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El campeón recuperó la memoria

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El campeón recuperó la memoria
Las felicitaciones son para Demarchi, autor de un gol importante en un partido que Rivadavia tenía que ganar

LIGA VILLAMARIENSE – Apertura – 9na. fecha – Zona B

Con un 2 a 0 contundente, Rivadavia logró volver a sonreír ante su gente y se perfila de la mejor manera rumbo al clásico cabralense. Anotaron Demarchi y Albiero

Escribe: Daniel Rodríguez
ENVIADO ESPECIAL

Como cobijados por un enorme telón celeste cielo, los equipos salían a la cancha con hambre de victoria. Tanto Rivadavia como Atlético Ticino querían los tres porotos en juego; todo esto era vital para poder acortar distancias con respecto a un Alumni que cada vez se elevaba más y más en la cima de la zona B.

 

Inicio vertiginoso

Los primeros momentos de juego fueron más bien de análisis. La visita tenía volumen de juego, pero le costaba muchísimo enhebrar una jugada de peligro real de cara a Marcelo Berardo, quien tuvo una tarde magistral.

En tanto, los dueños de casa se plantaron con una muralla en el fondo (por momentos tres, por otros cuatro) arrojando al aire todo lo que tuviera una forma redonda.

Nicolás Gayoso, ubicado como extremo izquierdo, comenzó a asociarse con el Pulga Villagra y con Maximiliano Demarchi, hasta que pudieron -en los primeros contragolpes- hacer mella en los dirigidos por Germán Vicario. Ya a los 12 minutos del primer tiempo, Pascual Gudiño envió un cabezazo envenenado que se fue cerquita del arco defendido por Alejandro Carnino.

Sólo un par de minutos más tarde, a los 24, tras un córner de laboratorio, Diego Villagra (en posición de extremo) envió un centro perfecto al corazón del área que fue bien desviado por Demarchi para abrir el marcador en el inicio del cotejo.

El duelo comenzaba a tomar color. Pero, en el medio, Gozzerino no lograba conectarse fluidamente con el Peto Villagra, generando un quiebre en el mediocampo local que se notó bastante.

Entre tanta lucha, siendo este un partido de dientes apretados, los roces no se hacían esperar y Marcos Páez, encargado de impartir justicia, comenzó a tener una tarde atareada que completó con cuatro expulsados y varios amonestados.

Los albirrojos estaban obligados, en este primer tiempo, a empardar la serie y sí que tuvieron chances para hacerlo, pero tanto Nicolás Pedernera como Gudiño hacían difícil dicha faena. Con un Bianchi movedizo en el mediocampo más un Bértola que llegaba hasta el fondo, pero sufría al momento de repartir, Atlético Ticino sufría. Y cuando por fin éstos últimos podían ingresar en cercanía de la línea de fondo, allí estaba Berardo con la seguridad que lo caracteriza.

 

Segundo acto

Al momento de verlos emerger del túnel que tiene el estadio de Rivadavia, más de uno presumía que tal vez los planteos podrían cambiar; mas no fue así. Retornaron los mismos 22 y el trámite fue una fotocopia de la primera etapa. Es más, ahora se acentuaban las imprecisiones y los pelotazos a la nada.

Tras la expulsión de Villegas por doble amonestación (en la visita), Marcelo Santoni (DT del último campeón) decidió hacer el enroque de Nicolás Gayoso por Demarchi y el punta perdió protagonismo. En tanto, las tarjetas amarillas seguían apareciendo en medio de una batalla que ya se había picado desde temprano. Más tarde, también vería la roja Fabián Martínez por doble amonestación (en Rivadavia). Aún así, con un hueco en el mediocampo, Bertola, Bendazi, Páez y Monje poco pudieron asociarse, ya que la presión de la última línea del local era casi asfixiante. De igual manera, la visita proponía: a los 10’ del segundo tiempo Berardo (por enésima vez) le retuvo un disparo de gol a Ayrton Páez. Lo mismo hizo con otro remato bien bajo y esquinado de Bértola y con un disparo de tiro libre, en tres cuartos de cancha, ejecutado nuevamente por Páez que dio en el palo derecho del portero; el cual luego retuvo sin rebote un nuevo remate (en la misma jugada) de Bértola. A los de blanco y rojo no se les daba.

En tanto, gracias a su efectividad más una desatención del fondo visitante, el anfitrión pudo estirar su ventaja: tras una mala salida, a los 19’ Tadeo Albiero la recogió en la puerta del área y perfilándose sobre su costado izquierdo disparó cruzado y la ubicó bien lejos de Carnino para poner el 2 a 0 final que iba a ser el definitivo.

 

Un tercer tiempo

Todavía quedaba resto para que Ticino intentara descontar y cambiar su esquema táctico. El DT mandó a Bechero y Ostera a la cancha, pero no tuvieron el peso necesario para que las tablas se movieran. Sólo se sumaron en lo anecdótico dos expulsiones más; sumándole temperatura al estadio: Diego Villagra en Rivadavia y Ayrton Páez también debieron irse antes rumbo a las duchas.

En tanto, hubo un espacio a los 29’ para que Maximiliano “Ojito” Páez (ingresó por Albiero) casi celebrara el tercero; mas el portero estuvo atento y sacó dos mano a mano seguidos.

El campeón recuperaba la memoria y su gente lo celebraba. No así Santoni, quien solicitaba mayor atención en el fondo y recién pintó una sonrisa en su rostro cuando sonó el pitido final. Hacía bastante tiempo que los cabralenses no sumaban de a tres y este partido era especial para empezar a cambiar la historia, ya que los espera Colón en la próxima estación; la décima fecha.

 

La figura

Maximiliano Demarchi

Con buen tino supo posicionarse para interceptar un centro y transformarlo en gol, aunque después se fue desdibujando. En tanto, Marcelo Berardo (arquero local) cumplió y fue un pilar fundamental para que a Rivadavia no se le escapen los tres puntos.

 

El árbitro

Marcos Páez

De trámite discreto. En un partido picado, no se complicó con las divididas y las especulaciones y pitó los roces, algo que tal vez le quitó fluidez al partido, que se vivió muy cortado. No tuvo sobresaltos, ya que el partido no tuvo polémica.