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«Ellas», por la memoria de las que resistieron y lo contaron

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«Ellas», por la memoria de las que resistieron y lo contaron
El Danzamble de la UNVM representó en una obra parte de la investigación

Se presentó en la Medioteca tras dos años de trabajo

Se exhibió anoche el resultado audiovisual de una investigación de un grupo de profesionales de la UNVM que indagó en las estrategias de sobrevivencia que implementaron las mujeres que sufrieron secuestros, torturas y desapariciones. Además, luego marcharon rumbo al Monumento Memoria sin Tiempo

“Memorias de la Resistencia” es el trabajo de investigación que se presentó ayer en la Medioteca en el marco de la Semana de la Memoria y que buscó plasmar “cómo habían conseguido las mujeres sobrevivientes, sobrevivir a la época del secuestro, la tortura y la desaparición”, según explicó Liliana Guillot, una de las cabezas del grupo de trabajo.

En ese marco, se presentó “Ellas”, un video instalación, y una obra del  Danzamble UNVM. Estuvieron detrás de este trabajo, también, la Licenciatura de Diseño y Producción Audiovisual y el Instituto de Ciencias Humanas de la universidad.

“A las mujeres les llevó casi 40 años poder escribir, y algunas todavía no pudieron hacerlo, para contar lo que habían pasado”, reflexionó la licenciada, cuando contó sobre cómo se había hecho el abordaje de la investigación que llevó dos años.

“Tomamos las estrategias de sobrevivencias de ellas, sobre todo en la Perla, la Cárcel San Martín, y lo intentamos plasmar en esto”, dijo sobre las presentaciones que se realizaron anoche y a la que asistió medio centenar de personas. A su vez, aclaró que “no está puesto de una manera realista, sino que es una interpretación artística de las cosas que han pasado, la represión está tratada muy simbólicamente”.

Adentrándose en lo que fue el trabajo de campo, Guillot reconoció que “lo que más nos impactó del trabajo que hicimos fue, para todos, cuando concurrimos a la ESMA, al Casino de Oficiales, a La Perla, la vivencia directa, charlar con mujeres que habían estado secuestradas, nos marcó a todos”.

“Esto nos dejó una enseñanza mucho más a nosotros que al espectador que estará 20 minutos frente a esta exposición del trabajo”, admitió sobre el audiovisual expuesto.

Mediante el mismo se intentó representar las estrategias de supervivencia ante particulares vejaciones físicas y psicológicas, con la finalidad de aportar no solo a la memoria colectiva de nuestro país, sino a que los jóvenes “ya sean como integrantes del equipo o como futuros espectadores, para que no olviden y se comprometan activamente en la búsqueda de justicia y reconocimiento a las víctimas”.

Dos gigantografías fueron descubiertas durante la noche. Una de Eduardo Belloccio y otra de Rubén Rüedi. Este último contó que el poema fue publicado en 1999 y en homenaje a “la memoria como reivindicación de los siete desaparecidos en Villa María”.

Elizabeth Theiller, decana del Instituto de Sociales de la UNVM, contó que “estamos trabajando desde el año pasado en la sistematización a través de una investigación concreta en lo que es el resultado del producto de intervención en materia de Derechos Humanos, Memoria, Verdad y Justicia”.

En ese sentido, resaltó que “esto surgió por un trabajo que se realiza desde hace muchos años en algunas investigaciones que intervenían de manera más indirecta en la temática de género, y que luego trabajando sobre buenas prácticas en medios de comunicación en esta temática, se decide crear un centro de defensa de los derechos”.

Como producto científico “es una construcción social que luego genera un esquema que va a lograr la puesta en marcha con contenido concreto”.

Tras la presentación en la Medioteca, los concurrentes partieron rumbo al Monumento Memoria sin Tiempo, en la costanera, en lo que fue la Marcha de los Pañuelos.

 

En el Reloj de Sol se hizo la vigilia a la espera del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia

No te rindas a la anemia
sin hurgar en la memoria
las estrellas arrebatadas;
sin estibar al menos
un trozo de verdad.

No desarmes el grito,
no te quedes con la ausencia
temblando en las manos
como un copo de sal.

Hay un reloj de sol
-trinchera de la memoria-
donde el río arabesco
se codea con el cemento.

Marca las horas de ausencia
de tus hijos, ciudad.

Aquellos del laurel caído.
Tus hijos desaparecidos.

Desterrados de palabras vino,
Palabras manzanas, palabras  canción,
Palabras pájaro.

Hay un reloj de sol
en tu mas íntimo hueco.
Agujas de musgo
rasgando tu pecho.

Poema de Rubén Rüedi plasmado en una gigantografía