Señor director:
No tenemos talento de escritores, pero humildemente con estas sencillas palabras queremos darles las gracias de todo corazón a los doctores Romina Coria, Ariel Segura, Mingo Medina y, a través de ellos, a todo el personal médico y paramédico de la Clínica Marañón, por los cuidados, dedicación y respeto brindados a nuestra mamá, la señora Lucía Capellino, quien estuvo acompañada con amor y profesionalismo en la última etapa de su vida.
Les deseamos muchas bendiciones, que Dios los ilumine en salud y sabiduría cada día, para que con dedicación y amor sigan transmitiendo a sus discípulos el saber y los pacientes tengan la fortuna de disfrutar de médicos que aman la medicina.
Desafortunadamente, nuestra mamá se ha ido, pero seguiremos pregonando que en los tristes momentos vividos nos vimos acompañados por excelencia profesional y humana.
“Cumplir con su labor más allá de lo que el juramento les dictamina, los convierte en personas honorables”.
Muchas gracias.
Familia Berti
Nota de la Redacción: la familia remitió una carta de similares conceptos dirigidos al doctor Daniel Brusoti,
de Pasco.