El 25 de agosto es el día elegido para celebrar, porque es la fecha en que se ha universalizado la profesión. En el siglo XIII era ejercida sólo para la nobleza que utilizaba en Europa, sobre todo en Francia, grandes pelucas. En esa Epoca, el peluquero era varón y se encargaba de mantener las pelucas, no el cabello natural. En cada aniversario, Se recuerda la Santificación de la Iglesia Católica de Luis IX, Rey de Francia, quien gobernó de 1261 a 1270, y que en su reinado jerarquizó a su peluquero declarándolo hombre libre, equiparándolo a los caballeros, jueces, médicos y magistrados, autorizándole el uso en su atuendo de un espadín, que era símbolo de tal distinción.

“La peluquería es un arte”

En Argentina, la primera celebración del Día del Peluquero se remonta a 1877, con un baile realizado en el teatro Coliseo al cual asistieron 400 personas, el día que se creó la Sociedad de Barberos y Peluqueros

«La peluquería es un arte, una técnica que lleva el arte de cada uno de los profesionales”.

Así lo afirmó Hugo Salas, presidente del Centro Departamental de Peluqueros y Peinadores de Villa María, al ser entrevistado por EL DIARIO unos días previos a una fecha especial para todos los profesionales del cabello.

“La profesión ha crecido, y mucho, en cuanto a cantidad. Lamentablemente, en cuanto a calidad no podemos decir lo mismo. Es una profesión que requiere una especialización constante. Empezás hoy y no terminás nunca más hasta que dejas de trabajar. Algunos no lo toman de esa forma y otro no tienen los recursos para hacer los cursos de perfeccionamiento”, aseguró.

Según detalló: “Todo lo que nosotros aprendemos viene de Europa y eso eleva mucho los costos, tanto para ir allá como para traer a los profesionales a enseñar acá. Los cursos por lo general no son baratos”.

Pese a esto, Salas señaló que peluquerías a la calle, debe haber más de 400: “Pero gente que corta el cabello está alrededor de mil, fácil. En el Centro de Peluqueros tenemos más de 200 socios, de Villa María y la zona, porque es departamental”.

“Hay cada vez más peluqueros porque muchos lo ven como una salida laboral rápida. Al haber tanta cantidad de escuelas, también hace que el costo sea accesible a la enseñanza. Creo que esto pasa porque hay escuelas que no tienen un cierto nivel, al no estar regularizadas, no tenemos una escuela madre que pueda reglamentar la parte pedagógica. Esto hace que no haya un buen nivel”, manifestó sobre uno de los problemas que mantiene la profesión a través de los años, que es la falta de regulación.

“Son numerosos los cursos y hace que no se aprenda bien. También hay escuelas en donde el tiempo de enseñanza es muy corto. En Europa estudias cinco años para realmente ser un buen profesional. Acá hay escuelas que lo dan en seis meses. No sabemos exactamente la cantidad de escuelas, pero entre las dos Villas debe estar entre 15 y 20. Pero es según el nivel que vos quieras lograr y a lo que uno apunta”, señaló.

Las dificultades ante los costos actuales

El Centro de Peluqueros tiene una tarifa oficial, que va modificando a medida que sube la inflación: “Pero realmente, hoy estamos muy por debajo de la tarifa histórica”.

La referencia es que el corte de cabello debería tener el mismo precio que 3 kilos de carne: “Hoy serían $450. Eso rige en el estatuto nuestro, históricamente corresponde a 3 kilos de carne, del corte más caro. Esos son los parámetros que llevaban los viejos peluqueros, pero fue cambiando por el hecho de que el poder adquisitivo de la gente es menor y eso hace que no podamos subir. Hay mucha competencia en cuanto a precio. Algunos cobran 100 pesos y otros 300, el mismo corte de pelo”.

“El peluquero que siempre trabajó bien, en calidad, sigue manteniendo su clientela. Los que recién empiezan buscan reactivar su clientela y tienen los precios más bajos. A esos les cuesta más porque los gastos fijos son superiores a lo que eran tres años atrás”, indicó Salas y agregó: “Nosotros no fuimos acompañando el crecimiento de los costos, por ende, los sueldos tampoco. Al haber más oferta, la demanda cae”.

