Está situado en barrio General Paz y abrirá de jueves a domingo, con un menú gourmet y un entorno acorde. El intendente invitó a la Agencia Córdoba Turismo a visitarlo
El pasado jueves fue inaugurado el primer restaurante-escuela de la ciudad.
Se denomina Apicius, el primer restaurante gourmet y fue creado por la Escuela de Gastronomía Capacitar, cuyos alumnos realizarán allí pasantías rentadas.
Está situado en Cárcano 476, a poca distancia del río Ctalamochita, y ocupa el subsuelo, la planta baja y el primer piso de un nuevo edificio de departamentos.
Tras su presentación en sociedad, hasta el domingo venidero el local recibirá a invitados para que degusten las especialidades que contendrá el menú y den su opinión al respecto.
La apertura al público en general se producirá en la noche del jueves 22. En una primera etapa, Apicius abrirá de jueves a sábados por la noche y los domingos al mediodía. Tiene una capacidad para 60 personas en la planta baja y otras tantas en el salón del primer piso, que se ofrecerá además para eventos, reuniones empresariales, fiestas, etcétera.
El jefe de cocina es Mariano Suárez, un experto que pertenece al staff de gastronomía del casino Trilenium, en Tigre.
Al hablar en la inauguración, la directora de Capacitar, Wilma Haydeé Rostagno, explicó que la idea del restaurante-escuela la trajo de Italia su hijo Germán Schoulund, fallecido en 2007.
También dio sus impresiones el intendente Martín Gill, quien fue compañero de estudios primarios de Germán. “Esta inauguración es un hecho trascendente para la fundación de la escuela y para la ciudad, porque viene a innovar, a crear y a perfeccionar”.
El jefe comunal resaltó asimismo que Capacitar “está creando numerosas fuentes de trabajo, con cada espacio gastronómico que abren sus egresados”, y comparó a la academia de cocina con la Incubadora de Empresas que montó la Municipalidad, como “una incubadora para la industria del turismo”.
Al respecto, anticipó que ha invitado a las autoridades de la Agencia Córdoba Turismo para que visiten el restaurante y lo incluyan en su agenda de atractivos. También ofreció el apoyo del Ente Deporte y Turismo, cuyo titular, Marcos Bovo, también participó de la inauguración. Las instalaciones fueron bendecidas por el sacerdote Ariel Manavella.
El cóctel fue amenizado por Sergio Alonso y Susana Hostar, un dúo de saxo y piano del Conservatorio Felipe Boero, y según se anunció, la presencia de la música será habitual en Apicius. El público asistente pudo paladear numerosos platillos preparados para la ocasión. Muchas cazuelas con frutos de mar, ñoquis y demás delicatesen circularon sin cesar sobre las bandejas, complementadas por novedosos tragos que además de lo previsible contenían jengibre, albahaca, mango, almíbares especiales y otros ingredientes menos comunes.
El diseño del local fue responsabilidad de la arquitecta Jorgelina Roganti, quien describió a EL DIARIO que Apicius presenta varios sectores diferentes, partiendo de una zona de acceso de estilo bohemio, que da ingreso a un gran salón presidido por la intensidad de una garganta de luces y rodeado por gigantografías con paisajes de distintos lugares del mundo, haciendo alusión a la variedad de orígenes de las comidas que se ofrecerán. A un costado se ubica un acogedor patio y se espera tender mesas en la vereda del complejo, desde el cual se divisa la zona circundante al Reloj de Flores.
Roganti resaltó que el propietario del inmueble, Jorge Manzur, dio en comodato a Capacitar el comedor “buscando que en Villa María se contara con un local gastronómico que exprese lo mejor de lo mejor en esa materia”.
La arquitecta recordó que en todo el edificio se ha aplicado un concepto ecoenergético, según el cual se reutiliza el agua de lluvia para riego y limpieza, entre otras innovaciones.
El nombre del local evoca a Marco Gavio Apicio (en latín, Marcus Gavius Apicius), un gastrónomo romano del siglo I después de Cristo, supuesto autor del libro “De re coquinaria”, que constituye una fuente para conocer la gastronomía en el mundo romano. Vivió durante los reinados de los emperadores Augusto y Tiberio.
Apicius era conocido sobre todo por sus excentricidades y una enorme fortuna personal que dilapidó en su afán por hacerse con los más refinados alimentos, elaborados en complicadas recetas, algunas atribuidas a él, como el foie gras, obtenido del hígado de gansos alimentados con higos. Su desmedido epicureísmo le granjeó la antipatía de los estoicos contemporáneos suyos como Séneca o Plinio el Viejo.
Apicio no fue, sin embargo, el primer autor del mundo clásico que dedicó una especial atención a la gastronomía, pues sabemos que en Grecia numerosos autores dedicaron a este género varios tratados antes que él.
La primera edición impresa de “De re coquinaria” se realizó en Milán en 1498, edición de Guillaume Le Signerre. Sin embargo, se duda de que Apicius sea realmente el autor de esta obra que nos llegó a la época actual.