En el banquillo de los acusados están sentados Valentín Mendoza y E. F. A., de 17 años. El tercer implicado es B. A. C., quien fue declarado inimputable porque al momento del hecho era menor de 16. El debate se realiza a puertas cerradas
Con la lectura de la acusación y las declaraciones de los imputados, comenzó ayer en la Cámara del Crimen de Villa María el juicio oral y privado por la violenta muerte de Leandro Gaspar Morales, un joven de 22 años que fue asesinado a golpes por una patota a fines de enero del año pasado, poco después de salir de un boliche bailable.
Los acusados son Valentín Nicolás Mendoza, de 20 años, y E. F. A., de 17, aunque en la causa había un tercer implicado, B. A. C., quien fue declarado inimputable porque al momento de ocurrido el crimen era menor de 16.
El hecho investigado se produjo en horas de la madrugada del domingo 25 de enero del año pasado en calle Santa Fe a la altura del 340, entre Colombia y bulevar Italia, donde se produjo una pelea en la que Morales recibió una feroz golpiza en el suelo, donde fue pateado en la cabeza y hasta le arrojaron una baldosa que le ocasionó gravísimas heridas.
La joven víctima estuvo internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Pasteur, donde murió en las primeras horas de la madrugada del martes 27.
Del feroz ataque participaron varios jóvenes, aunque durante la instrucción de la causa se estableció que los principales sospechosos eran Mendoza y los menores E. A. y B. C.
El mayor, nacido en esta ciudad el 10 de enero de 1996, es el único que comparece privado de la libertad y si es declarado culpable del hecho que se le atribuye (“homicidio simple”), recibirá una condena de cumplimiento efectivo de entre ocho y 25 años de cárcel. En cambio, E. A. se encuentra en libertad por tener menos de 18 años, pero si corre la misma suerte que su compañero de causa, quedará a disposición de la Justicia de Menores y podría recibir una pena de prisión cuando alcance la mayoría de edad.
Cabe señalar que en este juicio también se ventilará un caso de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” que se le sigue al propio Mendoza y a Ricardo Raúl Martínez, de 31 años, a raíz de un procedimiento realizado el 5 de junio de 2014, en el que la Policía les secuestró medio kilo de marihuana, varios “ravioles” de cocaína, una balanza de precisión y elementos de corte.
Como ese proceso es anterior al homicidio, se anexaron las actuaciones relacionadas con el “caso Morales”, cuyo denominador común es precisamente Mendoza.
Pese a que el juicio se realiza a puertas cerradas, EL DIARIO pudo saber que tras la lectura de la pieza acusatoria, comparecieron los tres imputados: Mendoza y Martínez admitieron su responsabilidad en la causa por drogas, mientras que el primero de los nombrados y el menor E. A. se abstuvieron de declarar en relación al homicidio.
Para hoy, en tanto, está previsto que declaren casi todos los testigos citados por las partes, en doble turno: por la mañana, a partir de las 9, y en horario vespertino, desde las 14.
El juicio es presidido por el camarista Félix Martínez y cuenta con la participación del fiscal Francisco Márquez y de la secretaria Gabriela Sanz. También intervienen los abogados villamarienses Rodrigo Hayas (representa a la mamá de Leandro, Nélida Morales, quien se constituyó en la causa como querellante particular); Daniel Volpe (defiende a Mendoza), Juan Antonio Rusconi (asiste a Martínez) y el letrado riocuartense Jorge Valverde (representa al menor E. A.).
Familiares y amigos de Morales expresaron ayer su enojo con el juez Martínez al enterarse que el debate se iba a realizar a puertas cerradas porque uno de los acusados es menor de edad.
Vistiendo remeras blancas con una imagen del chico asesinado y la inscripción “Justicia por Leandro”, se congregaron en el pasillo del quinto piso y luego en la calle, frente a Tribunales.