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Dos naranjas con semillas de poesía

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Dos naranjas con semillas de poesía
Beatriz Vottero y Natalia Mana, de la UNVM
Beatriz Vottero y Natalia Mana, de la UNVM
Beatriz Vottero y Natalia Mana, de la UNVM

Natalia Mana es alumna de cuarto año del Profesorado y junto con su compañera Daniela Rivarola llevan a cabo un particular proyecto pedagógico: difundir los poemas de Edith Vera por los colegios primarios de la ciudad.

“Con Daniela propusimos la idea a la Secretaría de Extensión y nos dieron el visto bueno -comenta Natalia-. El proyecto se enmarca dentro del programa “La Universidad en la calle”, y empezamos trabajando hace un mes con alumnos de cuarto grado de la Escuela Agustín Alvarez, en barrio Parque Norte. Ya vamos por el tercer encuentro. Si bien los chicos tienen muy poco contacto con la poesía, han recibido muy bien estos textos y ahora los están ilustrando. La idea es que ellos mismos escriban sus propios versos y se formen un concepto de la poesía a partir de Edith. Queremos presentar este proyecto en la Feria del Libro de Villa María la semana que viene. Aún no tenemos la confirmación oficial pero de momento sería para el sábado 10 de octubre, por lo que invitamos a participar a todos los colegios al Leonardo Favio”.

 

Vida y obra

Edith Vera nació en Villa María, el 27 de agosto de 1925. En 1945 egresó del Colegio Nacional con el título de maestra-bachiller y trabajó en diferentes poblaciones del interior. Tras un tiempo en Córdoba, regresa a su ciudad donde viviría hasta su muerte. En 1959 inicia sus estudios en el Profesorado de Jardín de Infantes. Fue maestra y directora del Nivel Inicial en la Escuela Normal Víctor Mercante hasta 1979, año en el que fue cesanteada. Impulsada por la profesora cordobesa María Luisa Cresta de Leguizamón, en 1960 Edith se presentó al concurso “Campaña para una buena literatura para niños”, organizado por el Fondo Nacional de las Artes y ganó el Primer Premio con poesías del que luego sería su primer libro, “Las dos naranjas”, publicado en 1969. Sin embargo, los poemas de este libro ya se leían en programas radiales y escuelas. Pero (al decir de Marta Parodi) “Edith sintió que había recibido el premio mayor cuando se enteró que una gran poeta chilena leía sus poemas a sus nietos: era Violeta Parra”.

Exesposa de un hombre considerado comunista e hija de un simpatizante del socialismo, Edith fue “marcada” por la última Dictadura Militar, cesanteada de su cargo en 1979 e inhabilitada para trabajar en Educación y Cultura en cualquier lugar del país. En 1983 con la reinstauración de la Democracia, el Ministerio de Educación le siguió prohibiendo su reingreso. A partir de entonces, la poeta optó por el aislamiento en su propio hogar al que, desde 1985, ya nadie pudo entrar. Edith escribió los poemarios “Las dos naranjas” (publicado en el 69); “La Casa Azul” (1972-73, publicado en 2001 por Ediciones Garabato); “La palabra verde y los caracoles (1978-79); “El conventillo verde” (1983-84); “Del agua, de los pájaros, de los cielos, y de los quehaceres terrestres” (1993); “Palabra”, “Láricas” y “De recetas y testamentos” (1994). La editorial villamariense Radamanto publicó sus poemarios “Pajarito de agua” (1997); “El libro de las dos versiones” y “Cuando tres gallinas van al campo” (1998). En cuanto a su narrativa, sus cuentos “Ratita Gris y Ratita Azul” y “De pata en pata, de pico en pico, de ala en ala” fueron publicados en un mismo libro por Propuestas Ediciones en su colección Cuentos de la Vereda en 1977. Y sus “Tres cuentos en tres nidos” formó parte de la Colección Dulce de Leche en 1995, que se entregaba junto al diario La Voz del Interior.

En los años 80, la fama de Edith llega a nivel mundial. Leyó sus poemas como invitada en Chile, Paraguay, Alemania y Yugoslavia. En 1996 apareció “Con trébol en los ojos – Vida y obra de Edith Vera”, de Marta Parodi (Ediciones Plus Ultra), único homenaje en vida que se le tributó. Edith murió en 2003 en un geriátrico local, en absoluta soledad. Antes, había donado su casa a la Municipalidad de Villa María para ser usada como “Centro Cultural” y “Casa del Poeta”, pero su última voluntad jamás fue cumplida.

 

*

Soy necesaria al ponerse el sol

porque ¿quién vigilaría las estrellas?

¿quién miraría si cada trébol plegó sus hojas?

¿quién apagaría los fuegos encendidos?

¿acaso te preocuparía el ladrido lejano

            de algún perro solitario?

Ya ves, ése es el momento

            de mis preocupaciones.

Y camino como si llevara atadas a mi cintura las llaves de la noche.

 

(Poema inédito)