El intendente, concejales, la Pastoral Social de la Iglesia, la APDH y decenas de gremios dijeron “presente” en la actividad desarrollada ayer a las puertas del establecimiento
Los trabajadores cesanteados y en actividad del polvorín villamariense recibieron ayer una contundente muestra de apoyo de los más variados sectores sociales. Va cobrando fuerza la idea de que “la Fábrica somos todos” y que “la seguridad nacional no puede estar en manos de privados ni extranjeros”
Escribe: Sergio Vaudagnotto
DE NUESTRA REDACCION
Al mediodía comenzaron a sucederse los abrazos a las puertas de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos. Cesanteados, trabajadores, sus dirigentes de ATE, los de otros gremios nucleados en la CTA y la CGT… todos cruzaban palabras, miradas, sensaciones. Los niños hacían flamear las banderas verdes y blancas, las mujeres mostraban pancartas… y muchos de los camioneros que transitaban ese cruce de las avenidas Savio y Borrás hacían sonar las bocinas y sacaban por la ventanilla alguna mano con los dedos en “ve” o hecha puño, en señal de aliento.
En ese remolino humano previo al abrazo simbólico al establecimiento del que fueron despedidos 70 operarios desde diciembre último a la actualidad, este periodista pudo divisar al intendente local y varios integrantes de su Gabinete, concejales oficialistas de la ciudad y de la vecina Villa Nueva, representantes de la Pastoral Social de la Iglesia, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Unión de Educadores, Sindicato de Trabajadores de Farmacia, Sindicato del Seguro, AOITA, CEC, Judiciales, estudiantes de la Universidad Nacional de Villa María, abogados laboralistas…
Es difícil ponerle nombres y apellidos a una expresión masiva, donde nadie era más que nadie o, en todo caso, donde todos estaban por lo mismo.
Palabras…
El primer discurso, en tono de arenga, fue el de Fernando Mercado, el líder de los trabajadores del polvorín, quien antes de comenzar llamó a su lado a los jubilados.
“Ahora se hacen las víctimas, cuando nos venían despreciando, diciendo que entramos por pertenecer a tal o cual partido. Acá están, que le pregunten a Thione, a Ochoa… si entraron por favores políticos. Ellos pelearon contra el neoliberalismo en tiempos de Menem y De la Rúa y ahora nos toca a nosotros seguir su ejemplo… Qué culpa tienen los trabajadores si de más de un 1.300.000 kilogramos de explosivos anuales deciden fabricar 135.000 kilogramos, si en las licitaciones pasan precios de chalecos a 16.000 pesos, absolutamente inflados para que la ganen los amigos del Gobierno, si al ácido lo regalan a 5.000 pesos, cuando en el mercado inernacional vale 18.000… Los culpables del vaciamiento son ellos, no los trabajadores”, expresó.
Y añadió: “Acá lo que pasó el viernes (cuando los propios trabajadores tuvieron que leer la lista de despedidos) fue como en la dictadura; lo más parecido a una ejecución, un disparo sobre la dignidad de cada trabajador y su familia”.
Y reiteró que “a los responsables, si no hay reactivación ni reincorporación, adonde vayan los iremos a buscar”, frase que fue cantada por los presentes.
A Mercado lo siguió en el uso de la palabra el dirigente nacional de ATE Gustavo “Gurí” Quinteros, quien llegó acompañado de referentes del gremio de otros puntos del país, y dijo que no están dispuestos “a dejar que este Gobierno entregue el Patrimonio Nacional”.
“No nos equivocamos, lo veíamos venir, por eso hicimos marchas multitudinarias. Igual hicieron la Reforma Previsional y le metieron la mano en el bolsillo a los jubilados. Vamos a seguir para que no hagan la Reforma Laboral y para que en 2019 entre un gobierno que no tenga a los trabajadores por enemigos, porque lo que pasa acá en Villa María pasa en el INTI, en el Senasa, en el Conicet, en todo los organismos del Estado.
Luego fue el turno del intendente Martín Gill, quien recordó las reuniones que mantuvo junto a los trabajadores con autoridades nacionales del área de Defensa, en la que “dijimos que la industria para la defesa es un baluarte que estamos dispuestos a defender y se nos contestó que no había intenciones de modificar nada”.
Luego recordó los despidos de diciembre, los más recientes y el cierre de la Fábrica de Azul, “a la que se la llevaron puesta” con todos trabajadores.
“Van por todo, por la Fábrica, por la Universidad, por el INTI, por el INTA que también tienen sede en la ciudad… porque tienen que cumplir con el FMI, que todo lo que presta no es para la producción y la creación de empleo, sino para la timba financiera que los enriquece a ellos”, puntualizó.
