Nació en Villa María el 11 de julio de 1959. Es comerciante e industrial. Casado, cuatro hijos. La política marcó su vida desde la cuna, su abuelo Felipe Neri y su padre Felipe Esteban “Nito” fueron dirigentes reconocidos en ese terreno. Desde niño, único hijo varón, fue llevado por su padre a los actos de la Unión Cívica Radical. Así se fue formando en la participación y en 1973 comenzó su militancia activa. Fue vicepresidente del radicalismo a nivel departamental y presidente del circuito en distintas oportunidades. En 1991 fue electo concejal, pero a los pocos meses renunció a la banca para hacerse cargo del partido. Hoy, es un militante que considera necesaria la renovación y apuesta a la juventud
Escribe: Nancy Musa
DE NUESTRA REDACCION
La sonrisa está siempre presente en su rostro. A cada frase, a cada concepto le agrega un toque de humor. Kililo es un tipo formado en los tiempos en que la palabra y el apretón de manos tenían un valor significativo. Su padre lo marcó a fuego con sus enseñanzas basadas en el respeto y el “buen comportamiento”. Es el dirigente que busca el equilibrio, la figura que fue prenda de unidad, el hombre que trata de llevarse bien con todos y que sueña con un país unido y en marcha.
Prioriza a su hogar y a la familia, le encantan los autos, está orgulloso de los jóvenes militantes, entre ellos su hijo también llamado Felipe por la tradición de los Botta.
Es el niño que llegó al mundo atendido por Tucho y don Amadeo Sabattini. El que conoció a Don Arturo Illia, el que se emociona al hablar de Raúl Alfonsín, el que quiere entrañablemente a Angeloz. Es un radical de cuna.
-Usted fue acunado con la marcha radical, la cunita ya era roja y blanca
-Sí (se ríe) y me llamo Lisandro por Lisandro de la Torre, que cuando andaba por Carlos Pellegrini o por esa zona el que le manejaba el auto era el Felipe Neri, mi abuelo.
-También, tuvo la oportunidad de conocer a los dirigentes más emblemáticos, ¿qué le pasa por la mente cuando observa el radicalismo de hoy aliado con el PRO?
-Yo siempre pienso en base a lo que pensaba Raúl (Alfonsín), que es uno de los que me marca políticamente junto con el Nito (Botta) y Angeloz. Son los dirigentes con los que he convivido y tuve más acercamiento, mi viejo, el Pocho y el Raúl.
Raúl toda la vida habló de ir todos juntos. Algunos dicen que si hubiera estado vivo no hubiera aceptado una alianza con Macri. El Raúl privilegió la República toda su vida.
Creo que el kirchnerismo no hizo bien las cosas, desde mi punto de vista, creo que no las hizo bien y el ciclo había terminado. La única forma de ganarle era aliándose con las fuerzas que pensaban más o menos como uno piensa.
Y creo que si Raúl hubiera estado vivo, hubiera participado de Cambiemos.
-Usted está hablando de lo que significó la alianza electoralmente, pensando en que le tenían que ganar al kirchnerismo, ahora en casi un año y medio donde ya se tomaron una serie de medidas y el radicalismo no muestra un gran protagonismo ¿cuál es su análisis?
-El partido está en una crisis, no de ahora, viene en una crisis brava desde hace más tiempo, diez años, veinte años, ponele la cantidad de años que vos quieras.
El partido tiene que reordenarse, tiene que darle cabida a todos los chicos, a la gente nueva, los radicales necesitamos de un líder fuerte, en todas las épocas lo tuvimos, pero después de Raúl no aparece un líder.
Podría haber sido el Pocho, pero lo bombardearon en Córdoba y comete el error de ir por tercera vez (a la gobernación). Yo estaba contento de que el Pocho fuera por tercera vez pero creo que no se puede estar más de cuatro años, cuatro años y te vas a tu casa, seguís militando y después de cuatro años si querés volvés.
Porque los hombres cuando se acostumbran a un puesto, y los puestos pasan a ser su modo de vida, cuando les dicen que no van a poder ser de nuevo se empiezan a poner locos (se ríe).
