Silvio Pellico venció 2 a 1 de local a Yrigoyen y le arrebató la punta. Ledesma y Alfio Demarchi anotaron los goles del local, que dio vuelta el marcador tras empezar perdiendo por el tanto de Morre en el visitante
Escribe Juan Pablo Morre
Un triunfo vital, de esos que se remarcan desde todos los ángulos, logró ayer Silvio Pellico, que extendió su “paternidad” sobre Yrigoyen, le ganó 2 a 1 de local y de yapa le arrebató el primer puesto de la Zona Centro.
Para más aliciente, sumó de a tres tras dar vuelta un marcador adverso con un libreto táctico y estratégico aplicado y práctico, pero también porque fue perspicaz en las distracciones que ofreció el rival que, tras cinco partidos, dejó su invicto y el liderazgo en cancha del “Canario”. Y que también masticó la bronca –justa– con el arbitraje, que no le cobró un penal claro (y expulsión) en el amanecer del juego, que tal vez hubiera decantado otro trámite.
Pese a las bajas considerables (Pauletti, Nicolás García y Diego Pereyra, todas por lesión), Hipólito Yrigoyen captó la iniciativa, controló pelota y campo y, principalmente, fue superior a través de su postura de juego asociado y dinámico, como así también punzante en ataque a través del desequilibrio y velocidad de Natanael Guzmán.
Por lo que, a los 11’, Esteban Oliva intentó con tiro al primer palo que contuvo bien su hermano Ezequiel (arquero del local) en dos tiempos; a continuación, el arquero “canario”, en un pelotazo largo que Guzmán no dio por perdido, resbaló en una acción dividida y le cometió un claro penal al atacante rival al cruzarle el brazo para que no avance al gol.
Sin embargo, el referí Mancilla, ubicado lejos de la acción, equivocadamente no cobró la infracción, impidiéndole al visitante una clara chance de abrir el marcador y, principalmente, el arquero continuó en cancha (por la falta debía recibir roja por último recurso) y, en la parte final del juego, fue principal figura.
De todas maneras, más allá de la queja habitual, Yrigoyen no salió de su eje, continuó buscando y abrió el marcador, sobre los 17 minutos, y posteriormente a que Barengo se perdiera su gol al definir alto dentro del área chica tras excelente centro de Alfio Demarchi.
En acción que nació en un robo de Depetris en propio campo, los dirigidos por Gustavo Miranda hilvanaron una notable acción colectiva y con mucha velocidad que armaron Nieva, Morre y Guzmán. Este último, en los últimos metros, dejó atrás un par de marcadores y, dentro del área chica, mandó el pase atrás que Morre culminó con tiro cruzado, anotando el 1 a 0. Golazo.
Igualmente, el “Canario” despertó tras ese gol. Ubicó a Morales por izquierda para desequilibrar y ello le surgió efecto rápidamente. Entonces, a los 25’ y tras hacer rápido un saque lateral, Morales se escapó por izquierda y mandó un centro perfecto a la cabeza de Ledesma, quien colocó el balón por encima de Marengo y anotó el veloz empate.
Con el 1 a 1, el trámite se equilibró y se tornó más a lo planteado por el local, que empezó a ocupar mejor los espacios en campo propio y a buscar con mayor asiduidad a sus atacantes que, en sus respectivos roles, mostraron un crecimiento en el juego y le generaron inconvenientes a la última línea del visitante. “Pelado” Ledesma, para más, envió un cabezazo apenas desviado (tras el córner enviado por Margaría), en la última chance de real peligro que mostró el primer tiempo.
Ya en el complemento, y cuando Yrigoyen otra vez se aprestaba a tomar el control del partido, sobre los 13’ Silvio Péllico encontró el gol de la victoria, que tuvo su polémica. Alfio Demarchi, quien ayer ejecutó con mucha certeza la pelota parada, envió un tiro al arco buscando el palo más lejano del arco defendido por un Marengo que apenas alcanzó a rozar una pelota que impactó en el travesaño, y luego dio en Peralta, introduciéndose, previo al despeje, dentro del arco. Y así lo convalidó el primer asistente Peralta y lo certificó el referí, ante la queja de todo Yrigoyen y, en la protesta, se fue expulsado el DT Gustavo Miranda.
Al 2 a 1 el “Canario” lo defendió con uñas, dientes y notable esfuerzo colectivo, muy bien apuntalado por la dupla Margaría y Bernardi. Por lo que, ante un Yrigoyen que insistió ante las urgencias del marcador adverso, se vio innumerable cantidad de centros o tiros libres al arco defendido por Ezequiel Oliva.
El uno local, tras mostrar fragilidades en los primeros remates (en uno mal cálculo y la pelota, enviada por Morre, dio en el palo), se asentó en los últimos minutos y, con destacadas intervenciones, le permitió sostener la ventaja al “Canario” que con el 2 a 1 sellado tras el pitazo final, celebró con toda euforia. No era para menos. Silvio Péllico mira a todos desde arriba, como lo pidió su capitán en la “arenga” previo al juego, y valió el festejo.
Dos intervenciones suyas derivaron en los goles de su equipo; en el PT, centro perfecto a Ledesma y, en el ST, recibiendo la infracción en la acción del tanto polémico de tiro libre. Además, el arquero Ezequiel Oliva, pese a sus altibajos, terminó protagonizando cuatro atajadas determinantes en el cierre del partido.
El árbitro: Lucio Mancilla
Empezó la tarde obviando un clarísimo penal de Ezequiel Oliva sobre Guzmán y ello no le dio garantías en sus siguientes fallos, acertados o no. En el gol del triunfo del “Canario”, se apoyó en la decisión del primer juez, Jorge Peralta, quien convalidó el tanto.