Hoy es el Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón y, con el objetivo de generar conciencia, compartimos algunos datos de vital importancia para la comunidad. Ponemos énfasis en el llamado que la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) hace a la comunidad médica, pidiendo a los profesionales de todas las especialidades que adviertan a los pacientes sobre los riesgos del tabaquismo
El tabaquismo es la principal causa del cáncer de pulmón a nivel global, por ese motivo existen en la actualidad numerosas acciones destinadas a generar conciencia y disminuir el consumo de tabaco. Las más urgentes son aquellas que apuntan a que los niños y los jóvenes no se inicien, que los fumadores dejen de fumar lo antes posible, que no exista el tabaquismo pasivo, que se hagan campañas de sensibilización dirigidas a la población y que los tratamientos para dejar de fumar sean accesibles y se financien por el Sistema de Salud, ya sea público o privado. No debemos olvidar que el tabaquismo es una adicción y, en muchas ocasiones, el tratamiento de la dependencia química requiere medicación para poder ser controlada.
Datos globales
Con alrededor de 1.400.000 casos nuevos por año y 1.200.000 muertes anuales, el cáncer de pulmón es uno de los más frecuentes en todo el mundo. A pesar de la lucha contra los factores etiológicos, su incidencia global se incrementa un 0,5% anualmente.
La mayoría de los casos se diagnostican entre los 55 y los 75 años, pero se ven casos desde los 35-40 años. Por sobre todas las cosas, el cáncer de pulmón se ha convertido en la principal causa de muerte por cáncer en los hombres en todo el mundo.
El factor de riesgo más importante para el desarrollo de esta enfermedad es el tabaquismo, que explica cerca del 90% de los casos. La mortalidad por cáncer de pulmón se multiplica más de 22 veces en fumadores con respecto a los no fumadores y hay una relación directa entre el tiempo y la cantidad que se fuma y el riesgo de padecer y morir por cáncer de pulmón. Cuanto antes se deje de fumar, hay más posibilidades de tener beneficios, ya que la disminución del riesgo de cáncer toma años en descender después de dejar de fumar.
En los últimos años han habido enormes avances en el desarrollo de leyes que eviten el consumo en lugares públicos o la publicidad en forma indiscriminada, de la que hemos sido víctimas décadas atrás. Sin embargo, estas medidas aisladas no funcionan. El consejo médico es fundamental en la cesación tabáquica y es responsabilidad de todos los médicos, cualquiera sea su especialidad, advertirle al paciente por cualquier razón por la que consulte que fumar es enormemente perjudicial para su salud y aumenta su riesgo de morir y que hay métodos efectivos para ayudarlo a dejar de fumar. Es una contribución al mejoramiento de la salud pública, más efectivo que muchos medicamentos.
Afortunadamente, hubo grandes avances en el tratamiento del cáncer de pulmón y las nuevas drogas disponibles tienen mejor respuesta, mejor tolerancia y menos efectos secundarios. Los tratamientos “personalizados” que, mediante estudios moleculares, permiten identificar qué pacientes responderán a qué drogas, han revolucionado el tratamiento del cáncer de pulmón y generan expectativas enormemente mejores que las de hace diez años atrás.
Además, actualmente existe la terapia inmunológica, de reciente desarrollo, en la cual se optimiza en forma específica la respuesta inmunológica del paciente contra las células tumorales. Ya es una realidad esta terapia en cáncer de pulmón, sin embargo todavía queda por definir cuáles son las mejores condiciones para su implementación. Estas drogas aumentan el arsenal de tratamiento con el que contamos para combatir esta enfermedad.
Más allá de la importancia de la detección precoz y los nuevos avances en el tratamiento, la intervención más eficaz en la lucha contra el cáncer de pulmón continúa siendo la cesación tabáquica. Para ello, toda la sociedad y la comunidad médica deben estar aliados.