El hombre que ocupará el Sillón de Pedro Viñas desde el 10 de diciembre próximo está convencido de que Villa María es “una ciudad de emprendedores”. Ofrece varios ejemplos sobre los que basa esa creencia y casi les pone nombre y apellido. También sostiene que la ciudad ha conseguido un “liderazgo regional” desde que “produce más de lo que necesita”. A partir de esas y otras condiciones, asegura que tiene “un potencial enorme”. Habla del rol que debe desempeñar el Estado para posibilitar el crecimiento. Gestionar en función de ello, acompañar e incentivar al sector privado… Y otros desafíos
A tres meses de asumir la Intendencia de la ciudad, Martín Gill profundiza en el diseño de las acciones que quiere llevar adelante y va definiendo el organigrama del Ejecutivo desde donde se implementarán. En el diálogo con Peso Específico no anticipó medidas concretas, pero esbozó el pensamiento desde el cual se conciben en este tiempo de transición.
–Cuando observa a Villa María desde el punto de vista económico, ¿qué es lo que ve?
-Veo una ciudad emprendedora; de emprendedores…
–¿Le parece?
-¿Que si me parece? En esta ciudad hay un empleado metalúrgico que hoy le da trabajo a 200 personas; hay un cadete de un comercio que hoy tiene una de las tiendas de ropa más importantes; hay un trabajador de una ferretería que hoy es el propietario del establecimiento más grande del rubro en la región… La vocación emprendedora está presente en la mayoría de los casos. Las principales empresas de la ciudad surgieron de un emprendedor, no de un capitalista. Entonces, tenemos valores que queremos profundizar, como ese de ciudad emprendedora, ciudad del trabajo, del valor agregado, de liderazgo regional…
–¿Cómo se consigue?
-Lo que digo es que son valores que ya tenemos y que queremos profundizar. Además, hay un liderazgo regional desde el momento que producimos más de lo que necesitamos. En el casco céntrico, el 50% de las operaciones las concretan vecinos de la región; en las clínicas, sanatorios y el Hospital, más del 50% de los pacientes son de la región; en la Universidad, por ejemplo, tenemos entre el 60% y el 70% de estudiantes que no son villamarienses… Son datos que surgen del diálogo que venimos sosteniendo con los distintos sectores. Reitero, el rol de liderazgo regional ya se cumple, se fue construyendo en los últimos 16 años y a esto lo reconocen quienes acompañan nuestro proyecto político y quienes no. Del mismo modo, nosotros reconocemos que las cosas se dieron con un modelo de gestión, pero también con el trabajo de los vecinos. Ese esfuerzo compartido es el que permite que hoy todos sepan que Villa María es una ciudad de oportunidades, una ciudad con un enorme potencial.
–Entonces, la pregunta es ¿cómo se profundiza?
-Bueno, tenemos esa gran base para pensar en un crecimiento sustentable. Ahora tenemos que incentivar a esa ciudad emprendedora en todos los niveles, y en este punto quiero señalar que nuestras universidades son actores necesarios, fundamentales. Hasta pienso que se pueden llegar a dar reuniones de gabinete ampliadas con la presencia de los rectores y decanos. Necesitamos de toda la inteligencia, incluso para seguir desarrollando el Parque Industrial.
–¿En qué dirección?
-Recorrí todos los parques, o puede que me falte uno, pero puedo decir que nuestro Parque es un modelo de gestión. En poco tiempo va a necesitar más espacio. La mayoría de las empresas se pudo incorporar con apoyos del Estado nacional con tasas que tenían 4, 5, 6 y hasta 7 puntos subsidiados por el Estado a través de la banca pública, que volvió a tener el rol que debe tener, al servicio de la producción. No es casual que la sucursal del Nación de Villa María sea la sexta del país, por encima de provincias enteras, no es casual que duplique a Río Cuarto, por ejemplo. Entonces hay que continuar las políticas del Parque, con la oficina Genia, del Ministerio de Industria, que orienta, que muestra herramientas, que realiza aportes. Lo mismo que las universidades, especialmente en este caso la UTN, con una Escuela de Oficios allí, pero con posibles sedes barriales. ¿Por qué? Porque muchos empresarios con los que venimos dialogando necesitarían varios empleados más, en algunos casos hasta 15 empleados más, pero con una formación específica. Hay que capacitarlos.
