El dirigente del gremio de empleados bancarios manifestó preocupación por la forma de gobernar del nuevo presidente. “Se toman medidas que favorecen a los grandes grupos económicos y no a los trabajadores”, disparó
El inicio de cada año en Argentina genera intensas negociaciones paritarias por parte de diferentes gremios laborales. En ese panorama, el sindicato de trabajadores bancarios es uno de los que defiende más arduamente sus pretensiones de incremento salarial, llegando a poner en práctica reiteradas medidas de fuerza.
Para conocer cómo se encarará este año la discusión salarial desde el sector, EL DIARIO entrevistó a Pablo Bertoglio, secretario general de la delegación local de la Asociación Bancaria, quien adelantó que «por el tema paritarias habrá una reunión el 20 de enero».
«Antes de ella, se obtuvo para todos los trabajadores del sector un bono de 5.500 pesos, que fue abonado el día 5 de este mes, con el objetivo de palear los aumentos que tuvieron los precios», manifestó.
Al mismo tiempo relató que «lo que buscaremos en esta ocasión es conseguir lo mismo que todos los años, es decir, conseguir una suma fija para enero, febrero y marzo, además de otra suma que no sea descontada cuando se obtenga el aumento».
«Aún es complicado hablar de porcentajes porque lo que hay que ver es cómo se va desarrollando la economía del país, tener un panorama un poco más claro de qué es lo que va a pasar», analizó.
A la vez, recordó que «para 2015 obtuvimos un porcentaje de aumento del 27,8%, pero además se consiguió una participación en las ganancias del sistema financiero».
«Creo que, mínimamente, este año tendríamos que pedir un incremento como ese, en función de los tremendos aumentos de precios que se registraron antes y después de la devaluación», aseguró.
A continuación, Bertoglio esgrimió que «el salario real ha perdido tremendamente el poder adquisitivo con las medidas que fueron tomadas por el nuevo presidente de la Nación. Hoy al trabajador el sueldo no le alcanza para nada».
«De esa forma el escenario que se plantea para el futuro inmediato es complicado. El nuevo Gobierno es muy rápido para tomar decisiones en función de liberar el cepo, las retenciones y de tomar en una semana un montón de medidas que favorecen a los grandes grupos económicos», criticó.
Al respecto señaló que «mientras tanto, con los trabajadores se toma todo el tiempo del mundo. Encima reprime y tiene actitudes que nos hacen pensar que en los próximos meses la situación se pondrá difícil. Creo que lógicamente eso nos genera miedo. Hoy a la gente el sueldo le alcanza mucho menos que antes de dispararse los precios».
«Si esto sigue así, el escenario previsto para los trabajadores es complicado. Para que eso no suceda, el Gobierno debería tomar medidas que favorezcan a los trabajadores», sostuvo.
En la Provincia, también complicados
En otro aspecto, el dirigente gremial comentó que «desde hace dos semanas estamos haciendo asambleas en el Banco de la Provincia de Córdoba, entre otras cosas, en función de la sanción de la Ley 10.333 y por los problemas que la entidad no viene solucionando».
«Un gran flagelo que tiene el banco es la falta de personal. En todas las sucursales falta gente y ese inconveniente se pronuncia aún más en verano, porque los trabajadores salen de vacaciones y los que quedan trabajando son agredidos por los clientes», expresó.
Sobre ello aseguró que «ese panorama genera un malestar muy grande y estamos buscando soluciones al respecto. Entre muchos otros inconvenientes, la falta de trabajadores es un tema muy sensible en esta época del año. Lógicamente el cliente se enoja porque es mal atendido, el trabajador no se siente bien y aumenta la cantidad de carpetas médicas, sobre todo las de origen psicológico y psiquiátrico».
“Si no se incorpora más gente y no se toman resoluciones de fondo, se produce un cuello de botella del que no se puede salir”, indicó, al tiempo que adelantó que «si seguimos sin recibir las respuestas que creemos necesarias, esta semana las asambleas se van a reiterar. No queremos tomar este tipo de medidas, pero si no hay soluciones y el diálogo no existe, no nos queda otro camino por tomar».