Confirmado, el área Villa María-Villa Nueva es decididamente ciclónico
La piedra causó desastres en los campos de la zona, pero el viento multiplicó los daños en los centros urbanos
Más de 10 voladuras de techos y grandes carteles, no menos de seis muros y portones derrumbados, casi medio centenar de postes de distintas redes y grandes árboles fueron “abatidos” fue el saldo de la furiosa tormenta que se registró sobre Villa María, Villa Nueva y varias localidades de la región durante las últimas horas de la tarde del martes último.
El severo meteoro, anticipado por el Servicio Meteorológico Nacional, no hizo más que confirmar que Villa María, Villa Nueva y otras localidades de la zona se encuentran en el corredor ciclónico que históricamente fue atravesado por fenómenos eólicos de gran intensidad y que, tal vez, tuvo su manifestación más recordada en los registros del tiempo con el denominado “Tornado del 28” que, por entonces, causó gravísimos daños a los habitantes de la ciudad que recién había cumplido 69 años de existencia.
El martes último el desastre natural fue ocasionado por una tormenta de dos tiempos: primero, con lluvia y precipitación sólida (granizo); luego, caso de inmediato, a partir del estruendo que generó una centella que arrebató la tranquilidad de la población y devino en ráfagas ventosas a gran velocidad, desde el cuadrante suroeste, que fueron las causantes de los daños más significativos.
En Villa María
Por fortuna, en ninguno de los casos hubo que lamentar daños personales de gravedad; no obstante, en el jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Villa María, Gustavo Nicola, apuntó que 30 efectivos debieron prestar auxilio entre las 20.30 y las 24 de la antevíspera.
Las voladuras de techos y cubiertas, en todos casos metálicos, se registraron en Alem al 149, Buenos Aires 1850 y en Independencia 111.
En distintos puntos se observaron caída de árboles o ramas, como así también postes, al tiempo que varios carteles de gran dimensión cedieron ante la presión del viento.
Por otro lado, durante la tormenta se produjeron un par de accidentes, entre ellos el protagonizado por una mujer que se movilizaba en una moto que circulaba en proximidades de avenida Colón y calle Müller.
En Villa Nueva
Sin embargo, fue Villa Nueva el escenario del mayor desastre, de acuerdo a lo informado por el jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la vecina ciudad, Henry Mandaio.
En pocas horas se registraron 20 salidas de distintas dotaciones para socorrer a los vecinos que se vieron afectados por la furia del viento.
Al respecto, se apuntó que se registraron voladuras de techos en Marcos Juárez 385, al 1000 de calle Tucumán, como así también en Tucumán y Marcos Juárez y también en avenida Costa Atlántica, en barrio Costa de Oro.
A la vez que fueron arrasados carteles de envergadura que se encontraban en avenida Carranza y cortada Piedad, y en avenida Libertad al 940, al mismo tiempo que cayó un árbol enfrente al motel existente a pocos metros del cruce de las rutas 2 y 158.
Por la misma causa, cayeron los portones del Instituto Inmaculada Concepción sobre calle Buenos Aires, como así también el perteneciente a una empresa villanovense con planta fabril sobre Manuel Modesto Moreno, en la cuadra comprendida entre las calles Deán Funes y Comercio; al mismo tiempo que el viento tiró sobre un auto un poste en avenida Carranza y Lima, por lo que el conductor del rodado debió ser trasladado a un centro asistencial.
Asimismo, fueron abundantes los daños que causó la tormenta en las redes de cables eléctricos y de otros servicios, muchos de ellos a raíz de la caída de ramas.
En otros puntos
En tanto, los daños fueron cuantiosos en muchas localidades de la zona e incluso en otros lugares del interior de las provincias de Córdoba y Santa Fe.
Al respecto, Javier Morillo, de la Cooperativa Agrícola de Arroyo Cabral calificó como “letales” los perjuicios que provocó la tormenta, sobre todo por la pérdida de cultivos de trigo, alfalfa y avena.
Señaló que la piedra arrasó con lo sembrado en unas 4.500 hectáreas, compuesta por una franca de unos 15 kilómetros de largo situada al oeste, entre Arroyo Cabral y Luca.
Por otro lado, el viento se llevó el techo de una vivienda cuyas chapas fueron encontradas a unos 200 metros de distancia y lo propio ocurrió en otra unidad habitacional cuyo segundo piso estaba en construcción.
Más lejos y hacia el este, se reportaron numerosos daños por el viento y el granizo en la localidad de El Fortín, donde se observaron roturas de ventanas, vidrios y techos, sobre en la sede del club de esa localidad, en un centro de salud, viviendas particulares y en un establecimiento educativo, de acuerdo a lo informado por el intendente Elio Sánchez.
En tanto, las piedras de mayor tamaño cayeron sobre Sampacho, Las Vertientes y Río Cuarto; copioso granizo en Arroyo Cabral y Luca, aunque las dimensiones más abultadas se registraron en la localidad santafesina de Landeta, donde a las 22 se precipitaron sólidos de mayor tamaño que un huevo.