistos. Y en su primera aproximación al área rival, Maximiliano Le Roux sacó un tiro violento que terminó en gol con la pelota haciendo gárgara frente a las narices del arquero Luis Bonacci.
Es que el portero esperaba el remate abajo, pero el balón picó en una mata y se coló por arriba, como si fuese un avión a chorro que tomó impulso.
No obstante, con ese 1 a 0 no hubo tranquilidad ni mejoría de Alem porque Belgrano respondió con sus delanteros bien desequilibrantes, que merodeaban el área como los efectivos F-15 de la armada yanqui.
En un lapso de 5 minutos de aluvión visitante, Montiel desactivó varias bombas, pero en uno de tantos despejes del arquero sacó un verdadero misil el mejor hombre de Belgrano, Cristian Núñez, que estableció el 1 a 1 y le dio justicia al partido.
Alem tardó en responder y solo tuvo una chance con Delsole rematando alto, un minuto antes que Montiel tapara un disparo de Córdoba.
Otro destino
El segundo tiempo fue otra historia porque un gol cambió la hoja de ruta.
A los dos minutos, Alem encontró el juego por el medio, maniobró por afuera del área y toqueteó con Molinari para Delsole, que habilitó perfectamente a Le Roux y este, pisando el área, definió con una comba perfecta de zurda para marcar el 2 a 1.
Belgrano acusó el golpe y no tuvo la misma intensidad de antes; apenas un tiro libre de Cristian Núñez que Montiel controló con un manotazo, a los 23 minutos.
De ahí en adelante, el León ya viajaba con mayor seguridad por su juego, sin lucir, pero apoyado en el pase más certero, en la apertura de sus laterales y en la simpleza de los que antes se complicaban de la nada.
El oficio de Le Roux para cuidar el balón, la movilidad de Molinari y las corridas de Albiero contrarrestaron las ganas de Belgrano, que se equivocó en la generación de juego y desinfló su ritmo frenético. Además, el León mejoró en la recuperación de la pelota con el ingreso de Brian Verón.
A los 27’, Molinari estuvo cerca de anotar el tercero, pero su tiro libre fue sacado milagrosamente por el arquero.
Minutos más tarde, a los 35, el mismo guardametas jamás esperó lo que hizo Fabián Martínez, el Indiecito, que mandó un misil teledirigido en otro tiro libre, desde la mitad de cancha, con Bonacci adelantado. Este retrocedió unos metros para tirar el manotazo, pero fue imposible. Y fue también el gol de la tarde, mejor incluso que la joya de Núñez. Un gol que celebró todo el pueblo villanovense, entre las más de mil personas que llegaron a la Placita.
Ni siquiera desde más cerca pudo copiarle Núñez en la última chance clara que tuvo Belgrano, ya que otra vez Montiel neutralizó el remate.
Al final fue triunfazo de Alem, por haber salido de una turbulencia que lo complicaba y por marcar dos goles de antología.
El próximo domingo aterrizará a Vicuña Mackenna con una ventaja considerable para la revancha, aunque sabe que será un viaje difícil de 90 minutos y algo más.
Por ahora nada le importa a sus hinchas, que andan por el aire. Y no queda otra que dejarlos volar.
La figura
Maximiliano Le Roux. El volante fue decisivo, al marcar los dos primeros goles de Alem, sobre todo el segundo, que dio un oxígeno necesario. También se lucieron el arquero Omar Montiel (otra vez) y el central Fabián Martínez, más allá de su golazo.
El árbitro
Gonzalo Rodríguez. El árbitro de Río Tercero cometió algunos errores para penar ciertas indisciplinas, ya que le faltó mostrar un par de amarillas por faltas bruscas. Después manejó el partido con sapiencia y no se complicó.