¿Uno cómo anda en la casa?, cómodo, en ojotas, pantalones cortos (se ríe), te quiero simbolizar que uno en la casa hace lo que quiere y cuando se piensa que la Municipalidad, la Gobernación o la Presidencia es la casa de uno, ahí empieza a cometer errores.
-Usted que ha sido presidente del radicalismo en base al consenso, cada vez que se hablaba de unidad pensaban en Kililo, ha visto ese choque de intereses, ¿no hay forma de calmar los egos?
-(Sonríe). Sí. Los que tienen el ego alto lo van a seguir teniendo y la forma de cambiar eso es con una participación masiva. Por eso yo le digo a mis amigos, a los hijos de mis amigos, vayan y participen, en el partido que crean que es el mejor, no hace falta vivir en un comité pero hay que participar para poder elegir, para que no te impongan un candidato.
Hay que participar porque donde hay cien tipos buenos los dos o tres chanfleados se tienen que ir. Te lo voy a decir con un versito, “el lugar que vos dejás vacante, lo puede ocupar un atorrante”.
Y en los comités somos pocos cuando hay que tomar decisiones. Por eso es necesaria la participación masiva. Tengo la suerte de que mi abuelo participó, el Nito participó, yo participé y mi hijo está participando.
-Usted va menos al comité ahora…
-He dejado de ir al comité, voy menos para no joderle políticamente la vida al Felipe. Si bien creo que soy joven con 57 años, pero el Felipe también es joven, tiene la mente limpia y lucha por sus ideales. La juventud tiene el ímpetu y los ideales.
Si vos lees la carta orgánica de los partidos ninguna es mala, si lees la del radicalismo o la del peronismo, el General era yrigoyenista. El General agarró las leyes de Yrigoyen, de Palacios, de Juan B. Justo. O sea que es más o menos lo mismo.
Después adentro de los partidos pasa de todo, tenés más tirados a la derecha, a la izquierda, al centro y es bravo de manejar.
Por eso es necesaria la participación masiva.
-Pero en este momento existe un descreimiento de la mayor parte de la sociedad en la dirigencia.
-Sí, porque hubo líderes que no sólo desregularon las instituciones, sino que desregularon a los hombres. Antes la palabra y el apretón de manos era todo. Pero ahora, un tipo te dice una cosa a la mañana y a la tarde te desconoce por completo.
Los saltos que hay, llegan a la Cámara de Diputados por un partido y saltan a otro. La borocotización es terrible, si no te gusta cómo se están haciendo las cosas, renunciá y ándate pero no…ahora van de uno a otro lado y no piensan que la banca es de la gente.
-En parte la sociedad se los permite.
-Sí, la sociedad se los permite. “Roban pero hacen, roban poco” y no piensan que si no hubieran robado se hubiera hecho el doble. Robar en la función pública es un delito muy grave, si vos tenés que pensar que por robar no llegó un remedio para alguien que se está muriendo o una leche especial para un chico, estás matando a tus coterráneos.
Son delitos graves, fabricar plata al vicio también es un delito. No podemos tener la educación con los niveles bajos del presupuesto nacional.
-¿Usted cree que el Gobierno nacional ha tomado un rumbo correcto en materia económica o considera que hay improvisación?
-No sé, creo que hay improvisación, a veces toman medidas y vuelven para atrás. No es malo decir me equivoqué. Creo que el país venía muy mal, tuvimos unos años muy buenos con Kirchner, pero así se malgastó y se desvió. No te puedo decir cuánto robaron, pero robaron. No solamente los kirchneristas, también nosotros tenemos tipos que han choreado.
Por eso pido que participen, que no dejen llegar a los atorrantes.
Porque todos tenemos carencias, las miserias humanas las tenemos todos, es una de las condiciones de la vida me dijo un día Nito.
Tenemos que encontrarle la vuelta al país, tenemos desde bananas hasta pingüinos, no nos falta nada y así todo nos va para la mierda. Parece increíble.
Tenemos de todo, hasta el mix de razas que es buena porque todavía nos reímos. No somos como los suecos o los finlandeses que andan todo el día con cara de culo, pero sin embargo tienen todo ordenadito (se ríe).
¿Por qué no tenemos todo ordenado riéndonos y dejémonos de joder?
-¿Qué opina de la decisión de la Corte con el 2×1 para los genocidas?
