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Dudas que no podían resolverse

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Dudas que no podían resolverse
Gómez y Boaglio

Balance 2017 – Las tribunas de Cuentas hablaron sobre sus dictámenes

Mariela Boaglio dijo que le faltó información que había solicitado a la Secretaría de Economía para hacer un análisis completo; Patricia Gómez indicó que no encontró “nada raro”

 

Mientras que el presidente del Tribunal de Cuentas, Julio Oyola, y la tribuna de la oposición, Patricia Gómez, emitieron sus dictámenes sobre el balance de 2017, la tribuna Mariela Boaglio se abstuvo.

Consultada por EL DIARIO, Boaglio señaló que se abstuvo porque había dudas que no podía resolver.

“Para no hablar al vicio, como no tenía toda la documentación necesaria que me despejara las dudas, me abstuve. No tuve información que pudiera echar luz sobre eso, entonces no pude avanzar”, afirmó.

“Hubo un cúmulo de información que a principio de año pedí porque me daban a mí un marco para un análisis, nunca fue aportada y eso me hubiese servido para ir cruzando datos”, explicó.

“Yo tenía que emitir un voto sobre el ejecutado del cuarto trimestre en el que también me abstuve, entonces, como no tengo cerrado ese cuarto trimestre, tampoco puedo opinar sobre el balance, por eso terminé absteniéndome. Es decir, hay un informe previo al del balance en el que estoy advirtiendo que no tengo todos los elementos para expedirme”, amplió Boaglio.

“La información se la solicité a la Secretaría de Economía y era relativa a órdenes de pago y otras cosas referidas a las entradas y salidas de fondos, o ingresos y egresos”, precisó.

“Cuando me expedí, dije que me abstenía en razón de no haber podido resolver las dudas en la anterior oportunidad. Otra observación que hice es sobre cómo se exponen los proveedores”, concluyó.

 

Vergonzoso

En su dictamen, la tribuna Gómez señala que analizó “cada parte del Balance correspondiente al ejercicio contable de 2017 con el fin de cumplimentar lo ordenado por la COM, y aportar las herramientas necesarias  para que el Concejo Deliberante dé  tratamiento y emita su voto”.

Que de ese análisis resultó que el balance “representa razonablemente la situación patrimonial al 31 de diciembre de 2017”.

“El Balance es una fotografía del estado contable en un momento determinado, coincidían las cuentas, no le encontré nada raro, que me llamara la atención, ni fuera de lo legal. Analicé cada cuenta, hice mi dictamen y le di las herramientas al Concejo para que lo tratara y decidiera si aprobaba o no el Balance”, sostuvo Gómez.

“Esperaba que este año lo trataran, pero no, y me parece vergonzoso, una falta de respeto para toda la ciudadanía. Creo que deberían ponerse a analizarlo, que digan lo que les parece, pero que lo analicen y lo sometan a votación, porque es lo que corresponde”, enfatizó.

“No puede salir aprobado fictamente otra vez, es una barbaridad, una desconsideración”, finalizó.

 

La oposición responsabiliza al oficialismo, que mucho no justifica: las cuentas de Gill y la última de Accastello, sin aprobación expresa

El Concejo Deliberante incurrió en una grave falta por no tratar los balances anuales del municipio, sin que el oficialismo se ruborizara por esto.

La Carta Orgánica Municipal es clara en su artículo 69 cuando establece que el órgano legislativo debe expedirse sobre el Balance y la Memoria Anual en el término de 30 días de recibido, considerándose que los aprueba si no los observa o rechaza dentro de ese plazo. Y se agrega que “la reiteración de aprobaciones fictas se considerará falta grave”.

Precisamente, el Legislativo cayó reiteradamente en esta postura porque es la tercera vez consecutiva que sucede. Así, quedaron aprobados solamente por no haber sido rechazados u observados dentro del plazo previsto. El solo paso del tiempo avaló el último Balance de la gestión de Eduardo Accastello y los dos primeros del mandato de Martín Gill.

Sobre las razones hay especulaciones varias. Y hay un dato curioso: una de los tres integrantes del Tribunal de Cuentas, Mariela Boaglio, perteneciente al grupo del exintendente, se abstuvo de opinar sobre las cuentas en el dictamen, hecho que remarcó la presidenta del bloque de ediles de la oposición, Gisele Machicado.

Para la concejala del Frente Cívico está claro que con esta nueva aprobación ficta “se incumple a los deberes de funcionario público”.

Por un lado, porque “están obligados a remitir documentación y en ese sentido el Tribunal no mandó todo lo necesario”, y, por el otro, porque “no hubo ninguna predisposición de la bancada oficialista en tratarlo, si no ellos mismos hubieran convocado a comisiones de Hacienda y no a petición de la oposición”.

En este aspecto abonó que “convocaron a la segunda reunión de Comisión de Hacienda por la tarde, cuando siempre fue a la mañana, y fue el jueves después de la sesión, justamente para que se dé la aprobación ficta”. Esa comisión está presidida por Verónica Navarro, la extitular de Economía y pareja de Accastello.

Consultada por EL DIARIO, Machicado detalló que el Tribunal de Cuentas solo giró uno de los tres documentos solicitados por todos los bloques, que pidieron el dictamen del ejecutado en el tercer trimestre, y lo referido a los institutos municipales de Vivienda y de Inversión.

“Y no convocaron a la contadora Lucarelli (la secretaria de Economía del municipio), una vergüenza”, añadió.

Desde la bancada del justicialismo, Carlos De Falco, su presidente, no tuvo mucho para argumentar. Primero resaltó que no es el presidente de la Comisión de Hacienda y luego sostuvo que “un plazo de 30 días es muy exiguo”, criticando el término dispuesto por Carta Orgánica.

“Está aprobado fictamente e incluso  se puede aprobar después, es una de las alternativas”, arriesgó. Cuando se le planteó que se trata de una falta grave, evaluó que “lo grave es no tratarlo, acá se trató, pero no hubo uniformidad de criterios”. Se presume que se refirió al abordaje en comisión, ya que si se tiene en cuenta el tratamiento en el recinto esto nunca ocurrió.

Por su parte, abordada en la víspera por este medio, Navarro interpretó que más allá de que se puede señalar que hubo aprobación ficta, “el Balance está en tratamiento y puede llegar a ser aprobado luego expresamente”.

Ante la consulta, justificó que no se cumplió con los términos de la COM para su aprobación por no haberse llegado a un consenso con la minoría en la Comisión de Hacienda, por lo que en ese marco no podía bajar el proyecto al recinto porque no estaban los avales necesarios.

Diego Bengoa