Con la asistencia técnica del INTI se desarrolló un set de equipos destinados a la rehabilitación de pacientes con patologías neurológicas
Contrariamente a lo que se creía hasta hace poco tiempo, el sistema nervioso puede generar nuevas células a lo largo de la vida de las personas. Este fenómeno se denomina plasticidad neuronal y consiste en la capacidad que tienen las células nerviosas de regenerarse formando nuevas conexiones. Por otra parte, si bien la rehabilitación neurológica se desarrolló notablemente desde el punto de vista científico, para trasladar estos adelantos al campo terapéutico hace falta avanzar en los conocimientos y en los soportes tecnológicos.
En los países desarrollados se han logrado notables avances por medio de equipos altamente sofisticados cuyos costos resultan prohibitivos para la mayoría de las instituciones de salud del país. Para dar solución a estas limitaciones, el INTI, a través de su Centro de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad, desarrolló junto a un grupo de investigadores cuatro equipos dinámicos, de funcionamiento simple y mecánico, que pueden ser fabricados por empresas locales a un costo accesible para las instituciones de salud. Mientras que el equipo para rehabilitación neurológica de fabricación suiza llamado Lokomat tiene un costo de 500 mil euros, aquí se pueden fabricar los cuatro equipos dinámicos con prestaciones similares por un valor aproximado de 200 mil pesos.
El especialista del INTI Ricardo Garbayo -quien comenzó a trabajar en la rehabilitación de patologías neurológicas hace más de 20 años en Cuba- precisó que en Argentina existen sólo dos equipos Lokomat, uno en la provincia de Buenos Aires y otro en una clínica privada de Mendoza, que claramente resultan insuficientes para atender a la población del país con este tipo de necesidad.
El soporte tecnológico propuesto por el INTI se compone de cuatro equipos, cada uno de los cuales cumple una función determinada en las etapas del tratamiento y según la evolución del paciente: estimulador de marcha, paralela móvil, estimulador de marcha regulado y andador con apoyo de axilas.
Estos equipos permiten realizar un entrenamiento intensivo de la marcha, estimulando la plasticidad neuronal: cuando la actividad de marcha se hace de manera intensiva esto favorece la producción de determinadas proteínas en el sistema nervioso que aceleran el crecimiento de los axones (parte de las células nerviosas), permitiendo la formación de nuevas cadenas neuronales. A su vez, al funcionamiento de los cuatro equipos dinámicos se acopla un visor de realidad virtual que por medio de imágenes favorece la formación del patrón de marcha.
El objetivo del INTI es que este soporte tecnológico llegue a todos los pacientes del país que lo necesitan. En esta dirección ya se encuentran disponibles los prototipos para que las instituciones de salud, tanto públicas como privadas, que deseen implementarlo puedan hacerlo con la asistencia técnica del Instituto. Hasta el momento, los equipos dinámicos se implementaron en la Asociación para la Protección del Paralítico Cerebral (Appace) en la provincia de Jujuy y en el Centro Ignacia Obligado en Córdoba, entre otras instituciones.
En camino hacia una nueva generación de equipos de rehabilitación, técnicos del INTI se encuentran trabajando en la última etapa de fabricación de un nuevo prototipo denominado Simulador de Marcha, cuyo funcionamiento será evaluado en la Unidad de Investigación y Pruebas de Uso y posteriormente se instalará en el hospital público Néstor Lencinas de la provincia de Mendoza. Se trata de un trabajo interinstitucional e inédito en el cual se articulan investigación científica, desarrollo tecnológico y aplicación terapeútica.
La aplicación de innovaciones y valor agregado en la industria de equipos médicos no sólo abre posibilidades para satisfacer demandas del mercado local sino también regional. En tal sentido, recientemente la ministra de Industria Débora Giorgi viajó a Bolivia y a Perú para impulsar la exportación de productos nacionales a estos países.
Testimonio
José Antonio Pavón (foto) tiene 64 años y padece una enfermedad neuromuscular degenerativa. Hace más de un año, después de sufrir algunas caídas sospechosas, le diagnosticaron debilidad muscular que provoca -además- dificultad para levantarse de sillas o del suelo, caminar por escaleras y levantar peso. Para retrasar el avance de la enfermedad, Antonio necesita un tratamiento continuo de kinesiología y estimulación de marcha, que hace cuatro meses viene realizando con los equipos desarrollados por el INTI. “Tengo la sensación de que mi enfermedad está estabilizada, que si bien tengo limitaciones para manejarme con el transporte público, sigo con mis actividades laborales y noto que la enfermedad no continúa avanzando”, destacó Pavón en diálogo con prensa del INTI.