El abogado Marcelo Silvano habló con EL DIARIO sobre el ingreso a los boliches y sobre los juicios a favor y en contra de la Municipalidad: “Muchos son a favor”
gestión de Reinaldo Navarro. Dijo que buscará ayudar a la comuna desde su rol
El flamante secretario de Legal y Técnica de la Municipalidad de Villa Nueva, Marcelo Martín Silvano, anticipó que la comuna sancionaría a boliches que usaran el derecho de admisión por cuestiones de raza, color de piel, religión o cuestiones de esa naturaleza, pero consideró que tienen derecho a no permitir el ingreso a personas que generen disturbios en los locales.
En diálogo con EL DIARIO, habló de los frentes judiciales abiertos que tiene el municipio. En ese sentido, destacó que hay muchos procesos a favor “por cobro de impuestos, que van a la Dirección de Procuración, que depende de mi área” y que también existen juicios contra la Municipalidad en los que en la mayoría de los casos la comuna aparece como responsable solidariamente.
“Se dan, por ejemplo, por un choque que derivó en que el automóvil se cayera en un pozo”, graficó.
Cuando se le preguntó cuáles expedientes están cerca de una sentencia, recordó que existe “un juicio grande que está concluido en el que tres empleadas accionaron contra la Municipalidad, algo que viene de la época de (Marcelo) Frossasco y a lo que veremos de darle solución”.
En ese sentido, destacó que rige la ordenanza de emergencia económica “por lo que teóricamente el municipio tendría algunas cuestiones legales con las cuales defenderse”.
El resto de los procesos en contra comprenden casos de “empleados que iniciaron acciones, pero ninguno de envergadura”.
Consultado sobre el conflicto que existió con la disco Aruba, de la cual es abogado, explicó que “está todo cerrado porque luego de estar litigando durante casi dos años y medio concluimos que no había casi ningún inconveniente de los que el municipio consideraba en ese entonces como razones para clausurar el boliche”. “Nosotros creíamos que no existían esas razones, se llegó a un acuerdo y el juicio está cerrado”, confirmó.
Se le planteó entonces qué ocurrirá en caso de que se originen controversias con dos de los tres boliches de la ciudad, de los cuales es su representante legal. Respondió: “Si hay algún conflicto con el municipio, tengo que defenderlo poque soy secretario de Estado, pero trataremos de que no haya problemas ni con los boliches ni con nadie. Si (las discos) cumplen con las normativas legales y con lo que se les pide, no habrá problemas”.
En este marco, resaltó que “con Quinoto en los últimos 10 años no ha habido problema, con Ciro tampoco y con Aruba hubo alguna cuestión que nosotros considerábamos medio caprichosa, ante la cual la Justicia terminó dandole, entre comillas, la razón al boliche, porque si bien no falló, se le otorgaron las medidas cautelares para que funcionara y el lugar se adecuó a lo que el municipio le iba solicitando”.
“Con diálogo se llega a buen puerto en todos los casos, incluso en los procesos judiciales”, sostuvo el letrado.
La noche y la admisión a locales
En ese contexto, se le preguntó si los boliches tienen derecho de admisión. “Eso se tiene que manejar con un criterio lógico; si se plantea por cuestiones de piel, raza, religión o algo por el estilo, evidentemente llevaría automáticamente a una sanción por parte del municipio y se sancionaría conforme a la ley”, precisó, pero aclaró que “si se da porque el fin de semana anterior la persona peleó dentro del boliche o hizo lío, evidentemente por ese lado no es que se ejerce un derecho de admisión, sino que no se deja entrar a una persona que te rompe todo”.
Ante una pregunta, explicó que “el policía adicional no está autorizado para prohibir el ingreso a nadie” a una disco, sino que esa es tarea “del personal privado”.
Según Silvano, “normalmente entra todo el mundo, hará cinco años hubo problemas en Quinoto y he ido a hablar con el dueño, quien conversó con la gente, les dijo que se quedarantranquilos y hasta les regaló entradas gratis de un mes. Hay cosas que el dueño no puede manejar porque no puede estar en la puerta y en todos lados. En ese momento le dije que retara al empleado que no dejaba entrar”.
