Dos individuos, tras reconocer su participación en distintos ilícitos, fueron condenados ayer en los Tribunales de Villa María.
La mayor pena le correspondió al cordobés Sergio Sosa, de 30 años, como autor de un robo calificado perpetrado el 6 de enero del año pasado en el que resultó damnificada la familia Erraski.
Sosa, quien por entonces hacía pocas semanas que había salido de la cárcel, ingresó a una vivienda cercana a la costanera y se apoderó de 7.500 dólares que se guardaban en un dormitorio.
El condenado intentó escapar por el río, pero fue atrapado por los agentes policiales, quienes también recobraron el dinero.
La audiencia fue presidida por René Gandarillas y el juicio tuvo carácter abreviado, toda vez que Sosa, como el otro imputado, reconoció haber participado del hecho delictuoso.
El otro individuo condenado, aunque a 17 meses de prisión, resultó ser Ariel Difebo, de 34 años, quien fue hallado culpable de robo simple, lesiones leves y violación de domicilio.
