Se levantará sobre el frente de la Plazoleta Mundial 78, en calle San Luis al 400. Para ello, se demolió una casa de un plan obrero de cuatro viviendas

Con la demolición de una casa perteneciente a un plan habitacional que llevó adelante el exintendente Salomón Deiver, nacerá un edificio en la manzana de la Plazoleta Mundial 78.

La nueva torre cambiará notoriamente el paisaje de un sector tradicional y vistoso de la ciudad, en el barrio Centro sur. Se trata de la cuadra de San Luis al 400, en el acceso al puente Juan Bautista Alberdi y a poco más de cien metros del río Ctalamochita.

La vivienda que da sobre Rivadavia fue demolida en estos días. Allí vivía desde el año 1986 la familia Aguada. Tamara, una de sus integrantes, confirmó a EL DIARIO que vendieron la casa y que en el lugar se levantará un edificio.

“Mis viejos, que venían de vivir en Villa Nueva, se la compraron a Pedro Baggini en el 86”, recordó.

La joven dijo desconocer las características del inmueble que nacerá allí, pero una fuente del rubro inmobiliario confirmó que el espacio fue adquirido por Lito Albert y que se hará un edificio de 11 pisos, aunque vecinos dijeron a este diario que creen que tendrá sólo tres.

Plan para obreros

Según el libro “Plan de desarrollo de la ciudad de Villa María”, de la Escuela Normal Víctor Mercante (ENVM) e Instituto Secundario Bernardino Rivadavia (ISBR), el intendente Salomón Deiver construyó las primeras cuatro de una serie de casas en esa cuadra como forma “de contribuir a la producción de trabajo para combatir el entonces afligente problema de desocupación de la clase obrera”. Así surgió el “primer núcleo de cuatro casas económicas”, cuyo plan se inició en 1941. El 16 de abril de 1942 se adjudicaron las mismas, vendiéndose “a razón de cinco pesos mensuales sin interés y en un plazo de 25 años”.

De las familias que habitaron originariamente las unidades habitacionales, sólo queda una. En tanto, con la reciente demolición ya desaparecieron dos porque años atrás se tiró abajo una de las residencias y hasta la actualidad es un baldío. Todas las casitas, tanto las ya desaparecidas como las que siguen en pie, fueron modificadas y su fachada no era la misma que en principio.

El historiador Jesús Chirino, en una nota publicada el 1 de junio de 2014 en este diario, recordó este plan y especificó que, en ocasión de responderle “al presidente del Centro Comercial de Rafaela, Deiver señala que las mismas habían sido levantadas en terrenos de propiedad municipal de 11 metros de frente por 22 de fondo”. En aquella publicación refiere a la situación de desempleo y pobreza existente y se apunta que la ciudad tenía, por entonces, alrededor de 40 mil habitantes.