-No es buena. Los otros días escuché a alguien (no recuerdo el nombre) que decía que se había aprovechado un bache legal. Porque el 2×1 se le retiró al narco, pero no dice nada sobre el delito de lesa humanidad.
Por eso es un debate que se tiene que dar urgente en el Legislativo y en el Ejecutivo. Tienen que dejarse de joder y ver el vacío y que lo reformen si hay que reformarlo. No puede andar suelto un tipo que ha matado gente.
-Usted que ha sido tan marcado por Nito, en algún momento cuando analiza la realidad se pregunta ¿qué pensaría su papá sobre este momento?
-Lo que me doy cuenta es que estoy pensando como el Nito. Las cosas que me jodían en su momento, tengo contestaciones para mi hijo que eran las del Nito (se ríe).
-Hablemos del Nito
-Y el Nito fue un tipo bárbaro. Llegué medio tarde a la vida del Nito, que ahora no sería tarde porque se tienen hijos a los 30, a los 40, pero en aquel momento yo hubiera querido tener una edad más afín con la de mi papá.
Porque cuando quería comprarme un auto y bajarlo al piso y ponerle un caño de escape libre, el Nito me decía “eso no sirve para nada” (risas). “Si vos querés un auto así, hacete un auto de carrera”, me decía y tenía razón (se ríe).
Fui amigo del Nito en la parte final de su vida. Si bien me llevó a todos lados, desde chiquito, todos los días me aparecía con algo nuevo, vas a ir aprender inglés, vas a ir a folclore, siempre tenía algo nuevo y a mí me jodía.
Porque yo quería tener el pelo largo y él me decía “¿el presidente de Argentina tiene el pelo largo, el de Estados Unidos tiene el pelo largo?, no, bueno entonces no tengás pelo largo”. (Se ríe).
-¿Era muy estricto?
-Tenía el mal del marco, del marco de la puerta para adentro era estricto y jodido. Con mis hermanas mujeres era muy jodido, tuve que acompañar a todas mis hermanas con sus novios al cine, a comer (se ríe), yo metido siempre en el medio.
Hasta que al último, me acuerdo, cuando Cristina se pone de novio con José Luis y querían ir al cine, José Luis me dijo hacé una cosa quedate en La Madrileña y pedí lo que quieras. Entonces yo me comía dos carlitos, gaseosa y cuando terminaba el cine me venían a buscar.
Después mi viejo me preguntaba que tal la película y yo le decía no sé, me dormí (risas).
En esas cosas era estricto y también con el comportamiento. El me dijo “mi papá se portó bien, yo me porté bien y vos te tenés que portar bien”. Creo que eso fue bueno.
Y yo dentro de todo me he portado todo lo bien que he podido. Nunca me cerraron la puerta de una casa, puedo entrar a todos lados, tengo personas que no me quieren, es normal, pero he tratado de portarme bien y es lo que le he pedido a mi hijo Felipe que haga.
-Vamos a remontarnos a su infancia encadenada a la política ¿qué recuerdos tiene?
-Don Arturo (Illia). Creo que fue el más grande de todos de los que yo conocí. Don Arturo venía a dormir a casa, vivió como pobre toda su vida. Tenía un billete, a plata de hoy, de cien pesos. Cada vez que nos sentábamos a tomar un café con algunos correligionarios en algún pueblo al que mi papá lo llevaba, cuando llegaba la hora de pagar don Arturo metía la mano en el bolsillo y mi papá le decía «guárdelo, que ese billete es histórico”.
Mi viejo compraba los cartones de cigarrillos importados y cada vez que venía a casa le daba una etiqueta al comenzar el día.
Don Arturo tenía un paquete hecho de diarios y traía un par de medias, un calzoncillo y el cepillo de dientes. A la noche se bañaba, lavaba el calzoncillo y las medias y las colgaba en el respaldar de la cama.
Al otro día se los ponía. Esa fue la vida de don Arturo.
-¿Cómo era en su trato con los demás?
-Fantástico, te hacía sentir que era tu abuelo, tu papá, tu hermano. Lo vi en dos personas a eso, en don Arturo y en el Raúl. Con Raúl tuve más oportunidad de hablar porque cuando la Triple A lo perseguía estaba en casa y yo tenía una edad más o menos para hablar con él.
