Preocupados ante el cierre de varios negocios en la ciudad, la Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentino elabora un estudio detallado tendiente a tomar medidas y buscar propuestas y soluciones

“Es evidente que los costos operativos elevados y la notoria baja en el consumo no acompañan; todo esto hace que la situación sea antieconómica para tener un local abierto”, dijo Darío Pellegrino, presidente de la Cámara de Comercio de la Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentina (AERCA), a EL DIARIO.

“Vemos la situación con preocupación, ya que el actual no es el escenario ideal”, acotó el dirigente, quien a la vez aseguró que “hace dos días ya que, ante los cierres que son de público conocimiento, nos hemos concentrado en realizar un relevamiento lo más minucioso que podamos para tener datos concretos que nos permitan acceder a más elementos de juicio, ya que concretamente en AERCA no tenemos casos puntuales de negocios o comercios en situación de cierre”, aclaró Pellegrino.

La consulta al titular de la Cámara de Comercio de la gremial empresaria de la calle San Juan fue realizada tras el cierre de 44 comercios en febrero, según lo registrado por la Municipalidad, conforme a las solicitudes de baja.

“Seguramente, tomaremos acciones al respecto, porque es nuestro objetivo, siempre, ocuparnos del desarrollo de la actividad comercial, promoverla y alentarla. De modo que con un estudio fino de cuáles son los rubros más afectados y ese tipo de detalles podremos tomar acciones concretas para colaborar y definir un plan de acción proactivo”, dijo Pellegrino.

La situación por la que atraviesan muchos comercios locales (ver recuadro) comienza a preocupar a las entidades que los nuclean. Una luz amarilla en el semáforo de la vida económica local -que no escapa a las generales de la ley del país- enciende el estado de alerta.

¿Y por casa…?

En cuanto a la situación de su comercio particular (Pellegrino es propietario de un tradicional local de venta de artículos deportivos de la calle Corrientes al 1200), el dirigente reconoció que “en enero de 2017 se notó una baja en las ventas respecto de enero del año pasado y en febrero también hubo una baja, aunque se lo atribuyó a que el año pasado las clases comenzaron a fin de febrero y este año, recién en marzo. Y en este mes la actividad es bastante buena, sobre todo en lo que a artículos de uso escolar se refiere”, explicó el comerciante.

Claro que la venta de zapatillas, mochilas, buzos y demás artículos de uso escolar conforman, en marzo, por el inicio de las clases, una actividad comercial más bien espasmódica, estimulada por la necesidad ineludible de una reactivación sostenida y real del mercado.

Números que preocupan

Comercios en alerta amarilla

Casa Galver, Rectificaciones Vimacor, Gula, Subway, la sucursal de Corrientes y 9 de Julio de Denüt y la tienda de ropa que vendía Wrangler y Lee en la calle Corrientes al 1000 fueron los casos de cierre relevados y publicados por EL DIARIO en los últimos días.

   Datos oficiales

En febrero de este año hubo 44 pedidos de cese de actividad y en lo que respecta a nuevas inscripciones para solicitar la habilitación, sólo 12 en el mismo mes. En febrero del año pasado hubo 20 comercios que cerraron y 35 que abrieron sus puertas. Enero es muy difícil de cuantificar porque hay muchos negocios que cierran o tienen horario desdoblado y suelen no toman definiciones hasta febrero, es lo que explicó Valeria Suárez, subsecretaria de Inspección General de la Municipalidad de Villa María.

La caída del consumo y de las ventas, la suba de las tarifas de servicios públicos y el alza del precio de los alquileres son los motivos esgrimidos en la mayoría de los casos.