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“Estamos un poco acéfalos de tiempo y de espacio para que el chico se desarrolle”

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“Estamos un poco acéfalos de tiempo y de espacio para que el chico se desarrolle”
Rubén Magnano, el villamariense que fue campeón con la “Generación Dorada”

Básquet – Rubén Magnano

Con la presencia de lujo de Rubén Magnano, Sparta presentó su campus, que contará con varios entrenadores de reconocida trayectoria y se realizará entre el 20 y 22 de julio. El ex técnico de la selección argentina brindó una conferencia donde abordó distintos temas y dejó sus experiencias y enseñanzas

 

El club Sparta presentó ayer el campus que realizará entre el 20 y 22 de julio, con la presencia de once entrenadores de reconocida trayectoria, pero que tiene como figura principal al villamariense Rubén Magnano, el mejor entrenador del básquet argentino.

La presencia del entrenador acaparó toda la atención de los periodistas presentes y también de las preguntas, y fue una buena oportunidad para conocer su respetable opinión sobre diferentes temas.

Luis Rey, dirigente de Sparta señaló “aunque todos ya conocen la producción, estamos presentando la realización de este tercer campus, pero en esta oportunidad tenemos la presencia del Rubén Magnano, el mejor técnico de básquetbol que ha tenido nuestro país, oriundo de Villa María y obviamente que esto nos enorgullece. También nos alegra tenerlo hoy en nuestro club, pero también nos alegra hoy contar con su hijo como entrenador de nuestro club y si la genética no falla, seguramente, tendremos un excelente técnico”.

Luego, y por espacio de casi una hora, Magnano contestó una a una las preguntas y dejó en cada respuesta algunas de sus experiencias. El campus, Villa María, La Liga Nacional, la modalidad 3×3, la Generación Dorada, el trabajo en formativas, entre otros temas.

En un inicio, Magnano destacó: “Creo que son oportunidades especiales que tienen que ver con el aprendizaje. Hay que resaltar y agradecer a las fuerzas vivas, primero a la Municipalidad que nos dio un gran apoyo, a la Universidad Nacional y la posibilidad de contar con una de las cosas más importantes que tienen estas historias, que es la verdadera materia prima que son las personas, algunos ya haciendo su carrera de docencia. También al Club Sparta, por la posibilidad de pasar algo que no se compra, ni está escrito en ningún lado, que es la experiencia. Uno de lo que trata a cada lugar que va, es mostrar la idea del camino que ha transitado, para que después se den los resultados que se dieron. Uno le hace saber a los jugadores jóvenes y niños, docentes, ayudantes, entrenadores y dirigentes, lo que uno cree que son los medios para. Si a los que vienen se les ocurre pensar que en dos días y medio van a aprender básquetbol, no. Estaríamos mintiendo. Pero sí, tomar unos lineamientos que sean la evolución del niño, del joven, del atleta, de la persona. Porque no pasa por el solo hecho de transmitir conocimientos, sino en la cantidad de valores en el trabajo del campus, que valen tanto que un aspecto técnico. Tendremos un tiempo lindo de convivencia a todo básquetbol”

-¿Qué el campus sea en Villa María tiene algo de especial para usted?

-“Si bien yo no me había detenido hasta este último tiempo que surgió la idea de hacer un campus; e incluso con la llegada de Francisco (NdeR: su hijo se sumó a Sparta este año), pasó a ser una cosa muy especial en mi vida. Primero como papá, después como hijo, porque el otro día me mandaron una foto de mi padre jugando para Unión Central, cosa que me toca de cerca. Me llena de orgullo y crea un vínculo, haber nacido, tener gente amiga, incluso mi hija ya instalada acá. Los designios de la vida, que hace que todo se conjugue y se meta adentro de Villa María. Sumamente agradecido a la vida que me da esta posibilidad.

Un momento de la conferencia. De izquierda a derecha se ubican Luis Rey, Rubén Magnano, Francisco Magnano, Adrián Gómez Nellar y Luis Barrionuevo

-¿Qué significado tiene ahora ser un poco docente, transmitiendo algo de todo lo aprendido?