Imaginate las preguntas que le hacía. Un día le dije “todo el mundo dice que usted es comunista, y si usted es comunista yo no soy alfonsinista”.
Me respondió “yo soy democráta social, hay ciertas cosas que socializar en nuestra República, la educación, la salud y el trabajo”.
Esa fue su respuesta y se lo escuché decir toda la vida. Tuvo errores, un montón, pero en la balanza tuvo más aciertos que errores.
-¿Cuándo era chico le interesaba la política, entendía algo?
-Yo empecé a ir teniendo cinco o seis años y me dormía. Después fui entendiendo algo, el Nito me hacía leer sobre el comunismo, sobre la democracia.
-¿A usted le interesaba ser político por esos años o le gustaban más los autos?
(Sonríe) Un día le dije al Nito que me gustaría ser ingeniero automotriz. Y me dijo “mirá si no sos Henry Ford vas a ser empleado de la Ford, de la Chevrolet o de la Chrysler, hacé lo que quieras”.
Y después me gustó la Medicina, hice dos años, empecé el tercero y no tenía la constancia para estudiar.
-¿De su abuelo tiene recuerdos?
-Muy pocos porque él se fue a vivir a Buenos Aires con la oficina de Güino Botta muy temprano. Era un tipo duro, era el abuelo jodido, manejaba política, manejaba negocios, pero yo era su nieto, me llamaba Felipe y había nacido el mismo día que él.
-La tradición de los Felipe
-Sí, no hay otro nombre para los hijos varones que no sea Felipe (se ríe) y el segundo nombre relacionado con la política. Yo soy Lisandro por Lisandro de la Torre y mi hijo Felipe Hipólito por Yrigoyen y los que vengan serán Felipe Amadeo, Felipe Raúl (risas). Eso no se negocia.
En la casa cada uno es lo que quiere ser pero si no es radical lo rajamos (risas).
-¿Nunca tuvo dudas del radicalismo?
-No, si el Nito hubiera sido peronista yo hubiera sido peronista. Si las cartas orgánicas son exactamente lo mismo, cambian los hombres pero las cartas orgánicas son buenas todas. Y en mi casa se habló siempre de la Unión Cívica Radical, pero tengo grandes amigos que son peronistas.
Y te voy a contar una anécdota, uno de los grandes amigos del Nito fue Néstor Aliciardi que era en su momento el hombre fuerte del peronismo.
El Nito me dijo si algún día llegás a tener problemas y te persiguen andate a la casa de Néstor que te va a cuidar, y si algún día Néstor te golpea la puerta porque lo están persiguiendo tenelo en casa y cuidalo.
Era distinto el tema, ahora está la famosa grieta, el enfrentamiento al pedo porque nos vemos la cara todos los días de la vida y si somos capaces de juntarnos para comer un asado y reírnos porque no podemos juntarnos para que a nuestra Patria le vaya bien, para que a la ciudad le vaya bien.
-¿Recuerda bien el día que lo conoció a Raúl Alfonsín?
-Sí, estábamos comiendo en casa y llegó papá con él, nos hizo parar y nos dijo salúdenlo porque va a ser el próximo presidente de la República.
-Fue en la década del 70
-Claro. Estábamos todo comiendo y apareció este gallego, petiso y de bigote (se ríe). Pero cuando hablaba… (se emociona), tenía todo bien claro. Siempre habló de lo mismo, de trabajar todos por la Patria y bueno algunas cosas no le salieron bien y tuvo un contrapeso que no quería que las cosas le salieran bien.
-Ese contrapeso en parte sigue estando hoy.
-Mirá, Nancy, yo lo único que espero es que Macri que tuvo todo en su vida, plata, la Ferrari, mujeres lindas, toda su vida ha sido un sueño, fue el presidente del club de sus amores, yo espero que vaya por el bronce y no por el oro. Eso espero y voy dar mi humilde colaboración para que le vaya bien.
Y si no hace bien las cosas, en los dos años y medio que le quedan seguramente no voy a trabajar para Macri.
Por supuesto, siempre voy a trabajar para que un hombre de mi partido sea presidente.
-Nito también tuvo una relación muy cercana con Angeloz.
