La medida fue tomada por los clubes porque la fuerza policial les informó que deberán abonar, mínimamente, seis adicionales en vez de los dos que venían pagando
Una nueva mancha que hiere al fútbol nuestro de cada día. Anoche, en una reunión extraordinaria de su Consejo Directivo, la Liga Villamariense de Fútbol (LVF) resolvió, por votación unánime, suspender toda la actividad prevista para el fin de semana, tanto en Primera como en Reserva y en Inferiores.
Así se decidió debido a un inconveniente con la Policía que comenzó a desarrollarse desde las últimas horas del pasado lunes.
Es que, en una reunión solicitada por la Departamental San Martín de la Policía de la Provincia con los clubes de la LVF, representantes de la fuerza policial informaron a los delegados de las entidades presentes (solamente asistieron cuatro) que a partir del próximo fin de semana deberán pagarle, por lo menos, a seis efectivos adicionales y no a los dos que le venían pagando, medida que se había implementado en 2014 y por decisión del Gobierno provincial, a través de la Agencia Córdoba Deportes que en ese entonces tenía como titular a Agustín Caleri.
Ante esto los clubes pusieron el grito en el cielo, ya que aseguraron que no se encuentran en condiciones de erogar más dinero para la seguridad de los encuentros, entre los numerosos costos que constantemente ascienden, y terminaron tomando la decisión de no jugar la fecha prevista para el fin de semana.
Para hacerlo gráfico y trasladarlo a los números, actualmente cada club paga (como mínimo) por partido la suma de 1.140 pesos en adicionales (570 pesos por cada uno de los dos efectivos), mientras que en el caso de tener que abonar seis adicionales ese monto ascendería a 3.420 pesos. Eso representaría un 200% de aumento en el gasto, pero el monto ascendería aún más si se tratara de clásicos o encuentros de instancias decisivas en los que la Policía envía a muchos más efectivos.
En un principio se sospechó de alguna medida arbitraria con animosidad de desestabilizar a la LVF debido a que no se encuentra alineada a la Federación Cordobesa de Fútbol, aunque luego esa versión fue perdiendo efecto porque, a lo largo de la reunión desarrollada anoche, el teléfono del presidente Claudio Martínez sonó en reiteradas ocasiones y con llamadas que informaban que la medida policial había sido replicada en distintas departamentales del territorio provincial.
Incluso, en un momento de dicha reunión, el propio Martínez recibió un llamado en el que se le informó que hoy a las 21 un directivo de alto rango de la fuerza policial asistirá a la LVF para mantener un encuentro con los representantes de todas las instituciones.
Lo cierto es que los clubes decidieron ponerse firmes en su postura y no aflojar en su decisión de parar el fútbol hasta que soluciones concretas no aparezcan. Prometieron llegar hasta donde sea necesario para lograr una solución que les permita seguir haciendo fútbol. En ese aspecto, el consenso general expresó que “nos estamos desangrando lentamente con todos los costos que constantemente van en aumento”.
“No se está valorando el rol social que tienen los clubes, el de contener a miles de chicos para que no estén en la calle, a la deriva y expuestos a todas las problemáticas que hoy nos invaden como sociedad”, ampliaron.
También criticaron: “Cuando estaban en campaña, concejales, legisladores y diferentes funcionarios vinieron a decirnos que iban a acompañarnos, por ejemplo, en nuestra lucha para tratar de conseguir la tarifa social para el servicio de energía eléctrica, pero todavía no hemos visto ninguna solución”.
Lo cierto es que una vez más, por medidas arbitrarias y sin la explicación previa correspondiente, la pelota se manchó y el fin de semana Villa María y la región no tendrán fútbol.
