Se conmemoró ayer el Día del Tambero, trabajador del que depende en gran medida la producción láctea argentina. Desempeñan su labor a porcentaje con toda la familia. Cada vez se les exige más profesionalización
El 23 de febrero se celebra en Argentina el Día del Tambero, en conmemoración a la creación en 1920 de la Unión General de Tamberos, entidad gremial de productores lecheros argentinos.
La fecha fue dispuesta a través del Decreto Nº 3.192 del 3 de abril de 1968, por el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires. “Con esta celebración reconocemos a todos los trabajadores del tambo que con su labor contribuyen al desarrollo de una industria tan importante del país como lo es la lechera”, indicaron desde el INTA.
Cabe señalar que el organismo brinda asistencia y capacitación a los tamberos a través del proyecto “El Profesional Tambero”. Consiste en cursos para operarios, compuesto por 14 clases de frecuencia semanal, de tres horas de duración cada una, en las que se abordan cuestiones técnicas clave del manejo del tambo: trabajo en equipo, rutina de ordeño, calidad de leche, mastitis, manejo de pasturas, alimentación, crianza de terneros, manejo sanitario de la recría en el tambo, reproducción, maquinarias, higiene y seguridad y economía familiar.
En Villa María se valoró particularmente el rol del tambero en la economía regional. A sabiendas que en sus manos está el futuro es que se puso en marcha en 2017 una iniciativa novedosa: la carrera del profesional tambero, dictada durante un año con el aval de la Universidad Tecnológica, el propio INTA y la Sociedad Rural. La iniciativa surgió de un proyecto impulsado por el concejal Omar Coutsiers y fue apoyado por la Subsecretaría de Lechería.
Se estima que hay unos 850 tambos en nuestra región, una de las principales cuencas lácteas, lo que puede dar un indicio de la cantidad de familias que ayer celebraron su día.