Formación integral

Según el presidente del Centro de Peluqueros, entre precio y calidad, lo que eligen los clientes es variable: “Si el cliente está acostumbrado a la calidad, no cambia. A lo sumo busca otro peluquero con calidad, pero no busca precio. Lo nuestro es muy personal, muy directo y eso hace que esa intimidad tenga mucho que ver con ganarte al cliente”.

Según Salas, hace 10 años que la profesión cambió mucho en cuánto a la atención al cliente: “Hay mucha cantidad de productos que dan una calidad superior a lo que teníamos antes. Hoy el profesional tiene que estar súper preparado, por eso, insisto, a veces se ponen una peluquería muy rápido y todavía no tienen los conocimientos que hay que tener”.

“Hoy, si no sabés de química, no podés trabajar. Si no sabés algo de comercialización en tu salón, tenés problemas. También tenés que saber oratoria y hasta algo de psicología. Las buenas escuelas a nivel mundial están yendo por esa línea, la de un profesional realmente de buen nivel e integrando muchos conocimientos. Hasta te enseñan cómo pararte para trabajar, para no tener problemas el día de mañana con tus cervicales”, detalló.

El peluquero debe cuidar su cuerpo: “Si empezás a los 20 años con esta profesión y tenés una mala postura, vas a tener consecuencias y, a veces, graves.   Trabajamos muchas horas, las cuales también hay que saber administrarlas para llegar a fin de mes, con un resto que te dé para vivir y capacitarte”.

A la espera de la ley profesional

Desde hace años, los profesionales peluqueros luchan por la sanción de una ley que “reconozca el carácter profesional de quienes realizamos este servicio”.

El proyecto fue presentado hace años, pero todavía no hubo novedades. Tal como explicó Salas, en unos de los puntos, establece una colegialización: “Con un mínimo 3 años de estudios donde hay todo tipo de materias como oratoria, psicología, química y un montón de conocimientos que nos sirven en la profesión. Además, se establecen las prácticas. La idea es que de ese proyecto también salgan buenos educadores. Está planteado hacer convenios con universidades para llevarlo adelante”.

“Este proyecto lo presentamos a nivel local con el apoyo del Concejo Deliberante y esperemos que salga adelante, a nivel nacional o provincial”, manifestó.

Cena y fiesta

Como todos los años, en septiembre tendrá lugar el tradicional festejo durante el cual celebrarán su día los asociados del Centro Departamental de Peluqueros y Peinadores de Villa María, en el salón de la institución, en Estados Unidos al 571.

Durante la noche del 16 de septiembre, se realizará la cena de camaradería que contará con la presencia de distintos centros que nuclean a profesionales de otras jurisdicciones departamentales del interior: “Entregaremos los reconocimientos del año, Consagración, Revelación y Trayectoria. También habrá sorteos, música. Realmente nos juntamos ese día a festejar nuestro día”.

Los interesados pueden reservar la tarjeta para la fiesta comunicándose con el 155087033 (teléfono de Hugo Salas).

“Quiero enviar un gran saludo a todos los colegas. Desde el Centro de Peluqueros estamos siempre trabajando, ad honorem, para mejorar la profesión y que los colegas nuevos y de muchos años tengan siempre un nivel mucho más alto del que tenemos ahora. Se hicieron muchas obras edilicias en el salón para acoger a todos. También invitamos todos los lunes cada 15 días a los colegas, nos reunimos a practicar y reinventar lo nuestro. Cada uno tiene su arte y el que elige finalmente es el cliente”, finalizó.

Todos los lunes cada 15 días, se reúnen en la sede del Centro, para practicar: “Y reinventar lo nuestro, con el arte que cada uno pueda aportar”.

Historia: El primer Centro

El 29 de agosto de 1944, reunidos en la sede del Centro de Mozos y Gastronómicos, con una concurrencia de 33 colegas, se resolvió por unanimidad crear la nueva entidad, la que nombraron «Centro de Patrona Peluqueros y Anexos»: “Su primera Comisión Directiva fue conformada por: Sixto Gudiño, presidente; Venancio Farías, vicepresidente; Jorge Gómez, secretario; Vicente Farías, prosecretario; Francisco Ortega, tesorero; Eldo Agatiello, protesorero; vocales: José Bévolo, José Anello y Arturo González (hijo)”, cuenta Jorge Gómez en su libro «El confesor laico» sobre el origen de la organización.

“Uno de los logros más importantes, fue la adquisición de la sede propia, donde hoy funciona, en calle Estados Unidos 571”, detalla en otra de las páginas del libro editado en 2007.