Un villamariense pagó casi 5.000 pesos a quien decía ser representante de una concesionaria de motos de la región. Tras abonar, el falso vendedor desapareció de las redes, bloqueó el teléfono y, por supuesto, jamás entregó el vehículo
Emanuel Domínguez (18) es un joven de Villa María que se propuso como objetivo para el año 2017 llegar a comprar su moto. Sin dejar sus estudios (empezará el último año del secundario técnico), ahorró con mucho sacrificio el dinero que le posibilitaría alcanzar su meta.
“Con algo de dinero reunido empecé a escribir en los distintos grupos de compra y venta que hay en las redes sociales y tuve varias respuestas. Había quien me ofrecía motos usadas, pero finalmente me decidí por comprar una nueva a través de un plan en cuotas que me propuso quien dijo llamarse Ezequiel Melano. El aseguraba ser representante de Renoux Motos de General Deheza. Todo era falso”, relató Domínguez a EL DIARIO.
Tras varios mensajes, intercambio de fotografías de motos y acuerdo con el precio, Emanuel eligió su moto y acordó pagar la entrega de casi 5.000 pesos a través de un Pago Fácil. El resto lo abonaría en cuotas de 1.000 por mes.
Con sus ahorros en la mano, abonó lo pactado el jueves 10 de enero. La promesa era que la moto estaría en su casa el sábado 12.
“Hice varias compras por Internet sin problemas, pero cuando aparece gente así empezás a desconfiar de todo”, dijo.
Tras pagar, presentía que algo no andaba bien, por lo que empezó a investigar más en el perfil de quien se hacía llamar Ezequiel Melano. “Vi cosas que no me cerraban. Por ejemplo, que ofrecía un cuatriciclo a un valor inferior al real. Fue por eso que, ante la duda, optamos con mi familia por ir a cancelar el pago”, agregó.
Pese a que volvió al Pago Fácil el mismo día que pagó, no pudo anular la operación: “La señora de la oficina nos dijo que no podía porque estaban cerrando, que volviéramos al día siguiente. Fuimos y como la señora no estaba, tuvimos que regresar a la tarde. Pero ya no pudimos hacer nada, porque la persona que nos engañó ya había retirado el dinero”, contó decepcionado.
El receptor de esos fondos mal habidos, se llame como se llame, cerró su falso perfil de Facebook y ya no tenía más el número de teléfono al que Emanuel se había comunicado antes. Igual, la víctima de un engaño empezó a investigar. “Llegué a corroborar que como mínimo es, además de un estafador, un falsificador de documentos. Tengo datos de que vive en un pueblo de la región y no sé mucho más”, planteó.
Frente a ese panorama, no dudó en formalizar la denuncia en la Unidad Judicial. Se presentó allí con un detalle de los hechos el domingo 13 de enero.
Sabe que el estafador le quitó los 5.000 pesos, que son otra cosa que el sacrificio de todo un año. Si bien no tiene muchas esperanzas de recuperarlos, Emanuel aceptó hacer pública su denuncia para evitar que otros caigan en la misma trampa.