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El insomnio aumenta el riesgo de paro cardíaco

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El insomnio aumenta el riesgo de paro cardíaco
Las mujeres son más proclives a sufrir falta de sueño
Las mujeres son más proclives a sufrir falta de sueño

El insomnio aumenta el riesgo de sufrir un paro cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Así lo demostró un estudio realizado por investigadores de la Universidad Médica de China en Shenyang.

«Dormir es importante para la recuperación biológica y consume cerca de una tercera parte de nuestra vida. Sin embargo, y en las sociedades modernas, cada vez más y más gente se queja de padecer insomnio», explicó Qiao He, directora de esta investigación publicada en la revista European Journal of Preventive Cardiology, que consignó el diario ABC de Madrid.

Los resultados mostraron que la dificultad para conciliar el sueño se asoció a un riesgo hasta un 27% mayor de padecer un infarto o un accidente cerebrovascular, un incremento del 18% para los que no alcanzan un sueño «reparador» y 11% más para los que tienen dificultades para mantenerse dormidos.

En total analizaron 15 estudios prospectivos que tomaron a 160.867 participantes, registraron un total de 11.702 eventos médicos adversos.

En tanto, los investigadores hicieron un apartado para referirse a las mujeres ya que, si bien no concluyeron que el insomnio sea más peligroso para el género, sufren mayores trastornos de sueño.

«Sabemos que las mujeres son más proclives a padecer insomnio por las diferencias en los genes, las hormonas sexuales, el estrés y la respuesta a este estrés. Así, quizás sería prudente prestar una mayor atención a la higiene del sueño en las mujeres», alertó la investigadora Qiao He.

«Los trastornos del sueño son frecuentes en la población general y la salud del sueño debería estar incluida en la evaluación del riesgo clínico.

Se requiere una adecuada educación sanitaria para incrementar la concienciación sobre los síntomas del insomnio y sus riesgos potenciales y, así, alentar a las personas con problemas de sueño a buscar ayuda para solucionarlos», concluyó la directora de la investigación realizada en el país asiático y publicada en el medio gráfico español.

 

Episodios mixtos, tipos y causas del trastorno bipolar

A continuación se publica la tercera entrega de la serie de artículos que propone Fubipa acerca del trastorno bipolar.

¿Cuáles son los sí́ntomas o manifestaciones de un episodio mixto?

En este cuadro se mezclan los sí́ntomas de un episodio maní́aco con los de un episodio depresivo. Por ejemplo, es frecuente que aparezca hiperactividad y aceleración del pensamiento simultá́neamente con ideas negativas y pensamientos depresivos.

La irritabilidad y la ansiedad son tambié́n manifestaciones comunes en estos tipos de episodios.

Los episodios mixtos pueden aparecer en forma aislada o como una transició́n entre episodios depresivos y maní́acos o viceversa. Estos episodios son particularmente difiíciles de diagnosticar y los siíntomas má́s caracterí́sticos son:

  • Mal humor e irritabilidad.
  • Pensamiento acelerado.
  • Inquietud.
  • Hostilidad.
  • Alteraciones del sueñ̃o.
  • Cambios rá́pidos del humor (labilidad emocional).
  • Comportamiento descontrolado.
  • Ideas delirantes.
  • Ideas negativas.
  • Alucinaciones.

¿Hay diferentes tipos de trastorno bipolar?

Actualmente se describen tres tipos de trastorno bipolar en función de los tipos de episodios que alternen a lo largo del tiempo:

  • Tipo I: este tipo es conocido como la forma clásica y se caracteriza por episodios maniíacos intensos que a veces requieren internació́n. Frecuentemente aparecen delirios y alucinaciones y cuando el sujeto se recupera le parece increí́ble haber llegado a pensar esas cosas. Estas fases pueden ser seguidas inmediatamente o despué́s de un tiempo, por episodios depresivos o mixtos.
  • Tipo II: en este tipo las fases de euforia no son tan intensas, sino que son episodios hipomaniíacos que en general no requieren internació́n. Estos episodios alternan con episodios depresivos similares a los del tipo I.
  • Ciclotimia: se caracteriza por la sucesió́n de episodios hipomaní́acos y fases depresivas de poca intensidad, lo cual lo diferencia del trastorno bipolar tipo II. En general es percibido por los demá́s como una persona de “cará́cter inestable”, que oscila constantemente entre un estado y otro.