-Sí, yo lo quiero entrañablemente al Pocho. El Nito era el único tipo que entraba al despacho del Pocho y al despacho de Raúl sin avisar. Por eso decía que era alfonangelocista. El era de la Línea de la Coordinadora Nacional, del Movimiento de Renovación y Cambio y de la Línea Córdoba, una situación jodida (se ríe).
El Nito fue a Raúl y le dijo que el Pocho le había pedido que fuera diputado nacional y fue al Pocho y le dijo que Raúl le había pedido que fuera diputado nacional. Y así fue diputado nacional el Nito (se ríe).
Siempre el Pocho se acuerda de esa anécdota.
-¿Qué impresión tiene de las legislativas de este año en el revuelo que existe?
-(Sonríe). Sí, en este revuelo, pasé de un lado para otro, es complicado el panorama. Creo que tiene que venir una renovación total.
En este momento, Ramoncito está liderando nuestro partido a nivel provincial, pero hay una importante juventud que no es afín a Ramoncito y está trabajando muy bien. Hay que renovar, es una cuestión biológica.
Yo tengo ganas de ir a una reunión, a dos pero a la tercera, como dice el Chiche Grosso, si no me invitan me enculo y si me invitan no voy (risas).
Hay que darle paso a los que tienen ganas de cargarse las bolsas al hombro.
-Resolver las candidaturas va a ser complicado, va a haber puja con el PRO
Sin lugar a dudas, y el PRO tiene que entender que la columna vertebral de Cambiemos es la Unión Cívica Radical. Adonde vos vayas, en nuestro país está la Comisaría, la iglesia, el Comité de Circuito y la Unidad Básica. Eso el PRO no lo tiene.
Adonde vayas están los correligionarios y los compañeros, eso el PRO lo sabe.
Nosotros lo que tenemos que hacer es arreglar nuestro partido, por el bien de la República. Y Macri también está hablando con Schiaretti y está bien.
-¿Qué piensa sobre esta movida que se está dando acusando al peronismo de todos los males del país, todo parece ser culpa del peronismo?
-Es culpa de todos. Estamos todos en el mismo barco, que el peronismo ha gobernado más del 80% del tiempo es cierto, que lleva al extremo muchas situaciones también es cierto. Al peronismo no le gusta perder las elecciones y el radicalismo lo sufre al poder. También es cierto.
Lo digo con cariño y con tristeza. No tendría que ser así. Hay muchos tipos valiosísimos dentro del peronismo.
-¿Usted piensa que el pilar de la democracia es que los dos partidos estén fuertes?
-Sí, vos te fijás en las grandes democracias hay dos partidos fuertes y después tenés un partido de izquierda y otro de extrema derecha, pero no puede ser que haya treinta candidatos a presidente.
No podemos desgastar a la sociedad con cosas que sabemos que no van a hacer.
Tendríamos que ordenar los dos partidos grandes que tenemos, que la izquierda se junte y sea una opción de peso, pero no podemos tener cuatrocientos partidos (sonríe). Algunos me van a odiar por lo que digo pero podemos estar todos más juntos.
-Usted fue electo concejal en 1991 con la boleta encabezada por Miguel Veglia y a los tres meses de asumir la banca renunció ¿por qué?
-Porque me dijeron que podía ser presidente del partido. Y yo creo que el presidente del partido tiene que tener ese cargo nada más para poder tirarle las orejas a quien sea. Si sos parte del Ejecutivo o del Legislativo hay cosas que no podés decir como presidente del partido.
Y se empezó a rumorear que yo podía ser el tipo que podía encabezar la lista única, de consenso, que estaban todos de acuerdo y fue lo único que me gustó ser en la vida política. Me gusta el trabajo del comité.
-Si tuviera que nombrar los mejores y los peores momentos de su paso en la presidencia del comité ¿cuáles elegiría?
-Para mí fue todo muy natural, tenía tipos que venían y me planteaban cosas que no me gustaban pero siempre traté de mantener el equilibrio. Eso me lo enseñó el Negro Massel, yo veía como se manejaba el Negro y aprendí de él.
Porque en el comité pasa de todo, tenés tipos que van a decir su discurso, terminan de decir su discurso y se van, y te armaron un quilombo en la reunión (risas).
Es así. Están los tipos muy capaces que hablan correctamente pero luego no escuchan. Se escuchan ellos mismos y tampoco sirve.
