El hallazgo del cuerpo en el río Chubut se concretó gracias a Toby, un perro de los Bomberos de Deán Funes. Fueron ocho los canes de todo el país que viajaron para hacer posible lo que parecía imposible
En las últimas horas las noticias sobre el hallazgo del cuerpo en Chubut se propagaron por todo el país y no era para menos.
El cadáver fue encontrado en un lugar muy cercano donde desapareció el joven Santiago Maldonado, quien lleva 78 días desaparecido después de un operativo de Gendarmería contra un asentamiento mapuche.
Sobre el caso se tejen diferentes hipótesis. Lo que está claro, no obstante, es que el cuerpo fue hallado por un perro de las sierras de Córdoba, quizás “nuestro único héroe en este lío”, llamado Toby.
Toby pertenece al cuartel de Bomberos de Deán Funes, aunque su ladero es Ricardo Urquiza, quien viajó con el can al operativo en el río Chubut, orgulloso de saber que su trabajo y el animal son tan necesarios en este momento.
En medio del rastrillaje tras el mediodía del martes, Toby captó el olor de una persona fallecida y dio aviso a su amigo de que había algo. Fue allí cuando todos entendieron que el perro había dado en la tecla.
Horas más tarde, en diálogo con Cadena 3, Urquiza describió ese momento del hallazgo como de «dolor por la persona que falleció» y al mismo tiempo de «satisfacción» de formar a un perro para esta actividad y cumplir el objetivo.
A partir de ese hallazgo todos los ojos volvieron a depositarse sobre Esquel y los humanos iniciaron tantas investigaciones como elucubraciones, mientras Toby siguió su vida normal, pidiendo un hueso y esperando volver a correr entre los espinillos de las sierras.
A raíz de un ofrecimiento de colaboración de bomberos, con la participación del villamariense Gustavo Nicola, jefe de la fuerza de Bomberos Voluntarios Villa María (ver página 8), el nuevo juez federal a cargo de la causa Maldonado, Gustavo Lleral, acudió finalmente a los servidores de diferentes provincias que tuvieran perros adiestrados en búsqueda de personas, requisito que cumple la federación cordobesa, con la agrupación K9.
En ese sentido, Urquiza aseveró que el juez estuvo siguiendo todo el operativo «coordinando y dando directivas».
Explicó que el perro «detecta el olor cadavérico» y que el ser humano, «cuando entra en proceso de putrefacción despide una especie de partículas que van a la superficie y son las que detecta el perro, haciendo una marcación por intermedio del ladrido».
En ese sentido, recordó que “el entrenamiento con el perro es teórico y práctico”.
“La parte práctica es sobre espacio de agua, ya que subimos al perro sobre una embarcación y vamos recorriendo el curso de agua. Cuando el perro detecta algún tipo de olor cadavérico, hace la demarcación”, explicó.
Eso hizo Toby en Chubut, entre varios que acudieron al llamado del juez.
En total fueron ocho «binomios», como les llaman a las inseparables parejas de hombres y perros rastreadores de cadáveres, los que participaron del operativo.
La selección canina, adiestrada para encontrar cadáveres, se integró con cuatro binomios de Santa Fe, tres de la provincia de Buenos Aires, uno de Entre Ríos y el conocido cordobés, todos coordinados por Nicola.
Lara, Chester, Bayron, Uma, Aníbal, Milo, Ringo y el popular Toby desafiaron el frío y trabajaron a destajo. Sin ellos, está claro, hubiese sido imposible.