–¿Algún ejemplo concreto?
-Sí, le doy el caso de Hidrocentro. Hoy tenemos un atolladero en la rectificación de motores. Se necesita gente que haga el bobinado, el tejido de las bobinas, que es algo manual, artesanal, digamos. Bueno, hay tres personas que lo hacen y tienen cubiertos cinco meses de trabajo. Hay que enseñar ese oficio, pero ya.
-Me decía que el Parque Industrial y Tecnológico va a necesitar más tierra…
-Sí, para logística. Pero además allí, con Genia, con las universidades, se debe asesorar a los emprendedores, a las empresas que están en condiciones ayudarles a encontrar nuevos nichos para la exportación, a todas para el abastecimiento del mercado interno.
–En estos momentos, la caída de los precios internacionales no ayuda a mirar hacia afuera…
-Es lo actual. Pero en lo que viene hay dos grandes elementos que permiten una proyección favorable para el país: la capacidad de producción de alimenticia y la capacidad creciente de industrializar los alimentos. Porque los dos se dan en un contexto internacional que va a demandar más alimentos. Y nosotros, particularmente, estamos en una cuenca alimenticia. Otro dato central en el análisis de la economía que viene es la recuperación de YPF, que nos hace dueños de una de las mayores reservas de petróleo no convencional y de gas no convencional. Hoy Vaca Muerta produce al 1% de su capacidad. Su desarrollo permitirá el avance hacia la sustentabilidad energética, con lo que Argentina podrá realizar un ahorro del orden de los 10 mil millones de dólares al año, que actualmente se dedican a la importación de energía, y que es una de las mayores erogaciones en cada ejercicio. En ese futuro de la Argentina que persigue nuestro proyecto, se inscribe el futuro de la ciudad, porque tiene una ubicación logística inmejorable, porque se encuentra en el corazón de la recuperación del tejido ferroviario, con doble vía para el transporte de cargas, que abarata en gran medida los costos…
–Dejemos por un momento el Parque Industrial. ¿Qué otros elementos maneja cuando observa la ciudad desde la mira económica?
-Los beneficios asociativos. La multiplicación de los clúster, como el lechero. Hay inmensas posibilidades por esta vía. Lo acabamos de crear con la industria de la madera en Villa del Rosario, con la industria cervecera en Villa General Belgrano, con la industria del Chacinado en Colonia Caroya…
–¿Algo en mente en ese plano para la ciudad?
-Ya está en marcha el clúster para el carrozado de ambulancias. Son cuatro empresas que se han unido y de momento tienen capacidad para fabricar dos por mes, pero con posibilidades de dar un salto… Ahora mismo el Gobierno argentino acaba de cerrar la venta al Gobierno boliviano de 700 ambulancias… Hay otras ideas para otros sectores, pero no anticipemos hasta que se concreten. La idea del clúster es hacer entre todos lo que uno solo no podría llevar a cabo. Es otro camino para potenciarnos. Hay que pensar en lo que viene a partir de lo conseguido.
–Como dice Scioli…
-Me gustó cuando señaló que se debe hacer como hacen los científicos, en el sentido de que el que viene detrás debe comenzar desde el punto al que avanzó el anterior. Es verdad que por eso avanza la ciencia. No se puede echar todo por tierra y empezar siempre de cero. Y nosotros, repito, tenemos una gran base hecha y un enorme potencial de desarrollo.
–“La ciudad de mayor transformación del país”, dice Eduardo Accastello.
-Y, Villa María y Rafaela lo son, sin dudas. Y, además, en condiciones muy similares. A Rafaela le faltaba la universidad, y ahora se la creamos…
–Hablamos de la industria, de los agroalimentos… ¿y el comercio?
