Es por la apertura de las válvulas de escape de Embalse que se arreglaron luego de muchísimos años. Héctor Bersano resaltó que en el embalse no pasa agua por encima del vertedero
El río Ctalamochita en su paso por Villa María va camino a cumplir el semestre de haber abandonado su cauce normal y mantenerse bastante por encima de los niveles habituales.
Esto se desprende de los datos brindados por Héctor Bersano, de Defensa Civil y de Bomberos, ayer a EL DIARIO.
Pese a este cuadro, resaltó que en este presente no existe “ningún riesgo” de inundación para Villa María y Villa Nueva, remarcando que “estamos por debajo del vertedero en Embalse y sin ningún tipo de problemas”.
Haciéndose eco de versiones que comprometían a esta ciudad con alguna responsabilidad en la inundación que padece Villa Nueva, el funcionario lo negó de plano y explicó que “acá no tuvimos inundaciones por las obras efectuadas en el Embalse, no por otro motivo ni nada raro”. Recordó que durante muchísimo tiempo “las aberturas de válvulas en Embalse estaban obstruidas por el óxido y con sedimentos, lo que hacía que el Embalse se llenase y ante una precipitación de más de 200 milímetros no dejara de mandar agua por encima del vertedero, caudal que en su momento vino de golpe y nos inundó”.
Estas válvulas fueron reparadas en 2015 y por eso desde el 30 de octubre del año pasado erogan de manera permanente 30 metros cúbicos por segundo hacia río abajo.
“Pasó agua por encima del vertedero sólo durante una semana del último verano, el resto fue siempre por debajo de vertedero entonces el dique Piedra Moras cumplió su función de regulador y ni nosotros, ni Bell Ville, ni Morrison ni en toda la cuenca tuvimos inconvenientes”, graficó.
Precisó que en la actualidad Piedras Moras está lanzando 70 metros cúbicos por segundo, lo que sumado a lo que largan las válvulas “hacen un total de cerca de 120 metros cúbicos por segundo”.
Lo normal era 25 metros cúbicos por segundo, por lo que ahora y desde noviembre se recibe un caudal cinco veces mayor, lo que modificó el panorama de la costa villamariense del río Ctalamochita.
Bersano rememoró que “cuando se dio la inundación de 2014 se decía que recibíamos 400 metros cúbicos por segundo, con el agravante de que no teníamos información oficial”.
Las nuevas condiciones hicieron que se pasara una temporada estival prácticamente sin playas, además de que “desaparecieron las famosas islas”.
“Desde noviembre prácticamente no tenemos islas”, recalcó el entrevistado.
El caudal recibido deriva en una altura de 25 a 40 centímetros por encima del nivel habitual, siempre y cuando no existan lluvias, lo que incrementa la cantidad de agua.
Cabe recalcar que en la charla de ayer, Bersano desestimó las versiones sobre la implicancia de nuestra ciudad en la inundación que azota a Pozo del Molle. “Si uno va por tierra y aire verá que no hay ningún desvío del río. Tenemos una secuencia desde Río Tercero hasta acá y no se desprende ningún brazo”, advirtió.