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«El rebelde esperanzado», la biografía de Osvaldo Bayer

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«El rebelde esperanzado», la biografía de Osvaldo Bayer
Osvaldo Bayer

Entrevista a su autor, Germán Ferrari

Escribe Jesús Chirino

El escritor, periodista y docente Germán Ferrari es el autor de “El rebelde esperanzado”, la única biografía de Osvaldo Bayer, un intelectual cuyo nombre es definición de compromiso político y social. El libro, editado por Sudamericana, ya puede conseguirse en las librerías del país. En esta obra Ferrari, partiendo del desarrollo de una importante investigación, logra recorrer con detalles los 90 años de la vida de Bayer, profesional y militante. Desde su infancia hasta la actualidad. Pero al ir recorriendo la historia personal de este intelectual, el lector comprende que también va visitando acontecimientos de nuestra historia que tuvieron al multifacético Bayer como testigo, cuando no protagonista.   Entrevistamos a Ferrari, un conocido de Villa María, pues nos ha visitado varias veces presentando sus obras anteriores.

 

La historia

Le preguntamos a Ferrari, cuál ha sido su motivación para encarar tan importante tarea, como lo es investigar acerca de la prolífica vida de Bayer. No tiene que pensar mucho su respuesta, señala que “no existía un trabajo biográfico sobre la vida y la obra de Osvaldo, hay varias publicaciones en formato libro de entrevistas largas, pero no una biografía en la acabada dimensión del término. En la que no solo recogiera el testimonio del él sino de gente que lo conoció, que trabajó con él, que estuvo a su lado en distintos momentos de su vida…”. En el libro se nota que Ferrari no se quedó con eso y apeló a otras fuentes testimoniales y documentales. Regresa a la pregunta que le habíamos realizado y retoma la respuesta en relación a la realización de la biografía,  “para mí fue un desafío enorme por la envergadura del personaje, por el cariño que despierta, por su actividad pública, su compromiso por los derechos humanos, por la defensa de los pueblos originarios, por su trabajo periodístico, por ser una voz de los que no tienen voz. Entonces, meterme en su vida, más allá de lo que conocía a través de sus escritos, de haber hablado con él y haberlo entrevistado en otras oportunidades, era un desafío enorme…. y a medida que fui avanzando en el proceso de la investigación, fui conociendo una diversidad de facetas de Bayer que desconocía. Era muy difícil no apasionarse a medida que avanzaba en el trabajo, porque hablar de su vida, es hablar de la vida del país también, entonces todo el tiempo estaba entrelazando esas dos facetas, esos dos ejes: la vida, el país pero también la vida de Latinoamérica, la historia del mundo… Bayer estuvo presente en la construcción y en la caída del muro de Berlín. Fue testigo de acontecimientos importantísimos, vivió de cerca la Alemania de posguerra, entonces había una serie de acontecimientos que trascienden también lo nacional. Y de alguna manera el hacer esta investigación me remontaba a mi libro anterior, “Raúl González Periodista” porque yo entrevisté a Bayer para ese libro, en el cual recordaba sus encuentros, sus charlas y sus relaciones con González Tuñón en Clarín y creo que existe una continuidad entre uno y otro personaje. Si bien hay una diferencia de edad entre ambos, son 23 años que le llevaba González Tuñón a Bayer, casi como la de un padre a un hijo o la de un hermano mayor con otro. Igual estoy convencido de que hay muchos puntos de contacto entre la vida del país, en la vida del periodismo que empecé a tocar siguiendo como eje a González Tuñón y que continúo, de alguna manera, con la biografía de Bayer”.