A continuación habló Guadalupe Vázquez, de los Judiciales, y luego la concejala Verónica Navarro, quien remarcó lo dicho por otros oradores, en el sentido de que “en este tema no puede haber divisiones”.
“Como lo dijeron Fernando (Mercado), Martín (Gill) y Guadalupe (Vázquez), vamos a estar juntos porque no queremos que se pierda un solo puesto de trabajo más y sí queremos que los despedidos sean reincorporados”, añadió.
Por los universitarios habló Luz Aberastegue, quien recordó que hay más de 50 universidades que no reiniciaron las clases tras el receso invernal, para afirmar que “la unidad tienen que ser la claridad que nos ilumine el camino a seguir”.
Oscar “Cacho” Mengarelli, por los jubilados, instó finalmente a los presentes a continuar la lucha. Y a voz en cuello estar convencido de que “hoy asoma más que nunca la unidad en la acción, que permitirá derrotar al enemigo que pretende eliminarnos”.
Luego se realizó el abrazo simbólico al establecimiento y, tras ello, los trabajadores votaron el plan de lucha que incluye un corte de ruta el 12 septiembre.
CON EL MISMO DISCURSO
Entre quienes fueron invitados por los trabajadores a hacer uso de la palabra, se contaron el intendente Martín Gill y la concejala Verónica Navarro (pareja del exintendente Eduardo Accastello). Ambos hicieron un llamado a la unidad en estas circunstancias. Inclusive, Navarro, expresó un momento “como dijo Martín…”.
Opinión
“A Capitani no le pasó nada”
Toda la comunidad, pero particularmente los integrantes del Movimiento Obrero, debemos comprender que los Mártires de Chicago murieron en la horca por reclamar mejores condiciones laborales. Desde Chicago para acá, más las muertes de las mujeres el 8 de marzo en las hilanderías de Nueva York, pasando por las muertes de trabajadores en la Patagonia trágica de los años 20; de la represión y muerte de trabajadores de La Forestal en el Chaco santafesino de los años 30; por las muertes de la fusiladora del 55; por la muerte en el 66 de Santiago Pampillón en Córdoba; del afiliado al SMATA Córdoba Máximo Mena y tantos otros obreros y estudiantes en el Cordobazo del 69; de mi amigo y compañero Oscar Liwaki secretario general del gremio de Comercio y de la CGT de San Francisco, entre los 30.000 muertos, desaparecidos y presos y de nuestros villamarienses Felipe, Mónaco y Requena entre otros trabajadores y militantes sociales caídos por enfrentar la dictadura de los años 70; y Kosteki y Santillán en Avellaneda en 2001 y más acá, Fuentealba en Neuquén, y Mariano Ferreyra en Buenos Aires. Y ahora con Macri y la derecha económica en el poder, el encarcelamiento de Milagro Sala, los estudiantes jujeños reprimidos por el gobernador Morales, los docentes reprimidos por reclamar paritarias, los despedidos de las fábricas militares de Azul, Villa María y Río Tercero, los despedidos de Télam, los reprimidos de los astilleros de Río Santiago, no hicieron nada. Pero están reprimidos, despedidos, encarcelados.
Trabajadores, estudiantes, militantes sociales, en fin, desde Chicago para acá, siempre es igual: la derecha da la orden, la Policía pone las balas y nosotros ponemos los muertos.
Entonces, tengamos memoria. La memoria nos permite decir que a Capitani no le pasó nada. Nada al lado de los miles de trabajadores muertos por las balas de la represión o al lado de familias enteras que reclaman la dignidad del trabajo perdido por la insensibilidad de los Macri, Capitani, Bruno, Landart, Bustamante y todas las familias Cambiemos a los que nunca les pasa nada.
Eduardo Belloccio (CEC y CGT)
“DICEN QUE LOS TRABAJADORES
somos los violentos, y yo pregunto: ¿hay alguna violencia más grande que dejar en la calle, sin su fuente de sustento a 70 familias? Nos tildan de violentos cuando los trabajadores siempre fuimos los que pusimos los muertos… Y estamos acá para reafirmar la unidad en la lucha por los 70 despedidos y por la fuente de trabajo para los que aún conservan su puesto. Y si no revierten los despidos, los iremos a buscar adonde sea que estén, porque la Argentina es nuestra y no de un Estado extranjero al que se la están vendiendo” (Guadalupe Vázquez – Judiciales)
LOS TRABAJADORES
que perdieron su trabajo en la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María desde diciembre último hasta nuestros días. A ellos se suman los 250 que se desempeñaban en el establecimiento de Azul (Fanazul), en la Provincia de Buenos Aires; los 59 de la Fábrica Militar de Río Tercero, y los 49 de Fray Luis Beltrán, en la Provincia de Santa Fe. Todavía no hubo despidos en el estableciomiento de Jáchal, en la Provincia de San Juan.