Yo siempre traté de mediar, de acomodar, de buscar soluciones porque siempre quise ser orgánico.
-¿Y ahora ya no quiere más cargos?
-Yo podría ser, pero sería el vocal suplente. Porque veo a los chicos jóvenes que tienen más ganas y que sean ellos. Quiero que toda la generación del Felipe empiece a ocupar los cargos. Si no cómo vamos a descubrir el líder de nuestro partido, si seguimos cerrando las puertas, si seguimos ocupando los lugares nosotros, como va aparecer el Messi de la política.
-¿Cómo ve al comité hoy?
-Está bien, Marcelo es muy buena persona, pero está medio duro con el tema de Cambiemos. Nosotros tenemos que estar adentro de Cambiemos y participando.
-¿Del bloque del Concejo qué opinión tiene?
-Está funcionando bien. Le están buscando la vuelta, son cinco personas de carácter, trabajadoras, y le están buscando la vuelta. Los veo bien.
-¿Tiene en vista algún dirigente que pueda ser candidato a intendente por el radicalismo en 2019?
-Hay varios, pero hay que ver si quieren. Acá el que quiere ser intendente ya tendría que estar tocando el timbre de todas las casas como lo hizo Miguel Veglia en su momento. Y como lo hizo Accastello en su momento.
Los que quieren ser intendente ya tendrían que estar preparándose, mostrando un equipo.
-¿En algún momento tuvo ganas de ser candidato a intendente?
-No, creo que podría haber sido. Pero nunca lo pensé. Me parece que es el trabajo más difícil de todos (se ríe).
-¿Qué problemas considera que Villa María debe solucionar en forma urgente?
-Los problemas que tiene todo el mundo. La seguridad, el tema habitacional, a pesar de que se hizo bastante creo que hay que garantizar que cada familia tenga la posibilidad de su vivienda.
-¿Tiene alguna opinión formada sobre los radicales K?
-No existe eso. Para mí no puede ser eso de cambiarse de lado. Si sos de Boca no sos de River. Se puede trabajar juntos que es lo que tenemos que hacer, pero ya saltar el charco… qué se puede decir.
Mirá Cobos, para mí es una excelente persona, pero se fue aliar con los que estaban del otro lado totalmente, que para mí no era el justicialismo. Para mí los K no representan la esencia del justicialismo.
-¿Qué futuro le ve a Cambiemos en la ciudad?
-Tiene futuro porque estamos convencidos de que todos juntos tenemos que ir para adelante. Y si el partido dice que tenemos que estar, estemos. Si no te gusta andá a pelear a la convención nacional, pero seamos orgánicos.
-¿Cuál es su sueño hoy?
-Que nos pongamos en marcha, que todos podamos trabajar en paz, vivir en paz, poder reírnos los fines de semana después de laburar como locos. Que nos juntemos para disfrutar que tenemos un país que va marchando y que seamos una potencia el día de mañana.
Opiniones
Mauricio Macri
Está haciendo lo que puede, dentro del lío que encontró y el que venga va a encontrar el lío que le va a dejar Macri. Pero si puede solucionar algunos de los problemas que tiene nuestro país ya es un triunfo.
Juan Schiaretti
Está dividida la opinión sobre Schiaretti. Algunos dicen que es excelente, otros que es muy malo. Tendríamos que ver los números de la provincia. No olvidemos que Córdoba estuvo castigada y sobrevivió porque es Córdoba, porque somos revolucionarios, porque tenemos escuelas, porque tenemos caminos en todas partes, tenemos una infraestructura muy importante. Nos falta el mar nada más. Hay que ver los números de Schiaretti.
Martín Gill
Está tratando de transparentar al máximo su gestión. Creo que es positivo, veo que presentó su declaración jurada, algo que tendrían que hacer todos, y veo muy importante la parte de educación. Creo que le está buscando la vuelta para solucionar los problemas que tiene la ciudad.
Me gusta
Estar en casa, disfutar el hogar y la familia.
Me encanta
Viajar y las Ferraris
Me divierte
Las fiestas familiares, poder reunir toda la familia
Me entristece
La injusticia, no tener el país que tendríamos que tener
Me enoja
Las discusiones, ciertas medidas que toman que uno sabe que no son correctas.