Gustavo Villalba fue imputado por el homicidio de Marcelo Rodríguez, durante un violento episodio registrado en mayo pasado en un sector descampado del barrio Botta de esta ciudad. Ahora la Cámara del Crimen deberá fijar la fecha de la audiencia de debate
El fiscal René Bosio elevó a juicio la causa que se le sigue a Gustavo Luis Villalba (32), un changarín villamariense que está acusado de haber asesinado a golpes a Marcelo Omar Rodríguez (34), oriundo de La Laguna, cuyo cadáver fue encontrado semisumergido en la cava conocida como “laguna de Genovese”, el pasado 12 de mayo.
En fecha a establecer oportunamente por la Cámara del Crimen de Villa María, el único sospechoso deberá responder en audiencia oral y pública como presunto autor de “homicidio simple”, un delito que tiene una pena mínima de ocho años de prisión.
Villalba, domiciliado en Deán Funes 2058 de esta ciudad, fue detenido el 29 de junio en una chacarita de Villa Nueva, cercana a la ruta provincial 4, luego que le confesara el crimen a una prima durante una llamada telefónica, según lo determinó el ya jubilado fiscal Gustavo Atienza, quien estuvo a cargo de la instrucción de la causa desde un comienzo.
A partir de una serie de averiguaciones, efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Departamental General San Martín determinaron que Villalba podía tener alguna vinculación con el hecho, por lo que la Justicia ordenó la intervención de su teléfono celular, con lo que se inició una minuciosa pesquisa.
Reclamo económico
De ese modo se obtuvo una prueba considerada “fundamental”, ya que el propio changarín terminó contándole a su prima que había dado muerte a Rodríguez luego de una discusión a raíz de un reclamo económico que le hacía la víctima como consecuencia de haber sufrido un accidente laboral.
Según la investigación judicial, Rodríguez había sido contratado por Villalba para reparar un camión volcador, tarea que ambos estaban realizando en un taller mecánico villanovense, propiedad de un hombre de apellido Reinaldi.
El 3 de abril, al intentar bajar la caja volcadora, se zafó el gato que sostenía la estructura metálica y le provocó una lesión importante en la mano izquierda, por lo que no pudo seguir trabajando.
A partir de entonces, Rodríguez comenzó a reclamarle a su “empleador” que le pagara una determinada suma de dinero para poder hacer frente a sus gastos, circunstancia que habría generado el enojo de Villalba y varias discusiones.
Macabro hallazgo
Finalmente, el viernes 12 de mayo, una joven pareja que urgaba entre los residuos arrojados a la orilla de la cava ubicada en barrio Felipe Botta, en la zona norte de la ciudad, se topó con un cadáver que estaba parcialmente tapado por la desvencijada butaca de un auto.
El cuerpo se encontraba boca abajo y semisumergido en las aguas contaminadas de la llamada “laguna Genovese”.
Tras la llegada de la Policía y de las autoridades judiciales, se inició una investigación que, en principio, permitió determinar que el cadáver (luego identificado) llevaba allí más de 48 horas, por lo que inicialmente se estableció que había muerto el miércoles 10.
Con el correr de los días y en base a las averiguaciones realizadas por los investigadores, las sospechas recayeron en Villalba, por lo que, entre otras medidas, el fiscal Atienza dispuso la intervención de su línea telefónica.
Sin embargo, recién a fines de junio se obtuvo la “prueba clave” de la causa, cuando el personal policial interviniente escuchó una conversación que el changarín mantenía con una familiar, en la cual le confesó haber golpeado a Rodríguez el lunes 8 de mayo, es decir cuatro días antes del hallazgo del cadáver.
“Se broncoaspiró”
La pericia realizada por el médico forense Gustavo Rodríguez (sin relación de parentesco con la víctima) permitió conocer que el hombre radicado en La Laguna falleció luego de ahogarse con alimentos.
En efecto, la causa eficiente del deceso fue “muerte por broncoaspiración”, aunque también se detectaron hematomas en la cabeza, en el arco superciliar del ojo izquierdo y en el maxilar, por lo que la investigación determinó que, previo a que se le obstruyeran las vías respiratorias, Rodríguez fue golpeado al menos tres veces con algún elemento contundente.
“La hipótesis que manejamos es que, al momento de broncoaspirarse, Rodríguez estaba inconsciente”, sostuvo Atienza el 17 de mayo, durante una conferencia de prensa convocada en su despacho para hablar sobre el caso, y agregó que esa inconsciencia “pudo haber sido generada por los golpes que presentaba el cuerpo”, producto de los tres impactos antes descriptos.
El fiscal añadió entonces que “quizás el golpe más importante sea el que recibió en la cabeza, pero no hubo rotura de cráneo, no hubo edema cerebral ni fractura de base de cráneo; sí un importante impacto que podría haberle causado un adormecimiento”.