En los últimos minutos del partido, un cabezazo de Jonathan Coria le dio el triunfo a San Lorenzo ante Colón de Arroyo Cabral (3 a 2), que lo dejó en Zona de Clasificación
Escribe: Pablo Luna Broggi
En el Día de la Madre, la mayoría de los jugadores tenía la ilusión de convertirse en el “héroe” de la jornada para dedicárselo con cariño a su “vieja”, pero el único que lo logró fue Jonathan Coria, porque un cabezazo salvador suyo sobre el final puso al “Santo” más cerca de la clasificación a los play offs de la Liga. Es que el partido frente a Colón era muy importante y se disputó como una verdadera final, ya que ambos quieran ganar para quedar como único escolta del líder Argentino.
El cotejo comenzó a jugarse con intensidad desde el primer minuto, aunque, a decir verdad, era la imprecisión la que reinaba. El local tomó la iniciativa y proponía, principalmente a través de la velocidad de sus atacantes: Francisco Santunione y Nicolás Gayoso. Los desbordes del local eran constantes, pero carecían de claridad y serenidad en “la puntada final”.
Sin embargo, la estocada inicial la dio el visitante, en su primera incursión al área rival. A los 30 minutos, luego de una gran jugada personal de Facundo Bolatti, que milagrosamente el capitán Alvarez pudo mandar al córner, vino el centro preciso de Gabriel Bolatti, y Matías Rojas convirtió sin oposición de cabeza para abrir el marcador.
Colón fue rápidamente en busca de la justa igualdad, pero el entretiempo lo encontró en desventaja, aunque con un jugador de más, gracias a la expulsión indiscutida de Aballay tras una falta sobre Gayoso.
El complemento arrancó con demasiadas emociones juntas: a los 2 minutos, el “Poroto” Bolatti marró una opción clarísima de gol al elevar su disparo por encima del travesaño y un minuto más tarde Nicolás Gayoso se fue expulsado infantilmente por “hablar de más”. Con la paridad numérica San Lorenzo trató de agrandar la diferencia en el tanteador, con dos disparos de Pedro Mansilla, pero ambos fueron detenidos por Joaquín Peretti.
A los 16’ se le complicó demasiado el panorama a Colón, cuando Franco Santoni no tuvo más remedio que cortar una gran incursión de Maximiliano Tóffolo en el área rival, ganándose la roja y debiendo soportar un penal a favor del rival que Gabriel Bolatti se encargó de convertir en gol, a pesar de haber errado su disparo inicial.
Las perspectivas del visitante cambiaron diametralmente, ya que ganaban por 2 a 0 y tenían un jugador de más en el campo de juego. Con todo el viento a favor, los dirigidos por Dulla, ya más tranquilos, intentaban estirar la diferencia y transformar la victoria en una auténtica goleada. Pero lejos estuvieron de ello: increíblemente el local, con el aliento de su gente, logró un empate épico en pocos minutos.
A los 37’, un tiro libre cruzado de Navarro, que nadie desvió, decretó el 2 a 1 parcial y a los 39’ una evitable falta del “Indio” Martínez en el área le posibilitó a Mayco Rodríguez que desde los 12 pasos igualara el tanteador.
La cancha rojinegra deliraba de felicidad y se esperanzaba con el triunfo. El fuego sagrado de los jugadores cabralenses había logrado un empate ante todos los pronósticos, pero la alegría duró sólo 4 minutos. Sobre el final, cuando se moría el partido, Jonathan Coria ganó en las alturas y cabeceó al ángulo izquierdo de Peretti que no pudo evitar el triunfo definitivo del santo perdiceño.
El azulgrana produjo el milagro que necesitaba y se enfila hacía la clasificación a paso firme, cuando restan sólo dos fechas para el final de la Fase Regular. Colón, por su parte, cometió demasiados errores y dejó escapar puntos de oro, por lo que deberá remar desde atrás si quiere decir presente en cuartos de final.
La figura: Gabriel Bolatti: Llevó peligro constantemente y convirtió para la victoria de su equipo. Hizo notar su experiencia en cada intervención. La labor de Pedro Mansilla fue muy importante en la mitad de cancha.
El árbitro: Fabián González: Regular. Flojo desempeño del juez cordobés. Acertó en las expulsiones, pero cortó mucho el juego y obvió varias faltas claras. No fue ayudado demasiado por los jueces de línea.
