
Miguel Verón dijo que Villa María acompaña las cifras de caída de la actividad a nivel nacional y que “seguimos a la espera de que se generen fuentes de trabajo”

Según estadísticas difundidas a nivel nacional, la industria de la construcción se viene a pique a pasos acelerados y sostenidos en 2016: en junio, por citar un ejemplo, cayó un 20% y en septiembre se derrumbó otro 23%, por mencionar otro.
En el ámbito local, no se experimenta una excepción en este rubro y la situación ha encendido las alarmas de trabajadores y dirigentes sindicales.
Desde la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Regional Villa María manifestaron su preocupación por esta realidad que día a día va dejando a muchos trabajadores lejos del circuito laboral.
“Lamentablemente, acompañamos en la Regional los índices que se dan a conocer a nivel nacional. Estamos muy preocupados por esta situación. Seguimos a la espera de que se generen fuentes de trabajo pero por ahora sólo se escuchan anuncios, pero no hay trabajo”, dijo Miguel Verón, secretario general de la Regional a EL DIARIO.
“En los edificios que inician, que son pocos, contratan a muy pocos trabajadores y planes de vivienda no hay, de manera que el trabajo escasea. En Villa María hay muy poca actividad”, puntualizó el gremialista, quien a la vez indicó que “generalmente en diciembre y enero, de por sí, la actividad disminuye”, por lo que no auguran un buen verano.
“Hace un par de años, la actividad era sostenida; paraba un poco en las vacaciones, pero después se reactivaba, a partir de marzo. No parece que vaya a pasar eso ahora”, ilustró el dirigente, haciendo un paralelo con una realidad no tan lejana.
“Hace poco conseguimos un 17% de aumento en paritarias, lo que suma un 39 % anual para los trabajadores, pero ese porcentaje ni siquiera le empata a la inflación”, se lamentó Verón.
Paliativos
Ante el panorama, más bien desalentador, desde el sindicato que nuclea a los trabajadores de la construcción intentan ver la mitad llena del vaso y enumeran algunos paliativos.
“Por suerte, paliamos un poco la situación de algunos compañeros (una docena de ellos) que están trabajando en la Central Nuclear de Embalse de Río Tercero”, apuntó Verón, sin embargo se adivina en su discurso que entiende que eso es apenas una curita en la herida.
Y como lo último que se pierde es la esperanza, el gremialista cifra la suya en Leones, donde en unos 10 días más, aparentemente, una empresa extranjera comenzará una obra de considerables dimensiones.
“Allí, en Leones, confiamos en que podremos ubicar a unos 150 trabajadores, más o menos”, confió Verón.