La pena recayó en Rumaldo González, un albañil que abusó de una mujer con la que tiene una relación de parentesco. En una oportunidad el agresor golpeó a su víctima para consumar la violación. El juicio se hizo a puertas cerradas
La Justicia villamariense le impuso ayer una condena de 10 años de prisión de cumplimiento efectivo a un albañil que violó cuatro veces a una joven mujer de su círculo familiar e incluso llegó a golpearla para lograr su objetivo.
Se trata de Rumaldo Humberto González (52), quien fue declarado autor responsable de “abuso sexual con acceso carnal agravado”, al cabo de un juicio oral sustanciado desde las 8 de la mañana y hasta poco antes de las 16 en la Cámara del Crimen local.
Por tratarse de hechos de instancia privada, la audiencia de debate se realizó a puertas cerradas, es decir sin la presencia de público ni de periodistas en la sala del quinto piso de Tribunales, aunque igualmente pudieron conocerse algunos detalles de la causa.
González fue hallado culpable de haber violado a la joven (quien actualmente tiene 30 años) en la vivienda que ella ocupaba en barrio Felipe Botta de esta ciudad, durante el pasado mes de abril.
A lo largo de la extensa jornada de deliberaciones, comparecieron en el recinto la víctima y otros tres testigos, luego que el disoluto individuo declarara negando los hechos.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso EL DIARIO, la joven ratificó su denuncia y aportó detalles de los ataques sexuales que padeció, uno de los cuales incluyó golpes por parte del agresor. Asimismo, testimoniaron dos vecinos y una psicóloga que asistió a la víctima en numerosas oportunidades.
El proceso penal fue presidido por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y de la defensora oficial Silvina Muñoz, mientras que la secretaria actuante fue Marcela Mattalía.
González fue detenido a fines de abril y continuará en la cárcel hasta por lo menos los últimos días de diciembre de 2021, fecha en la que cumplirá las dos terceras partes de la pena impuesta (o sea, seis años y ocho meses) y podrá solicitar la “libertad condicional”.
De todos modos, no es un hecho que entonces se le vaya a conceder el citado beneficio excarcelatorio, ya que cuando se trata de delitos sexuales la Justicia es mucho más estricta y rigurosa al momento de evaluar la pericia psicológica que determina si el condenado está en condiciones de reinsertarse socialmente, más allá de que haya observado buena conducta durante todo el período de detención.
En definitiva, lo más probable es que González tenga que completar toda la condena impuesta en la víspera o, a lo sumo, podrá salir de la cárcel local seis meses antes de alcanzar los 10 años, es decir a fines de octubre de 2024.