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Desafío: producir más alimentos reduciendo el impacto ambiental

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Desafío: producir más alimentos reduciendo el impacto ambiental
Andrade plantea que el futuro de la agricultura debe ser sustentable. Como errores principales habla de la deforestación, la erosión y la contaminación

Ayer se realizó la primera jornada de agricultura de conservación. Uno de los disertantes, Fernando Andrada, habló de la evolución en la producción de alimentos y reseñó los desafíos hacia el futuro

Andrade plantea que el futuro de la agricultura debe ser sustentable. Como errores principales
habla de la
deforestación, la erosión y la contaminación0

Fernando Andrade es un agrónomo, docente universitario e investigador. Su amplia trayectoria se ve reflejada en sus más de 100 libros. Uno de esos textos, “Los desafíos de la agricultura”, fue la base de la charla que dio ayer en un hotel de Villa María, donde se desarrollan las jornadas de Agricultura de Conservación.

Al término de la disertación, dialogó con EL DIARIO sobre el eje de la charla, indicando que pasó por un análisis de la evolución de la agricultura y la proyección hacia el futuro.

“Desde los inicios, se fueron haciendo innovaciones que permitieron el desarrollo de la agricultura para alimentar a la creciente población”, dijo.

Pero, en los últimos dos siglos, se produjo un crecimiento acelerado, que trajo como consecuencia un mayor impacto ambiental. “A partir de ahora, la producción de alimentos tiene que seguir aumentando. Se hablaba en 2010 de que para el año 2050, debería crecer un 60% la producción de alimentos para satisfacer una población creciente, que se calcula en 9.600 millones de personas”, dijo.

Las jornadas concluirán hoy, con una agenda dedicada exclusivamente al tema del maní

Además “muchas poblaciones del mundo están aumentando su poder adquisitivo y en consecuencia, quieren consumir más carne. Y para eso, se necesita más granos que alimenten los pollos, los cerdos y ganado vacuno que demandan, lo que sigue presionando a la producción agrícola”.

“En ese contexto, Argentina tiene un rol fundamental. Es una de las zonas más aptas para producir alimentos para el mundo, pero el desafío es satisfacer esa demanda creciente y al mismo tiempo reducir el impacto ambiental. Tenemos que cuidar los suelos, nuestros ecosistemas. De eso se trató la charla”, planteó.

Entiende que ese futuro se afronta “con tecnología de procesos y con cocimientos”, para no repetir los errores del pasado.

Entiende que el panorama global no es muy alentador en materia de cuidado ambiental. “Hay gobernantes votados por pueblos que a lo mejor no tienen en agenda la problemática, como es el caso de (Donald) Trump en Estados Unidos, que pretende hacer muros para atajar problemas y no trabajar en la materia”, dijo.

También aporta un dato interesante: si todo el crecimiento de la producción se debe a la necesidad de producir alimentos para una población creciente, ayudaría reducir la cantidad de alimentos que se desperdicia. “Globalmente, se tira el 30% de los alimentos que se producen. En los países desarrollados, tiene que ver con el consumidor final y el procesamiento; mientras que en los que están en vías de desarrollo la principal causa es la mala condición de almacenamiento”, planteó.

Otro de los temas es la dieta, principalmente de los países occidentales que son imitados por otros. “El alto consumo de carne genera, como dijimos, una presión para la agricultura. Si hoy, todos fuéramos vegetarianos, alcanzaría la comida que producimos para otra población como la actual, pero es algo utópico”.

 

Deforestación

Al hablar de esos errores de los últimos 200 años, Andrade mencionó, como los principales, la deforestación, la erosión y la contaminación.

“La deforestación reduce la biodiversidad, produce gases que profundizan el efecto invernadero, expone a las tierras frágiles a un proceso de degradación y generan excesos hídricos, los que, que sumados a eventos extremos que vivimos como consecuencia del cambio climático, producen inundaciones, subidas de napas y salinización”.

“La erosión es otro factor importante, ya que se pierden muchas hectáreas en el mundo. En Argentina, en la región pampeana, hay 40 millones de hectáreas erosionadas en forma moderada o severa”, agregó.

Al referirse al proceso de contaminación, indicó que en nuestro país el principal problema es el sobreuso de plaguicidas. “Se puede contaminar con plaguicidas y con fertilizantes. Argentina, si se la compara con el resto del mundo, tiene un mayor uso de los plaguicidas y una menor aplicación de fertilizantes”, planteó. “Es cierto que los avances permiten lograr productos menos tóxicos y menos persistentes, pero hay que insistir en las buenas prácticas. En estas jornadas, hubo charlas interesantes sobre el tema: el gobierno de Córdoba habló sobre su programa de Buenas Prácticas, hubo charlas de uso sustentable del suelo y otra sobre cultivos de cobertura para evitar o disminuir la incidencia de malezas resistentes. Hay que ir por ese rumbo”, destacó.

“Los procesos que llevaron al daño ambiental, no son culpa del productor, que particularmente en Argentina es muy bueno. Es un tema de la sociedad: junto a los productores, los técnicos, los gobernantes, los ciudadanos tenemos que tomar conciencia de la importancia de cuidar los recursos naturales, pensando en generaciones futuras”, concluyó.