Patricia Deheza concurrió al Palacio de Justicia local para comunicar a las autoridades un grave hecho que habría ocurrido a mediados de mes en el correccional de menores, donde el chico está alojado desde junio. Lo hizo junto a dos abogados
Una vecina de James Craik se presentó ayer en los Tribunales de Villa María para denunciar que su hijo fue abusado sexualmente en el Complejo Esperanza, donde está alojado desde hace cuatro meses por encontrarse en conflicto con la ley penal.
Se trata de Patricia Deheza, quien relató ante funcionarios judiciales lo que el joven le contó el sábado pasado, cuando fue a visitarlo al correccional de menores ubicado a la altura del kilómetro 14 y medio del Camino a 60 Cuadras, cerca del penal de Bouwer.
Visiblemente compungida, la mujer dijo que cuando fue a ver a su hijo (quien ese mismo día cumplía 18 años) no se podía sentar. En un primer momento pensó que lo habían golpeado, tal como le había sucedido otras tres veces en el tiempo que lleva detenido; pero cuando ella lo tocó, él le dijo “no mami, soltame”.
“Mamá… me violaron”
Patricia le preguntó entonces si le habían vuelto a pegar, a lo que él respondió: “No mamá… me violaron”, y se largó a llorar desconsoladamente.
Poco después la denunciante fue en busca del director del instituto carcelario, quien le pidió disculpas por lo que había sucedido.
“No hicieron nada, taparon todo, y ahora se está dando a conocer porque ese día yo hice lío”, declaró Deheza entre sollozos al ser entrevistada por el canal Uniteve, de la Universidad Nacional de Villa María.
Por qué está detenido
En tanto, en declaraciones a Radio Show, la mujer dijo que su hijo está alojado en el Complejo Esperanza “porque él se enamoró de una chica de 13 años, aunque en realidad ambos estaban enamorados, y cuando ella se fue con el padre, este señor lo denunció, diciendo que la había violado”.
“Pero no es así”, enfatizó Deheza, y pidió que “traigan a la madre a declarar, porque ella los dejó ser novios”.
A raíz de ese hecho, el adolescente (que por entonces tenía 17 años) fue trasladado al instituto de menores, donde “le pegaron tres palizas y ahora lo violaron”, precisó la atribulada mujer.
“Como yo hice lío el sábado, me dijeron que recién hoy (lunes) lo iban a llevar al médico; le dieron unas pastillas para los nervios”, añadió Patricia, quien reclamó “una solución para mi hijo y por eso les pido a todos que me ayuden”.
Con dos abogados
Deheza concurrió al Palacio de Justicia local acompañada por los abogados Liliana Beatriz Domenella de Ramos (de Villa Carlos Paz) y Gabriel Elías Razuk (de Oliva) y los tres se presentaron tanto en el Juzgado de Niñez, Juventud, Violencia Familiar y Penal Juvenil, a cargo de Inés Beatriz Mariel, como en la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno, cuyo titular es René Emilio Bosio.
EL DIARIO conversó luego con Razuk, quien explicó que el hecho denunciado por la mujer constituye un caso de “abuso sexual con acceso carnal, gravemente ultrajante”, y que en esos términos presentaron sendos escritos en la Justicia.
“En principio, los autores serían al menos dos internos del Complejo, mayores que él”, señaló el letrado olivense.
Razuk recordó también que “a comienzos de julio hicimos una presentación ante la jueza de Menores, mediante la cual Patricia informó que en una visita realizada días antes había advertido que la salud física y psicológica de su hijo estaban visiblemente deterioradas”.
“En la oportunidad se acompañaron certificados médicos del menor, que dan cuenta que padece un leve retraso mental”, agregó el abogado.
A fines de septiembre presentaron un nuevo escrito en el Juzgado de Menores, informando que días anteriores, cuando la mujer visitó a su hijo, éste le dijo que había sido lesionado en un brazo. “Por esa razón pidió que le restituyeran al menor o se tomaran medidas para evitar una nueva golpiza”, sostuvo Razuk.
Y nuevamente ayer, por medio de un tercer escrito, la mujer y los dos letrados que la acompañaban, comunicaron a la jueza Mariel y al fiscal Bosio el hecho de violación relatado por el joven, que se habría producido el sábado 15 del mes en curso, es decir una semana antes de que Patricia se enterara de lo ocurrido.