 

Propuesta ética

Le preguntamos a Ferrari, si cree que en la manera en que Bayer asumió su tarea intelectual, su militancia política y gremial, nos deja una propuesta ética. La respuesta es contundente, “Sí, claro, hay una propuesta ética, tal vez creo que se podría condensar en dos conceptos: en darle voz a aquellos que no tienen voz y en ser un intelectual de a pie.  Me parece que esas dos ideas rondan toda su trayectoria. El intelectual de a pie se explica en su forma de ser, de actuar, en comprometerse en distintos aspectos de la vida. Es aquel que si le tocan el timbre de la casa, de El Tugurio, en el barrio porteño de Belgrano, abre la puerta y atiende. No pregunta quién es, no hay ningún tamiz, ninguna antesala para ver si puede acceder o no. Esta apertura de Osvaldo, es un ejemplo que lo ilustra de la misma manera que el prologarle obras a un autor que nunca publicó, que es un desconocido. Esa sencillez la demuestra en esos gestos, pero también esos gestos pintan una actitud ante la vida, y en eso va en línea con esa expresión que le ha dado voz a quienes no tienen voz, a los pueblos originarios perseguidos, a los militantes obreros olvidados o asesinados, tanto del movimiento libertario como de la masacre de la Patagonia, por poner solamente dos ejemplos. Me parece que esa es una línea que se ha visto en él a lo largo de su vida”.

Esa manera de ser de Bayer, rigurosidad en sus trabajos sin perder sencillez, un hombre de trato cálido e intelectual de a pie, para Ferrari “va en línea con esa propuesta ética” pero también con la rebeldía, pues él es “el rebelde que se planta y dice no. No, ante la injusticia; no, ante la opresión; no, ante los abusos de poder; no, ante la intolerancia. Me parece que esa propuesta ética que refería va en línea con ese concepto de rebelde muy caro al anarquismo… un concepto que recoge para muchos de sus escritos y que le dio título a uno de sus libros, “Rebeldía y Esperanza”, en el cual yo juego un poco para nombrar esta biografía, él es un rebelde esperanzado”.

Todos conocemos la cercanía de Bayer con los jóvenes. Le preguntamos a Ferrari por qué esas generaciones  tendrían que leer la biografía de Bayer. Su contestación amplía lo planteado en la pregunta: “En parte, me parece que sería interesante que pudieran ahondar en la vida de Osvaldo Bayer un poco por lo planteado sobre la propuesta ética y me parece que, en ese sentido, no solamente lo circunscribiría a las generaciones más jóvenes donde pueden encontrar claramente, y han encontrado, a lo largo de la vida de Bayer, a un referente. Porque esto también ocurrió en la década del ´60 cuando integraba la mesa de Redacción de Clarín y los jóvenes se acercaban a él, no con miedo, como solía pasar con los jóvenes y los adultos en la década del ´60, con una distancia que se imponía, sino con una relación paternal, una relación de aliento que Bayer mantuvo a lo largo de toda la vida en esa especial deferencia hacia los jóvenes. Pero creo que también la lectura, o el ahondar en la vida de Osvaldo Bayer, sirve a las generaciones anteriores, a los que no son tan jóvenes, porque profundizar en la vida de Bayer es profundizar en la vida del país, entonces, creo yo, que ver  distintos hechos, reflexionar sobre diferentes cuestiones de la vida nacional, latinoamericana e internacional a través del recorrido que hizo Osvaldo Bayer servirá también a los adultos para poder comprender un poco más la historia argentina, con sus pliegues con sus momentos de apogeos y también en aquellas circunstancias y hechos que fueron olvidados o ninguneados o escondidos por la historia oficial por el poder de turno…”

Leer “El rebelde esperanzado” es un ejercicio que no sólo permite disfrutar de la pluma de Ferrari, sino acceder al testimonio de una vida coherente en cuanto a la defensa de principios éticos de peso. También es resaltable lo importante que ha sido que la biografía fuera escrita por este periodista pues practica algo que Bayer siempre señala en relación a la escritura, a que debe escribirse de manera que la lectura no sea algo pesado y oscuro. A los noventa años de vida, Bayer ilumina desde las letras de Ferrari.