Jornadas Lecheras Nacionales – Entrevista a Gabriel Bagnato, gerente del Instituto Nacional de la Leche de Uruguay
El uruguayo Gabriel Bagnato habló de los mercados mundiales para el sector lácteo. Destacó que tanto la oferta como la demanda están creciendo a ritmo lento, lo que evita distorsiones en la cadena. Planteó también las incertidumbres de 2018
El gerente del Instituto Nacional de la Leche (INALE) de Uruguay, Gabriel Bagnato, fue el primer expositor de las Jornadas Lecheras Nacionales, que se llevaron a cabo en Villa María el miércoles último.
En diálogo con EL DIARIO Rural, el agrónomo habló de la situación de Conosur como productor y exportador de leche, que se encuentra en una estado de “recuperación” después de la crisis de 2015 y 2016.
“Antes de eso veníamos con muy buenos precios, lo que generó un aumento de la oferta. Entonces, se generó un panorama con exceso de oferta, sumado a los márgenes acotados del sector y a la cuestión climática de algunas regiones de Argentina, que empujó a la crisis”, planteó.
Asegura que desde el segundo semestre de 2016 y durante todo 2017 “quienes compran leche en el mundo, como China, Argelia o el sudeste asiático, vieron que se había retraído la oferta a causa de la crisis y comenzaron a mejorar los precios. Paralelamente, esto permitió que la oferta se recupere, pero a un ritmo relativamente lento, lo que no provoca ningún impacto negativo, sino que se orienta hacia el equilibrio de los mercados”.
Para el presente año, señaló que se presentan algunas incertidumbres. “Hay que ver qué hacen la Unión Europea y Estados Unidos con sus stocks, que son importantes, y si los vuelcan al mercado generaría un problema para los exportadores de leche. Pero hay que señalar que hasta ahora no tuvieron un manejo con ese criterio y la Unión Europea volvió a licitar para comprar leche en polvo. Es decir que, pese a la incertidumbre, hay cierta expectativa para que se mantenga el equilibrio”, destacó.
“Venimos de años en donde se alinearon situaciones que desalentaron al productor, que nos pusieron en crisis, pero no cabe la menor duda que mirado de afuera, Conosur es uno de los grandes jugadores en la producción de alimentos en general, no sólo de la lechería”, indicó, a modo de conclusión.
El modelo uruguayo
Bagnato habló también de la organización de la cadena láctea en Uruguay. “Hay una institucionalidad importante en el sector. El INALE viene a cerrar un círculo de una industria muy fuerte, con productores entrelazados, porque en nuestro país predomina el sistema cooperativo y, por lo tanto, los productores son dueños de las industrias”, planteó.
“Lo que hacemos desde el Instituto es trabajar en nichos donde se necesita la pata del Gobierno, como por ejemplo, en la transferencia tecnológica, con el fin de disminuir la brecha entre productores, que es muy grande en Uruguay. También diseñamos herramientas de financiamiento que necesitan los productores”, informó.
“Con sus bemoles, porque siempre hay tensiones, se da una relación muy madura”, agregó.
En relación a los precios, indicó que un mínimo porcentaje de la lechería está sujeto al tarifado que establece el Gobierno para un tipo de producto, que es la leche fluida en bolsa. “Se fija ese precio en base a los costos de producción y elaboración, para garantizar que el consumidor final pueda adquirir la leche aunque el precio internacional esté en 5.000 dólares la tonelada de leche en polvo. Es decir que no esté sujeto a los vaivenes del mercado”, dijo.
Agregó que esos precios tarifados rigen para “un 6% a un 7% de la producción uruguaya”.
Las jornadas
Sobre las jornadas hay que señalar que se abordaron distintas temáticas.
Uno de los puntos sobresalientes es el movimiento que se está generando para lograr unir a todo el sector productivo lácteo, a los fines de que haya interlocutores válidos en las negociaciones con otros sectores y con el Gobierno.