En el siniestro perdieron la vida, entre otros, Gustavo Ramonda, su hijo de 6 años y el socio del primero, Hugo Suárez
Comenzará hoy el juicio oral y público por la tragedia aérea ocurrida el 8 de mayo de 2005 en el que perdieron la vida seis pasajeros de un Piper, entre los cuales se encontraban los empresarios villamarienses Gustavo Ramonda y Hugo Suárez, el pequeño hijo del primero, David; mientras que el adolescente Joaquín Palacios, sobrino de Ramonda, sobrevivió al igual que otros dos viajeros.
La aeronave siniestrada era piloteada por Daniel Reynoso, también fallecido en el hecho, que se registró al caer la noche a unos 600 metros de una de las cabeceras de la pista del Aeropuerto Internacional Córdoba, en un vuelo en el que retornaban desde San Juan los integrantes del equipo de TC 2000 de la marca Toyota.
En el trágico episodio también perdieron la vida el piloto salteño Nicolás Vuyovich, que ese día había ganado la carrera, y el director deportivo la firma, Mario Corti.
En tanto, sobrevivieron a la caída, además de Palacios, el periodista Rodolfo Butta y el fotógrafo Fabricio Nicollier.
Tormenta
El fiscal que instruyó la causa, Maximiliano Hairabedián, recordó que al momento de aproximarse el avión a la pista se producía una fuerte tormenta y la visibilidad “era mala”, por lo que las condiciones del tiempo obligaban a cerrar el aeropuerto.
Sin embargo, el piloto inició las maniobras de descenso cuando se encontraba a 600 metros para llegar a la pista, por lo que “el avión ya estaba en el predio del aeropuerto, con la pista a la vista”, refirió el representante del ministerio público.
Fue durante esa maniobra que el ala derecha del avión tocó un tensor de una antena de radiocomunicaciones erigida dentro del predio del aeropuerto y fue ese impacto el que provocó que el aparato se precipitara contra la tierra y se destruyera completamente (foto).
Acusados
A 10 años del siniestro y luego de varias postergaciones, comenzará a ventilarse desde hoy lo ocurrido entonces en la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba.
En el banquillo de los acusados se encontrarán quien por entonces se desempeñaba como jefe del aeropuerto, el comodoro Hugo Argañaraz; el administrador de la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000, Adolfo Apesseche; y el meteorólogo que se encontraba de turno esa noche, Edgardo Mazzieri.
Los tres mencionados están imputados como presuntos autores de los delitos de “homicidio culposo” y “lesiones culposas”, en ambos casos “agravados por la pluralidad de víctimas”, figuras penales que prevén penas de dos a cinco años de prisión.
De acuerdo a la instrucción del fiscal, durante el juicio se debatirá sobre la supuesta demora en entregar el informe meteorológico y si la antena estaba o no en condiciones reglamentarias, especialmente si el tensor metálico era frangible (apto para romperse al ser embestido por el avión).
