Desesperante

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Desesperante

Si en 20 días no se arreglan los caminos destruidos por las inundaciones, Jorge Ghirardi no tendrá alimentos para las 600 vacas de su tambo. “Si uno no tuviera la gente capaz que me rodea, ya hubiera dejado todo”, dijo el productor craikense a EL DIARIO rural

P17 f1 ruralPor tercer año consecutivo, el campo de Jorge Ghirardi se inunda. Sus tierras están al norte de James Craik y el año pasado cedió una parte de sus tierras para que ensancharan el camino y se hicieran dos cunetas importantes para que corra el agua. “Pensé que no me iba a inundar más, pero este año nos pasó otra vez y peor”, dijo el productor.

El vive en el campo con su familia y califica de “desesperante” la situación. “Tenemos 190 hectáreas destinadas al tambo y 600 vacas. Tenía 70 hectáreas con alfalfa y se perdió todo. Me quedan silos hechos para alimentar el ganado por 20 días y después no sé qué vamos a hacer. No pueden entrar los camiones para hacer más silos así que es muy grave el panorama”, dijo.

Los caminos están tan intransitables que para sacar a diario la leche hacia la usina láctea a la que le provee, tiene que cruzar campos, llevándola en tanques, lo que complica más el panorama. “Así venimos haciendo desde el 5 de febrero, cuando se inundó todo y, encima, todo lo que tenemos que renegar es para cobrar 2,60 a 2,70 por litro, cuando producir la leche cuesta 4 pesos”, dijo. “Le confieso que si uno no estuviera rodeado de gente tan capaz, como el tambero y la familia, ya habría largado todo”, agregó.

“El tema acá no es sólo las lluvias, sino la falta de obras. El canal que iban a hacer desde James Craik al Carcarañá no está hecho. Hicieron un pedazo en Los Zorros y mal, porque se desbordó todo. Encima, la provincia, viendo esta situación, no manda más plata a los consorcios camineros”, planteó.

Al ser consultado sobre la posibilidad de que se sume la zona a la declaración de la emergencia agropecuaria, dijo que “el año pasado hice los trámites y no conseguí nada. Este año los voy a volver a hacer, pero si el beneficio es que te posterguen los vencimientos de los impuestos, la verdad que no es mucho. Mi problema hoy no son los impuestos, mi problema es que las vacas no se me mueran de hambre”, precisó.

En lo que hace a agricultura, la situación es también mala. “Yo alquilo dos campos y cosechés o no cosechés, al alquiler lo tenés que pagar igual. Uno con 185 hectáreas, del cual tengo 130 perdidas y el otro con 100, que más o menos, hasta ahora, están salvadas. Si hoy hubiera que cosechar, no podríamos porque no entra una máquina”.

 

Además…

Las pérdidas económicas de la inundación son significativas, pero Ghirardi, como hombre que vive en el campo con su familia, expresó su preocupación por cómo afecta la vida de toda la comunidad rural. “En épocas normales para llegar al pueblo demorás entre 10 y 15 minutos. Hoy tardamos dos horas. Imaginate si pasa algo, si hay un accidente no hay posibilidad de que entre una ambulancia. Hace unos días una vaca se murió porque la picó una yarará. ¿Si le pica a una persona, como la salvás? Hoy, por el agua, esto está lleno de víboras”, planteó.

El otro tema de preocupación es el de las escuelas rurales. “Los chicos no pueden ir a clases y hay lugares, como la escuela de la granja La Margarita, que todavía no pudieron empezar el ciclo lectivo porque la maestra no puede ni llegar”, concluyó.