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El «screening» auditivo a los recién nacidos

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El «screening» auditivo a los recién nacidos
Si el niño no pasa la prueba, no necesariamente es por una sordera
Si el niño no pasa la prueba, no necesariamente es por una sordera

Escribe Lic. Alejandra Walker (*)

Cribado, cribaje, despiste, detección sistemática, screening (es el anglicismo) o tamizaje son los nombres con que se conoce a una estrategia aplicada sobre una población para detectar una enfermedad en individuos sin signos o síntomas de la misma.

La intención del cribado es identificar enfermedades de manera temprana dentro de una comunidad. Esto permite la rápida gestión e intervención, con la esperanza de que se reduzcan los efectos provocados por la enfermedad.

Normalmente, los bebés se someten a varios tests de screening cuando nacen para identificar los problemas más habituales. Uno de ellos es la pérdida auditiva.

La comunicación con su bebé es una de las cosas más importantes. El bebé empieza comunicando sus necesidades mediante el llanto.

La capacidad de aprendizaje de otros medios de comunicación del bebé dependerá de su capacidad auditiva. El screening auditivo al recién nacido identifica la pérdida auditiva en una edad temprana.

Los procedimientos de screening son rápidos e indoloros. Si los resultados no son satisfactorios, los tests de seguimiento son siempre necesarios.

La pérdida auditiva se produce en tres bebés de cada mil nacimientos de bebés sanos.

El principal objetivo que tiene el screening auditivo es el de identificar las pérdidas auditivas tan pronto como sea posible para minimizar el impacto en el desarrollo del habla, el lenguaje y el aprendizaje.

La mayoría de los países han promulgado leyes que obligan a comprobar la audición al momento del nacimiento. En nuestro país se realiza de manera obligatoria en el primer trimestre de vida del bebé a través del estudio de otoemisiones acústicas.

Cuando alguno de los exámenes indica una posible pérdida auditiva, el médico sugerirá un seguimiento y evaluación a cargo de un otorrinolaringólogo. No obstante, hay que saber que un resultado “sospechoso” en el screening, no significa necesariamente que el niño no escuche, sino que, simplemente, se deben realizar otras pruebas de confirmación.

 

¿Qué significado tiene pasar o no pasar la prueba?

Si el niño pasa la prueba, quiere decir que la audición es normal en ese momento. Aunque la mayor parte de las sorderas permanentes infantiles ya están presentes al nacer, a veces se ponen de manifiesto más tarde.

Los recién nacidos que no pasan la prueba son controlados por los especialistas en Otorrinolaringología, que son los que confirmarán o no el resultado.

Hay que tener en cuenta que en los casos que no pasan la prueba, en realidad no significa que sean sordos, simplemente el equipo no registró la respuesta auditiva, por eso, se aconseja la repetición del estudio y sólo en unos pocos casos se confirma después la sordera.

De todos modos, el estudio de otoemisiones acústicas no tiene valor diagnóstico, lo único que dice ese estudio es que puede haber algún problema de oído, pero sólo los estudios posteriores son capaces de establecer qué tipo de problema auditivo tiene el niño.

Tampoco tiene valor de pronóstico. Esto quiere decir que pasar la prueba al nacer, no garantiza que el niño no vaya a desarrollar la sordera más adelante. Los padres deben estar siempre atentos por si aparece algún signo de que el niño no oye bien, sobre todo en los tres primeros años de vida.

(*) Fonoaudióloga. Gabinete de Fonoaudiología de OSPIL