Destinado a jóvenes laicos de entre 18 y 30 años
Visitaron la ciudad la hermana Maylis Debacque y un voluntario alemán que reside en la sede de Buenos Aires, emplazada en una villa. Intentan transmitir la experiencia de acompañar y asistir espiritualmente a las personas que se encuentran solas o en una situación de vulnerabilidad
El movimiento católico Puntos Corazón llegó a Villa María este fin de semana representado por la hermana Maylis Debacque, para difundir las actividades voluntarias para jóvenes laicos que realizan en 25 países del mundo.
La religiosa estuvo acompañada por Víctor Von Jagwitz, un joven oriundo de Alemania que reside desde hace 18 meses en Villa Jardín, Lanús (Buenos Aires), donde se ubica la sede argentina de la organización.
Desde el viernes y hasta el lunes pasarán por escuelas, grupos de adolescentes y diversos lugares para transmitir la experiencia de acompañar a “personas que están solas y sufridas, muchas veces en villas, pero también en hospitales o cárceles”, según afirmó la hermana que es nacida en Francia, pero vive en nuestro país desde hace seis años.
Así como reciben a voluntarios extranjeros en Buenos Aires, también capacitan a personas aquí para enviarlas a alguna de las misiones que tienen en las 40 comunidades distribuidas en el mundo.
Está destinado a jóvenes de entre 18 y 30 años, quienes deben contar con padrinos espirituales y económicos para recibir dinero durante su estadía en el país de la misión.
En el caso de Víctor, se inició dentro de Puntos Corazón a partir de lo que contaban dos de sus 11 hermanos, que habían realizado el voluntariado.
“Lo que me marcó mucho es ver que lo que se necesita es darse. Dios lo que quiere es que uno sea para otros, entregar el tiempo, la presencia y vivir el amor de Dios que es lo más lindo de la vida”, expresó.
“No aportamos una ayuda material, pero es algo muy simple, somos extranjeros, no conocemos el idioma ni la cultura, pero damos nuestro amor, nuestra presencia y nos damos cuenta que es lo que más necesita el hombre”, reflexionó Maylis.
La vida en comunidad, la vida de oración y de compasión son los ejes que atraviesan la formación y la misión en sí de Puntos Corazón. “Tienen que saber (los voluntarios) bien a qué se comprometen, no es todo rosado, hay muchas crisis en lo más difícil y bello al mismo tiempo, que es la vida en comunidad”, señaló la profesa, en referencia a la convivencia en un mismo hogar con el resto de los jóvenes que llegan para realizar una tarea similar.
En el tiempo que lleva en Argentina, Maylis se “impresionó por el amor que le tienen a (la Virgen) María. Por más que algunos no pongan un pie en la Iglesia, ella es su madre y la adoran”.
Puntos Corazón fue fundado en 1990 y tiene como misión acompañar a las personas más sufridas creando un lazo de amistad y confianza con ellas.
“A imagen de María al pie de la cruz de su Hijo, sus miembros intentan vivir la compasión y la consolación en todos los ámbitos de su vida”, explicaron.