Hicieron hincapié en la ausencia de lugares para internar a quienes consumen sustancias. Además, confiaron que el 69% de las mujeres que denunciaron ser víctimas de violencia tienen menos de 30 años. Números que alarman
Los números sobre violencia y drogadicción que arroja el año 2015 para Villa María y que se dieron a conocer ayer desde la delegación local del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, impactan.
En conferencia de prensa, Rosa Cámpora, a cargo de la dependencia, junto a Cecilia Fernández, jueza de Niñez y Violencia Familiar en la ciudad, detallaron estadísticas y opinaron acerca de las falencias para el tratamiento de violencia de género y drogadependencia, flagelos contra los que, junto a la Policía, los estamentos trabajan en forma conjunta.
El Botón Antipánico y la violencia de género
Actualmente, hay 40 botones antipánico repartidos en la ciudad, y el dato relevante es que 18 han sido devueltos. Esto no quiere decir que para esas mujeres el problema esté solucionado, sino que, como explicó Fernández, “son mujeres que han logrado sentirse seguras”, luego que “vinieron acá (al Centro de Integración Social de la Provincia en la ciudad) se pudo trabajar con ellas, quienes estaban en situación de mucha angustia y miedo y recibieron elementos suficientes como para poder, por sí mismas, tomar medidas, defenderse, actuar y buscar trabajo”.
En ese sentido, Cámpora agregó que “lograr que 18 personas hayan dejado el botón antipánico, que se reinserten en la sociedad o pudieran renacer fue muy bueno”, y recordó que se entregaron este año ocho becas Nueva Vida, con el que se persigue que las afectadas logren modificar su situación económica
Según las estadísticas dadas a conocer, de un total de 173 mujeres, el 94% realizó denuncia por violencia familiar, y el 6% restante acudió a la Unidad por demanda espontánea. Entre ellas, el 69 % son menores de 30 años, y el 31% superan esa edad.
Con respecto quién es el que somete a las mujeres a esta violencia, el 94% sufrió de parte de su expareja, novio, concubino y/o esposo, y el 6% restante de parte de otro familiar allegado.
Cámpora aseguró que “hay mujeres que se resisten al botón antipánico y hay muchas que incluso no quieren hacer denuncias”, y consideró que “lo que vemos es que el miedo acompaña”.
La jueza agregó que también se dieron casos de mujeres que quieren devolver el dispositivo antes de haber recibido toda la asistencia necesaria. “En ese caso se trata de persuadir para que todavía lo tenga, pero eso no quiere decir que lo logremos, no se le puede imponer el botón antipánico”.
Drogadicción: números y falencias
El 65% de las personas que presentan un consumo de sustancias y que requirieron demanda desde el área de asistencia tienen entre 15 y 18 años; la droga que motiva mayor cantidad de consultas es el consumo de marihuana y el 100% dijo consumir alcohol.
A estos números, hay que agregarle que desde la delegación local del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia pudieron llegar a la conclusión de que el consumo problemático de sustancias no estaría directamente ligado a un sector social determinado, con estadísticas que dicen que el 21% de los que recibieron asistencia son del barrio centro.
En materia de prevención y asistencia en adicciones, tanto Cámpora como Fernández coincidieron en que no existe un lugar estatal para el tratamiento de la drogadicción.
“En Villa María no existe un lugar de tratamiento, lo que sí tenemos es la asistencia que se puede prestar a los fines de ir orientando y derivando”, comentó la jueza, y Cámpora agregó que “no tenemos un lugar donde los chicos estén internados, y hay prácticamente en toda la República Argentina; el Estado en eso está en falta porque lo que hay es todo privado, entonces hace convenios con privados, es una deuda pendiente de todos los gobiernos de tener un lugar estatal donde los chicos puedan estar internados”.
La carencia de lugares y el hecho de que sean privados son críticas que Fernández asegura hacer constantemente “sobre todo ante la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) porque cuando derivamos a algún chico que tiene conflictos con la ley penal, es poco lo que se hace respecto a esos chicos, generalmente se hacen talleres de concientización, y a ese chico no le alcanza sino que necesita tratamiento”.
