Villa María fue delineada en la pedanía de Villa Nueva, es así que la estación de ferrocarril que se habilita tenía el nombre de esta última localidad que ya tenía años de existencia. Pero a poco de andar el nuevo centro urbano, algunos pobladores del lugar plantearon tener municipio propio. El movimiento no tuvo el éxito esperado, pero dejó su marca y expresaba el sentir de un sector de la población. De allí que es necesario recordarlo
Muy poco tiempo después de la fecha que consideramos como fundacional de esta población, más precisamente el 10 de noviembre de 1868, en la sala de sesiones del Poder Legislativo de la provincia, se dictó un decreto mediante el cual se documentan dos cosas importantes para Villa María. Por un lado queda claro que entonces existió un proyecto del Poder Ejecutivo provincial tendiente a que esta localidad fuera independiente del municipio de Villa Nueva. Por otra parte se dice que el tratamiento de ese proyecto era postergado. Si bien, como conocemos, no fue sino hasta la década de los 80 del siglo XIX que Villa María logró ser un municipio independiente, resulta de gran importancia este antecedente a tan poco de que Manuel Anselmo Ocampo mandara a delinear Villa María.
El primer artículo de este decreto de la Legislatura provincial dice, de manera textual “Postérgase hasta las próximas sesiones ordinarias la consideración del proyecto del PE tendiente a crear una Municipalidad en Villa María con independencia de la de Villanueva (sic)”. Pero quizás lo más interesante es que el proyecto del gobierno provincial habría tenido su origen en una nota de residentes de Villa María que aún puede encontrarse en el Archivo Histórico Provincial. Allí notamos, según el sello de Hacienda de la Provincia de Córdoba ubicado en el ángulo izquierdo superior de las hojas, que la misiva está fechada en el año 1868. El planteo de aquellos villamarienses ocupa un par de páginas, a las que se suman otras dos con la firma de casi 50 vecinos del lugar. Entre los firmantes, entre otros, pueden leerse los nombres de Eusebio Piñeros, José E. González, Ceferino Alfaro, Angel Bellones, Pedro Laussat, Emiliano Frías, Fermín Ramallo, Domingo Olivera, J. G. Montenegro, José Antonio Alvarez, B. Palacio, Manuel Porcel de Peralta, M. Ceballos.
El tono de la nota es muy respetuoso y no solo permite advertir el deseo de separarse de Villa Nueva, sino también nos proporciona un acercamiento de la visión que entonces tenía, el sector acomodado, acerca de la relación entre los dos centros urbanos. El escrito inicia diciendo “Los abajo firmantes, vecinos de Villa María, estación del Ferrocarril Central Argentino frente a Villa Nueva, ante VE respetuosamente nos presentamos y exponemos: que venimos a solicitar la segregación Villa María del municipio de Villa Nueva y su creación en un municipio separado, por las razones que brevemente pasamos a exponer y cuyos fundamentos confiamos que serán justamente apreciados por la recta ilustración de VE”.
Luego pasan a describir, desde su óptica, la situación geográfica diciendo: “Villa María, mandada a fundar en la estación del ferrocarril en Villa Nueva, está separada de esta última por el río Tercero y por una distancia aproximativa de quince o diez y seis (sic) cuadras; sin embargo ha sido agregada al municipio de Villa Nueva, del cual depende hasta hoy”. Recordemos que por entonces, según la normativa vigente, un municipio podía abarcar varios núcleos urbanos.
Para el progreso
Con gran cuidado en los términos, los villamarienses de entonces plantearon que el crecimiento de esta localidad sería beneficiado si dejaba de estar bajo la jurisdicción del municipio de Villa Nueva. En la nota dicen: “No es nuestro ánimo, Exmo. Sr., formular aquí un reproche a la Corporación Municipal de Villa Nueva por no haber atendido con más celo a los intereses de esta naciente villa que, a no dudarlo, está llamada a ser un centro importante de población y que hasta hoy ha permanecido casi del todo abandonada, pero los inconvenientes de la distancia y el río que separa las dos villas, unido a los intereses encontrados de ambas localidades, han debido influir notablemente a que Villa María no haya tomado el desarrollo que nos hace esperar una Administración municipal propia y compuesta de miembros directamente interesados en su adelanto material”. Marcada la contraposición de intereses entre las poblaciones, más adelante en la nota se plantea “que el desarrollo de un centro importante de población en Villa María estorbará sin duda momentáneamente el progreso de Villa Nueva cuyos vecinos deben estar empeñados en atraer hacia allí la población y conservar la superioridad que hoy tiene esa población, pero el mismo interés, Exmo. Sr., acompaña a los vecinos de Villa María que legítimamente aspiran a formar una población importante”.
También se dice que las calles “permanecen sin abrirse…las plazas cubiertas de bosques”. como así los “edificios colocados sin orden y fuera de las líneas demarcadas en el plano por no haber quien se ocupe de la delineación…”. También se quejan de “las tropas de carretas diseminadas en todas direcciones”, la insuficiente cantidad de policías. Todas éstas que, según los firmantes de la nota eran “pruebas evidentes que los intereses de esta villa han sido descuidados hacen palpable la conveniencia de la creación de una Corporación Municipal propia que, ocupándose de su adelanto material y de los intereses bien entendidos de un punto tan importante, le ponga en camino de merecer con justicia el título de Villa que se le ha dado”.
Los planteos al gobernador, liberal, Félix de la Peña incluyeron argumentaciones legales, pues la nota dice que “la ley municipal de 1860 estatuye que las localidades que comprobaren tener dos mil pesos anuales de entrada, procedentes de derechos municipales, tienen derecho a pedir la institución municipal”. Luego se dice que “el comisario municipal de Villa María” podría apuntar que este centro urbano recaudaba “por término medio” unos “trescientos pesos mensuales”, cifra que superaba de manera amplia la requerida por el instrumento legal citado.
En el futuro, quizás una sola ciudad
Por otra parte queda en claro que también se oponían a “formar en Villa Nueva una Corporación municipal mixta, es decir, compuesta de vecinos de las dos villas”. Trataron de explicar las razones de esto, es así que en la nota puede leerse “la distancia, por una parte, y el río que es una verdadera barrera durante sus excedentes, que duran casi todo el verano, harían por lo general difícil la reunión de la Corporación, y si hubiera quórum legal con los municipales vecinos de Villa Nueva solamente, para que pudiese deliberar la Corporación, esas deliberaciones carecerían muy frecuentemente del voto de los municipales vecinos de Villa María que no podrían asistir…”.
Los vecinos independentistas de Villa María no terminan la nota sin dejar en claro que no dudan “que estos dos centros de población, hoy separados, sean llamados con el tiempo a formar una sola e importante ciudad y por consiguiente un solo municipio, esa es nuestra esperanza y nuestra aspiración, pero mientras eso no suceda y el río y la distancia separen a las dos villas, nos parece justo que se deje a cada una de ellas librada a sus propias fuerzas, o sus recursos, y a los esfuerzos de sus vecinos; que cada una tenga su Corporación municipal propia e independiente que trabaje por su adelanto y vele por sus verdaderos intereses”.
Aquí están los términos en los cuales algunos vecinos plantearon separarse de la Corporación municipal de Villa Nueva, es claro que a otro nivel, en la actualidad las dos localidades configuran un gran conglomerado urbano que posee lazos de hermandad que supera cualquier instrumento legal o diseño administrativo.