
La suba del precio de las naftas fue recibida con ánimo dispar en la ciudad. El sector de los alimentos y productos básicos es el más alarmado por lo que pueda pasar

Tras el reciente aumento de precio de las naftas, solo un día después de que Cambiemos ratificara el apoyo popular en la urnas en las legislativas del pasado domingo, la pregunta surge sola y sin esfuerzo: ¿cómo va a impactar este aumento en el bolsillo del ciudadano de a pie en Villa María, Villa Nueva y la región?; más allá, claro está, del evidente impacto que tendrá el simple hecho de arrimarse al surtidor.
La respuesta, al menos por estas primeras horas, parece ser tranquilizadora, excepto en algunos espacios donde se mantiene el estado de alerta.
En cuanto al servicio taxis y remises, desde el sector aseguran que no habrá incremento de tarifa por este año ya que las unidades funcionan con GNC. Además, los aumentos debe autorizarlos el Concejo Deliberante y lo hace dos veces al año. Recién para marzo del año entrante podría haber novedades en este sentido.
Algo parecido ocurre con las empresas de Transporte de colectivos de mediana y larga distancia. Con el aumento que sufrió el precio del boleto hace poco más de un mes, no habrá, aseguran, más incrementos hasta el año que viene.
Cabe consignar que, al menos en un gran porcentaje, el incremento del boleto está estrechamente ligado a la paritarias, las cuales se están llevando a cabo por estos días. Y de allí, pasa al Ministerio de Transporte para ser aprobado.

En estado de alerta
Sin embargo, no todo el mar de dudas parece estar calmo.
Algunos sectores en los que el precio de sus insumos básicos de producción dependen en parte del transporte, permanecen en estado de alerta.
Néstor Mogica, titular de la Cámara de Panaderos de Villa María señaló que “aún no hemos resuelto nada, pero nos preocupa el aumento, porque no sabemos cómo va a impactar esto en los molinos, por ejemplo, que transportan la harina; por citar solo un insumo, pero muy importante. Nos estaremos reuniendo en las próximas horas, pero estamos en alerta”, señaló el dirigente a EL DIARIO.
“Los aumentos de combustible siempre terminan impactando en el precio, pero aún no hemos decidido nada”, abundó Mogica.
Algo similar ocurre con otros productos de la canasta básica cuyo precio está sujeto, precisamente, al precio del combustible: por caso, la leche, frutas, verduras, carnes…
Los peajes también son una incógnita por el momento, aunque hay consenso general en señalar que pronto esas dudas se despejarán. Y la aguja parece indicar que irá hacia arriba.
Media hora consultando automovilistas en los semáforos de las esquinas del ACA y la Terminal bastaron para testear que el humor general no es el mejor alrededor de los surtidores:
“Cada vez alcanza menos la plata”; “venís con un lilita (en obvia referencia al billete de 100 pesos) y ya casi ni sacan la manguera”; “tenemos la nafta más cara del mundo”, fueron algunas de las quejas que se repitieron tras la consulta de este medio.
La más cara del país
Por otra parte, vale señalar que la provincia de Córdoba vende la nafta más cara del país. Y esto tiene directa relación con el impuesto que la provincia cobra al combustible.
En Buenos Aires, todas las naftas son más baratas y cuanto más al sur del país nos vamos, menor es el precio del combustible.
Sin embargo, no todas las marcas cuestan igual. Eso no se ha modificado y Shell sigue en lo más alto del podio en cuanto a precio se refiere; luego le sigue Axion y unos centavos más abajo YPF, que es la más barata.
No obstante, vale mencionar que el precio de los combustibles, por marca, es uniforme en todo el territorio provincial, o al menos debería serlo.
En las primeras horas de este lunes, las principales empresas expendedoras de combustibles resolvieron llevar adelante la suba de tarifas previstas desde octubre.
Haciendo un repaso de los últimas 48 horas en relación al aumento de las naftas, vale recordar que Pablo Bornoroni, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines de Córdoba (Fecac), dijo a Cadena 3 que el aumento va de «un 10% a un 12%».
Según Bornoroni, en el caso de la nafta, la Súper se vende ahora a 24,27 pesos el litro, (un 10% de aumento) mientras que la «Infinia» alcanzó los 26,99 pesos por litro.
En tanto, el gasoil, que costaba 18 pesos pasó a costar 19,99 pesos el litro y el de mayor octanaje, el diésel premium que aumentó un 10% llegó a los 22,49 pesos.
“Se trata de aumentos que estaban previstos. Ahora cada petrolera establecerá el precio en su surtidor de acuerdo a su conveniencia. Cuando suba o baje el petróleo internacional, bajará o subirá el precio. En tanto, los consumidores elegiremos dónde cargar, precio, calidad y atención”, explicó el presidente de Fecac.
Este es el tercer incremento del año, luego de los de enero (8%) y julio (7,2% para las naftas y 6% para el gasoil).
Tras este ajuste, el litro de nafta súper en YPF, el más bajo del mercado, se vende a 21,71 pesos en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, mientras que la Premium asciende a 24,99 pesos.
Casi al tope en América Latina
Con estos nuevos valores, los combustibles en Argentina ocupan el segundo lugar entre los más caros de América Latina, según el reporte elaborado por el sitio especializado Global Petrol Prices (GPP).
De acuerdo con este listado, este listado, Uruguay se mantiene como el país más caro para llenar el tanque, con un valor de 1,55 dólar por litro de nafta (unos 27 pesos).
El segundo lugar corresponde a la Argentina, con un valor de referencia de 1,37 dólar por litro (ver gráfico).
En el otro extremo del listado se ubican Venezuela y Ecuador, con precios de 0,01 dólar y de 0,39 dólar por litro de nafta. Cabe destacar que ambos países subsidian fuertemente los precios de los combustibles a su población.