Sin embargo, muchas veces estos tres tipos no permiten abarcar todas las variedades de presentació́n del trastorno bipolar, por lo que algunos autores muy reconocidos en este tema postulan hasta ocho tipos diferentes.

A veces suele ser muy ú́til que las personas con el trastorno, sus familiares y los allegados puedan realizar junto al psiquiatra un dibujo o diagrama del curso de la enfermedad, recuperando el pasado e intentando localizar en la historia de la persona las oscilaciones.

¿Cuál es la causa del trastorno bipolar?

El trastorno bipolar consiste en una alteración de los mecanismos biológicos que regulan el estado de ánimo.

El cerebro humano cuenta con una serie de mecanismos reguladores que evitan que el estado de ánimo alcance niveles extremadamente altos o extremadamente bajos que pudieran atentar contra la integridad del individuo.

Actualmente se sabe que algunos genes, que son segmentos de ADN que se encuentran en el interior de las células y que se transmiten de generación en generación como herencia, pueden producir que estos mecanismos reguladores del estado de ánimo pierdan precisión.

De esta manera, la presencia de estos genes aumentaría el riesgo de padecer trastorno bipolar. De hecho esto explica el patrón familiar de presentación de la enfermedad, es decir, que en la mayoría de los casos las personas con trastorno bipolar tienen antecedentes familiares – abuelos, padres, tíos, hermanos o hijos – de la enfermedad.

El hecho de que el padre o la madre tengan el trastorno, aumenta en más de diez veces el riesgo de sus hijos a padecer la enfermedad. Una persona con estos antecedentes tiene entre un 15% y un 20% de posibilidades de presentar un trastorno bipolar, mientras que la población general, es decir sin antecedentes, tiene una posibilidad de un 2%, aproximadamente.

La presencia de la enfermedad en los casos en que no hay antecedentes familiares, puede explicarse por distintos motivos:

  • Puede ser que haya algún antecedente familiar, como un abuelo alcohólico o un tío fallecido por suicidio, que en realidad tenían un trastorno bipolar que no fue adecuadamente diagnosticado.
  • Que los antecedentes sean remotos, por ejemplo una bisabuela y desconocidos por la persona afectada.
  • Que se hayan producido mutaciones, es decir cambios espontáneos en los genes, que explican que enfermedades hereditarias aparezcan en personas sin antecedentes.

Además es importante recordar que los genes determinan una predisposición hereditaria, sobre la que actúan ciertos factores ambientales que pueden desencadenar los episodios. Entre los factores ambientales se pueden mencionar:

  • el consumo de alcohol y drogas
  • ciertos cambios hormonales
  • algunos medicamentos
  • factores meteorológicos como los cambios estacionales

Los acontecimientos estresantes, como las conflictos familiares y laborales o la pérdida de un ser querido, también pueden colaborar en la aparición de los primeros episodios del trastorno en personas que tienen la predisposición genética. No obstante, muchas veces, con la evolución de la enfermedad, la desregulación del estado de ánimo se vuelve independiente, es decir que pueden aparecer episodios que no guardan ninguna relación con situaciones estresantes.

En conclusión, la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que no existe una causa única, sino que factores genéticos y ambientales actúan conjuntamente para que se manifieste el trastorno. Este modelo es válido para muchas otras enfermedades tales como el infarto en donde existe una base genética que predispone a la persona a padecerlo, pero el estrés, el sedentarismo y el tabaquismo, entre otros, son los factores que desencadenan la enfermedad.