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Enojada con su propia abogada

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Enojada con su propia abogada
“En ese interín, una conocida que trabaja en ANSES me dice que si el trámite viene denegado...”
“En ese interín, una conocida que trabaja en ANSES me dice que si el trámite viene denegado…”

Señor director:

A través de la presente nota quiero hacer público lo acontecido con una prestigiosa abogada de nuestra ciudad.

Todo comenzó por un episodio de salud que sufrí en el año 2013, por el que tomó intervención el Juzgado de Familia, porque tengo una hija menor de edad. En consecuencia, ellos nombran a una abogada y ella me representó (no recuerdo ahora el nombre de la doctora).

Ella solicita un «retiro por invalidez», pero una comisión médica lo rechaza, por lo que se apela a Buenos Aires.

En ese interín, una conocida que trabaja en ANSES (Lilian Rovere), me dice que si el trámite viene denegado, vaya a ver a la doctora María Beatriz Nonis, que ella tiene un “as” en la manga y saca estos casos (palabras textuales de Lilian).

La apelación vino denegada y fui a ver a esta doctora. Se presentó muy amable, me dijo que iba a demorar dos años, pero me garantizó que iba a tener mi jubilación por retiro por invalidez.

Empezó muy bien, pero en 2016 el problema eran los peritos médicos. Me decía que el doctor García José no le cumplía con las pericias y que bla, bla, bla.

Después me doy cuenta de que era porque yo no pagaba los 2.500 pesos que ella cobraba para que se realicen las pericias y que debía pagarlo en su estudio. Le expliqué en todos los idiomas que yo no contaba con ese dinero, nunca me entendió. A todo esto, se pasó el año.

Recién en marzo de este año conseguí el dinero y en abril el doctor Cruz Maldonado realiza mi pericia porque yo fui a hablar personalmente con él porque a mis estudios no se los habían dado.

El 20 de abril de este año se envía todo a Buenos Aires, no sé a qué jurisdicción porque ella no explica nada; lo único que me dijo es que iba a demorar seis meses.

Empecé a seguir mi expediente por la página del Juzgado Federal y, para mi sorpresa, en el año 2016 mi expediente no tuvo movimiento alguno. ¡Lo cajoneó! Lamentablemente, tiene muchos clientes y se avoca a lo que le conviene.

A fines de agosto (siempre hablando de este año), me envía este e-mail (*N. de la R.: la lectora incluye copia del e-mail). Como se puede ver, me da la “buena noticia” que “habría salido su sentencia, señora. Estaría para notificar”.

¡Cómo no me voy a ilusionar! ¡Pero todo fue una mentira! A mediados de noviembre fui a su estudio para tener alguna novedad y me dice que mi expediente estaba en una jurisdicción esperando la sentencia.

Me pidió un certificado médico especificando las patologías que padezco para ver si aceleraban mi trámite. También me dijo que el 30 de noviembre viajaba a Buenos Aires, pero que le llevara el certificado lo antes posible porque lo enviaba por correo. Se lo llevé, me atendió una de sus secretarias, de nombre Analía, a quien le dije que le avisara a la doctora Nonis.

Esta secretaria, con mucha soberbia, me responde: «No creo que la doctora me vaya a atender el teléfono porque está de vacaciones en Estados Unidos y vuelve el 4 de diciembre». El mismo día me escribe por e-mail que mi expediente esta en la Cámara de Seguridad Social de Buenos Aires, en “autos”, esperando para resolverse.

Mi expediente en particular no vuelve a Villa María.

La única que podía hacer algo y no lo hizo. Era mi abogada patrocinante. Me prometió que a lo mío lo resolvía en dos años. Bien, ya pasaron cuatro años.

Agradezco enormemente a los profesionales del Juzgado Federal de nuestra ciudad, que me atendieron siempre muy bien.

Con respecto a la doctora Nonis, me queda por pensar que no pudo tener el “as”. Nunca tuvo una palabra de aliento. Quiso hacer en 20 días lo que no hizo en cuatro años.

Por último, me dijo que siguiera mi expediente por la web. Es imposible porque la página me dice “no disponible para su consulta pública”.

Entonces, pregunto, ¿para qué contraté una abogada? Que no es gratis.

Atentamente,

R.M.
DNI 22.738.467