-Es otra dimensión para el crecimiento. Por la cantidad y por la calidad del comercio de Villa María. Carlos Paz, por ejemplo, que se ha desarrollado y ha crecido en algunos aspectos, no tiene la calidad ni el perfil emprendedor del comercio que tiene nuestra ciudad.
–¿Ideas para mejorar?
-Es importante volver a pensar en los llamados centros comerciales a cielo abierto como atractivos especiales y en todos los procesos asociativos que permiten potenciar a sus integrantes. Y estamos prestando atención y analizando la visión que han tenido nuestros comerciantes, creando centros comerciales en los barrios, como ocurre en bulevar Sarmiento y avenida Universidad, en la calle Corrientes con el corredor de los restaurantes y en otros puntos de la ciudad. Hay que apoyarlos y pensar en que tienen que continuar las políticas nacionales de aliento al consumo. Yo estuve reunido con los directivos de AERCA y de Acovim, que me comentaron lo que significaba, por ejemplo, la tarjeta Argenta, que le dio a un montón de gente un poder de compra que no tenía. Entonces, después de escuchar, nosotros nos ponemos en sintonía e imaginamos nuevas herramientas como esa.
–¿Alguna vez vamos a ser “la puerta de ingreso al turismo en Córdoba”?
-Días atrás leí un titular de EL DIARIO que daba cuenta de la gran ocupación hotelera en un fin de semana común. Coincidían un montón de eventos. Abogados, escribanos, comunicadores, deportistas… Los eventos atraen mucha gente que a partir de ahí conoce la ciudad y se va encantada, con ganas de regresar. El Festival (de Peñas) es otro inmenso atractivo, en estos días viene el primer Festival Internacional de Teatro… Hay que seguir creando, porque el turismo es otra fuente para el desarrollo, para la creación de empleo.
–¿Cómo están las finanzas de la Municipalidad, para encarar sus cuatro años de mandato?
-El municipio está equilibrado y, si conseguimos la comunión entre el sector público y el privado, vamos a conseguir muchas cosas. Es necesario pensar más allá del comercio de cada uno, de la industria de cada uno, para fijar metas colectivas que son las que benefician a todos los vecinos.
Sergio Vaudagnotto
El desendeudamiento
Para el intendente electo Martín Gill, uno de los aspectos positivos de la gestión económica a nivel nacional es la política de desendeudamiento, porque “permitió soportar las situaciones que se dieron y que se dan en el mundo”.
“Asistí en AERCA a una serie de conferencias. Y me quedé especialmente a la de Jorge Castro, porque me gusta escuchar a los que piensan diferente. Este analista dijo que Argentina estaba en default, pero que no se daban en el país las tres situaciones que generalmente ocurren en un Estado que se encuentra en cesación de pagos. En tal sentido, Castro dijo que las reservas son las más importantes desde hace casi 30 años, que las inversiones en el país no cayeron y que el bajó Indice Riesgo País. Luego preguntó por qué creíamos que pasó eso y él mismo respondió que era porque la política le ganó a la especulación financiera”, comentó el actual diputado nacional.
Economías regionales, índices, Scioli y Perón
El intendente electo de Villa María sostuvo que “hay que dotar de herramientas a las economías regionales; en nuestro caso, por ejemplo, al sector lácteo, ante coyunturas internacionales como la actual, que es muy perjudicial”.
En ese sentido, dijo que “es importante lo que señala Daniel Scioli, en el sentido de mantener el respaldo del Estado para el desarrollo y el crecimiento de las economías regionales”.
“Y creo que es así, que hay que seguir una línea que permite que por primera vez en los últimos 50 años un gobierno termine con indicadores más positivos que cuando llegó. Hoy tenemos mayor distribución de la riqueza, menor índice de pobreza, aunque esto no quiere decir que no hay pobreza, menos endeudamiento, más cobertura en educación, más cobertura social, más PBI… Además, lo más positivo es que todo eso se consiguió en democracia. No se daba una situación similar desde el primer Gobierno de Juan Domingo Perón”, afirmó Gill.