Franco Quevedo recibió una sanción de tres años de prisión efectiva, mientras que Alexis Toloza pudo recuperar la libertad luego de que se le impusiera una pena en suspenso. La segunda audiencia fue presidida por la nueva camarista local Eve Flores
Un joven villamariense y otro oriundo de Oliva, pero con último domicilio en James Craik, fueron condenados ayer en los Tribunales de esta ciudad, en sendos juicios de trámite abreviado en los que el común denominador fueron los hechos de violencia de género que se les atribuían.
Se trata de Franco David Quevedo (26) y Alexis Maximiliano Toloza (23), quienes comparecieron en calidad de detenidos, aunque salieron del Palacio de Justicia de distinta manera, ya que el segundo pudo recuperar la libertad ni bien concluyó el proceso oral.
Otro dato saliente de la jornada fue el debut de la nueva vocal de la Cámara del Crimen, Ercilia Eve Rosa Flores de Aiuto, quien presidió su primera audiencia de debate tras haber jurado en Córdoba el pasado 2 de mayo. La magistrada cordobesa, quien viene de desempeñar un cargo similar en los Tribunales de Bell Ville, ocupa el lugar que a fin del año pasado dejó vacante por jubilación su par Silvia Saslavsky de Camandone.
Eve Flores (tal como se la conoce en el ámbito tribunalicio) le impuso a Alexis Toloza una condena de un año de prisión de ejecución condicional, luego de un acuerdo previo entre el fiscal Francisco Márquez y el abogado Manuel Antonio Toledo, de Oliva.
El joven convicto primario reconoció haber agredido a su expareja, Mariana Isleño, el pasado 28 de marzo, cuando la cruzó en una esquina craikense, pese a que tenía prohibido acercarse a ella por disposición judicial. En ese mismo episodio, le sustrajo a la joven el teléfono celular y fue detenido poco después.
En definitiva, Toloza fue declarado autor responsable de “desobediencia a la autoridad” (por incumplir una orden de restricción dictada 10 días antes), “lesiones leves” (le aplicó una cachetada) y “robo”. Pero la ausencia de antecedentes y la confesión lisa y llana de los hechos le permitieron acceder a una condena en suspenso y, con ella, recuperar la libertad luego de dos meses y medio.
Condena efectiva
En el otro juicio sustanciado en el quinto piso de Tribunales, el camarista Félix Martínez le impuso una condena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo a Franco Quevedo, producto de otro acuerdo al que momentos antes habían arribado el fiscal Márquez y el abogado defensor Gabriel Alfredo Cagnolo, de Noetinger.
El también convicto primario confesó los hechos de “amenazas calificadas” y “privación ilegítima de la libertad calificada” cometidos contra su expareja Adriana Parruccia, el 17 de septiembre de 2016.
Al igual que Toloza, Quevedo dijo estar “arrepentido” por el daño que le había ocasionado a la joven y pidió una “oportunidad” para reencontrarse lo más pronto posible con su familia.
Como ya lleva nueve meses entre rejas, está en situación legal de pedir la “libertad condicional”, aunque para que la misma se haga efectiva deberá haber observado buena conducta en la cárcel y aprobar una pericia psiquiátrica que indique que está apto para reinsertarse socialmente.