En el Prado, Unión Central ganaba con un golazo de Marinelli y con un hombre menos, pero “Nacho” Russo metió un doblete y Asociación Española se lo dio vuelta para arrebatarle la punta. Hubo cuatro expulsados en un partido caliente

Escribe: Juan Manuel Gorno

Aferrado a la efectividad del delantero Ignacio Russo, Asociación Española festejó el duelo candente por la punta de la Zona Centro, adonde finalmente llegó después de bajar a Unión Central, al vencerlo 2 a 1 en el primer partido que se jugó en El Prado en este campeonato.

Sí, el “Gallego” -ahora único invicto de la zona- le “habló” en Russo a Unión, que ganaba y se escapaba en la punta hasta que se desinfló en los últimos minutos, mientras cuatro expulsados escondían en otra parte la pizarra del fair play.

De todas maneras, muy poco hizo presagiar semejante registro, porque las figuritas mutaron constantemente en un partido tan cambiante como las pulsaciones de los jugadores. Un partido que, en el arranque casi no ofreció nada y que, sin embargo, terminó a todo voltaje, como “se lo merecía la tarde” por todo lo que había en juego.

El principio fue tedioso, denso, con dos equipos prestándose la pelota y sin gestar situaciones, más allá de alguna corrida del pibe Nicolás Castillo (atrevido y de buena velocidad, aunque le falte aprender a terminar las jugadas), en Española, y de los arrebatos individuales de Claudio Paul Marinelli, el jugador más desequilibrante de Unión.

Recién a los 29 minutos, cuando el arquero Guillermo Arcas tiró un sombrerito en el área y casi la pierde, hubo cierta emoción. Y fue un tiempo que marcó una leve supremacía de Unión en cuanto a la búsqueda del arco rival, a pesar de la paridad en las acciones.

De todas maneras, cuando mejor se mostraba el equipo de Marcelo Sachetto -apretando incluso con un remate apenas elevado de Rodrigo Solís- el árbitro Pablo Díaz tuvo que expulsar correctamente a Juan Pablo Soto, por doble amarilla.

El conjunto conducido por Franco Herrera no alcanzó a entusiasmarse porque, dos minutos después, Marinelli hizo una joya: de tiro libre, por el sector izquierdo del ataque, ejecutó al palo más lejano (el palo del arquero) y estableció un golazo para el 1 a 0 de Unión, que dignificaba la frase “más puntero que nunca”.

Antes del entretiempo, Elián Faró, también en un tiro libre enviado por Marinelli, estuvo muy cerca de ampliar la ventaja, lo que hubiese castigado la falta de ideas que mostró Española para elaborar juego.

Quizás la ausencia de Sarmiento (uno de sus pilares de la línea de volantes) podía ser parte del bajón “gallego”, pero el caso es que todo fue cambiando en el segundo tiempo.

Con mayor empuje de sus marcadores de punta, Española equiparó las acciones y fue en búsqueda de su rival, que perdió recuperación en el mediocampo, pero trató de sostenerla lejos de su arco con la potencia de “Teté” Contreras.

El partido se abrió un poco más cuando el árbitro, a instancias de su asistente (Ariel Ledesma) echó nada menos que a Marinelli y al arquero local, Arcas, a los 13 m.

Más allá de todo, parecía que Española no encontraba los caminos hasta que el portero Leandro Morales (de buenas condiciones, aunque con aspectos técnicos para seguir puliendo) se equivocó a los 18 m y Gaido la tuvo que sacar al córner. Desde ese tiro de esquina llegó el primer grito de Russo, quien colocó el botín por el segundo palo y empató el encuentro.

De ahí hasta el final, Unión se quedó en lamentos y no volvió a ser el mismo, mientras Española intentó ser más agresivo con el ingreso de Marco Mancilla.

Un tiro libre de Verón, desviado y otro de Russo causaron problemas sobre la valla de Morales.

El partido mejoraba en acciones y también tenía de todo, como por ejemplo, a los 31 m, Guerrero le tiró pasto a Racca y éste no tuvo más respuesta que aplicarle una trompada. ¿Conclusión? Española también se quedó con nueve hombres por la expulsión al defensor.

En ese marco, cualquiera podía romper la paridad.

A los 39 m, Unión se lo perdió de tiro libre y, en la contra, Russo se anticipó al arquero y convirtió el 2 a 1, muy festejado por el pueblo “gallego”.

Lo que restó fue más emocionante todavía porque Solís metió un cabezazo que reventó el travesaño y el ingresado Guilhem se lo perdió para liquidarlo, mano a mano con Morales.

Después sólo hubo tiempo para las protestas contra el árbitro, por la calidad de las bajas en cada equipo. Es que parece que a nadie le sobra nada, pero así, con lo puesto y calladito, Española es el nuevo líder.