Fernando Mercadal, uno de los referentes ineludibles de la música electrónica villamariense, acaba de editar su sexto disco de estudio. Se trata de 10 canciones de un fabuloso balance entre lo analógico y lo digital
Iván Wielikoisielek
Especial para EL DIARIO
A la hora de hacer numerología, el 16 es clave en la vida de Fernando Mercadal. No sólo porque divide su vida en dos mitades, sino porque se abre de cara al futuro. A esa edad y estando en cuarto año del secundario, Fernando editó su primer disco grabado íntegramente en la computadora de su casa. Hoy, con 32 recién cumplidos, viene de grabar su sexto trabajo, “Música espacial”, lo que, al decir del músico, se traduce en “un antes y un después de mi carrera, el disco más humano y el que siempre quise hacer”. Pero mejor será que el propio autor cuente la génesis de este trabajo de 40 minutos que es puro clima. “En septiembre del año pasado hice un rejunte de ideas que tenía grabadas y vi que había un concepto muy fuerte ahí adentro, algo que podía traducirse en un nuevo disco. Me dije que ya iba siendo hora de volver a grabar y así estuve hasta mayo”. A pesar de ser íntegramente instrumental, Mercadal insiste: “Música Espacial es un disco de canciones. Lo digo por las estructuras cíclicas y cerradas de los temas, algo que difiere de la música electrónica como la que venía haciendo”. Mezclado íntegramente por el propio compositor en su estudio, “Basura Discos”, la placa contó con la colaboración de Natalio González en bajo, Federico Lattanzi en percusión y Tefy Parsi en sintetizador. Consultado por los invitados, Mercadal explica que “la idea fue hacer un disco más natural y que no fuera tan de computadora. Por eso quise que hubiera invitados. A las percusiones, por ejemplo, las grabamos captando la sala de reverberancia de mi casa y también grabé los instrumentos en tomas únicas, sin corregir nada después, para darle un carácter más humano”.
-Antes habías hecho música puramente electrónica.
-Es que yo empecé en la compu, ese fue mi punto de partida. Pero con el tiempo fui incluyendo instrumentos analógicos hasta que mi música se hizo más humana. Por eso creo que este disco es el fin de ese proceso, que llegué al estilo que quería; con máquinas pero también con música tocada de modo artesanal. Y eso se despega de lo puramente electrónico.
-¿Estás conforme con el resultado de “Música espacial”?
-Conforme como nunca lo estuve antes. Este es el disco que me imaginé desde que tenía 16 años. Ahora tengo 32 y recién lo conseguí. Creo que se debe a que le puse el tiempo necesario sin apurar ningún proceso, tuve paciencia tanto para grabarlo como para mezclarlo hasta el más mínimo detalle. Luego viajé a Buenos Aires y lo masterizaron en “Puro Mastering”, de Eduardo Bergallo, uno de los técnicos más reconocidos de Buenos Aires. Bergallo participó en “Bocanada”, de Gustavo Cerati, y en varios discos de Soda. El técnico que me lo grabó fue Manuel Schaller, un músico experimental excelente.
-Tu filiación con Cerati es notable. ¿Qué significó el líder de Soda Stereo para vos?
-Fue el gran referente. Me acuerdo de haber leído notas suyas cuando era chico y él decía que grababa en su casa y después masterizaba en otro lado. Entender eso fue una motivación muy grande para mí y desde mi modesto lugar en Villa María, lo pude hacer también. Cerati es para toda una generación un gurú. Hoy, a 20 años de descubrirlo, sigo escuchando sus discos y me sigo maravillando. “Música espacial” se podrá descargar gratuitamente desde hoy en la página www.basuradiscos.com y Mercadal aclara que “en pocos meses saldrá la edición física, que constará de 500 ejemplares”. Además, el músico ya tiene fecha para presentarlo en vivo. Será el viernes 4 de septiembre en Polaroid. Pura música ambient desde Villa María para el país como una bocanada de aire fresc.