Ante esta problemática, la funcionaria indicó que en caso de necesitar internarlos “se buscan recursos, o generalmente el Estado provincial da una beca y paga la rehabilitación de los chicos”.
A su vez, señaló que tuvieron muchos casos de familias que llegan con sus hijos negados a internarse o recibir asistencia. “No podemos hacer un tratamiento forzado, si no es por su propia voluntad, y esa es la mayor problemática de las familias de hoy, el cómo contener para poder rehabilitar a su hijo o institucionalizarlo”, agregó Cámpora, quien remarcó que “este año, con el programa “Poné Me Gusta” hemos capacitado a 500 docentes pero en violencia y drogadicción nunca es suficiente lo que hacemos; con esto se logró una detección más rápida en las escuelas, para llegar a tiempo al problema”.
De todas formas, la jueza hizo hincapié en que “hacen falta políticas serias en cuanto a la problemática del ingreso de drogas al país, de las cocinas, de todas las cosas que se conocen que existen y funcionan, a nivel país y en la ciudad también, porque el problema es mucho más grave”.
Cabe destacar que este año, desde la delegación, se han llevado a cabo programas como el “Poné Me Gusta”, mediante el cual se capacitaron a más de 80 docentes de Nivel Medio del IPEM 275, IPEM 147, IPEM 99, IPEM 56, IPEM 49, Instituto Secundario Bernardino Rivadavia, Manuel Belgrano, San Antonio, El Caminante e IPEM 322 (Villa Nueva).
También tuvo lugar la iniciativa denominada “Pasar al Frente y Pasala Bien”, con el que se realizaron diversos talleres de prevención en los 4°, 5° y 6°.
En cuanto a asistencia, indicaron que realizan aproximadamente entre 4 y 6 entrevistas semanales, en su mayoría corresponden a demandas espontáneas, y se dieron doce becas para personas que necesitaban ser institucionalizadas.
Cruz Roja quiere un albergue y más capacitación
En la conferencia de prensa también estuvo presente Daniel Loyola, presidente de la Cruz Roja en Villa María, y que trabaja en forma coordinada con el equipo que encabeza Rosa Cámpora. Loyola resumió que 2015 “fue un año muy positivo”, porque “se ha capacitado a mucha gente en primeros auxilios y RSP”. En ese sentido, resaltó que “es una herramienta muy necesaria porque sólo se necesita de las manos para salvar vidas”.
Inmediatamente Loyola puntualizó en el futuro, ya que están trabajando para concretar dos proyectos.
Uno tiene que ver con la intención de brindar capacitación a quienes están encargados de atender los teléfonos en la Departamental San Martín. “Porque cuando pasa algo en una casa el familiar llama a todo el mundo. Y ha ocurrido en el país un caso de que llaman desesperados a la Policía y la telefonista contuvo a la persona y por teléfono le fue dando las pautas para salvar al chico de 15 días que se había ahogado con leche y lograron salvarle la vida. Entonces queremos en Villa María capacitar al personal que está en comunicaciones por si llega a surgir una situación de ésta y sepan dar instrucciones, tranquilizar a la persona que está del otro lado”, explicó sobre lo que desean “hacerlo lo antes posible”.
La otra iniciativa, también ambiciosa y necesaria, es la posibilidad de generar un albergue. “Con el tema de maltrato de género, estamos tratando de crear un espacio al lado de la Cruz Roja porque pasa que hay mujeres que se van de su hogar, por ejemplo, a las dos de la mañana, después que han recibido una golpiza y van a hacer la denuncia y qué hace la mujer a esa hora”, detalló y planteó.
Loyola entiende que “hay que tener un lugar adonde alojar a esas personas”, y ejemplificó: “Nos ha pasado de recibir llamados, por ejemplo, durante la madrugada de gente que está durmiendo en la calle o de chicos desaparecidos, hasta ahora hemos tenido suerte de conseguir su familia o solucionarlo en el momento”. Para concretar esto, dice que desde Cruz Roja ya tienen el compromiso de la Provincia.