-“Yo no me voy a olvidar, porque es algo que me marcó a fuego, que es el profesorado de Educación Física. Yo no quería ser entrenador de básquetbol, quería ser profesor de básquetbol. No sé si existe ese título, pero yo me lo había impuesto. Mi idea en este camino surge como eso, como profesor de una escuelita de minibásquetbol. La docencia nunca la he abandonado. Incluso con equipos profesionales. Ese espíritu docente es lo que, tal vez, lubrica la confianza, en cualquier medio, donde uno se desarrolle, llámense jóvenes, adultos o profesionales. Porque cualquier alumno-jugador si uno lo desafía a través de situaciones de enseñanza-aprendizaje, se ve movilizado y moviliza a todo el ambiente y crea un ambiente interesante y de producción. Después si llegan o no los resultados es otra cosa, pero esa atmósfera que se crea de querer un pasito de querer avanzar un poquito más todos los días me parece que tiene ver con el espíritu docente de la persona que está al frente de un grupo”.

-¿Es posible ilusionarse con una camada semejante a la “Generación Dorada” o son cosas de tanto en tanto?

-“A esta respuesta la encamino a una pregunta a propósito. Por ejemplo, en la vida de esta disciplina nos dio muestras de lograr romper con un paradigma, que era ganarle a Estados Unidos. Y se le ganó en su casa y se le volvió a ganar en los Juegos Olímpicos. Muchas veces veo y analizo que hay como desesperanzas que tienen que ver mucho con las comparaciones. Ginóbili es Ginóbili y será único. Pepe Sánchez, Oberto, Scola, Nocioni. Todos ellos. Eso no quiere decir que no podamos tener jugadores de ese nivel e incluso mayor. El tema es que nadie va a garantizar resultados, incluso con todo este surgimiento teórico de futuros talentos. Porque es extremadamente difícil ganar un Juego Olímpico. Se tienen que dar un montón de condiciones, ese día, a esa hora, para jugar a full. Una cosa alentadora que vale la pena agregar, es la estructura de nuestro básquetbol nacional. A través de instituciones como estas (por Sparta). Hoy por hoy, hay 1.500 clubes, sin contar la Liga Nacional y todo eso. Son 1.500 clubes con una estructura de minibásquetbol a adultos. Una escuela de entrenadores con diferentes entrenadores dispersos por todo el país. Una calidad de competencia, en cuanto al número, donde los chicos juegan 50 juegos anuales; una estructura que da para soñar en futuros Oberto, Ginóbili o Scola. Sin lugar a dudas que hay que corregir cosas, pero eso alimenta muchísimo las esperanzas. Hay un apetito muy interesante, que no es poca cosa, de los entrenadores argentinos, que son muy reconocidos y codiciados, por la pasión que tienen con el básquetbol y eso no se encuentra tan fácil. Eso me hace tener esperanza, no sé en los resultado, pero si la competitividad necesaria y no tengo dudas que será así. No me quiero olvidar de dirigentes, quijotescos dirigentes a lo largo de la historia y dispersos en el territorio nacional; quijotesco trabajo dirigencial que es esa célula que mantiene esta disciplina, que es el club. Yo hice todo mi proceso como entrenador y sé perfectamente el trabajo que hace el dirigente del club, que es el baluarte que está sosteniendo la disciplina. Ojalá que sigan existiendo estas especies de Luna de Avellaneda, a lo largo y ancho del país. Teniendo eso, ojalá sigan surgiendo nuevos talentos y nuestros dirigentes principales entiendan de una vez por todas, de la importancia que tiene el club. Ya pasó del mero hecho de ser un espacio contenedor, es un espacio educativo, casi el ciento por ciento. Ojalá se comprenda y reciba el apoyo que merece”.

-¿Qué análisis hace de las ligas nacionales?

-“Creo que hay separar y tamizar un poco esta historia, qué es la liga nacional en sus dos estructuras base. La Liga Nacional y la Liga Argentina, con un pseudo profesionalismo bien sentado. Un poco lo que es la vidriera de nuestro básquetbol. No estoy para nada de acuerdo con lo que se está haciendo con los entrenadores; segundo no estoy de acuerdo con la cantidad de jugadores extranjeros para jugar las ligas. Echamos por tierra todas esas esperanzas de lo que hablábamos antes, cuando un joven, de pronto, se ve opacada su producción por no ser inserto por tener plazas ocupadas con jugadores extranjeros. Es un error grave, de dar carta libre a la incorporación de extranjeros. De ahí para abajo hay mucho para analizar de lo que tiene que ver con la estructura de competencia. No digo que esté todo mal, sino analizar paso a paso. Veo que el básquet asociativo, uno de los tres pilares que son asociativo, federativo y confederativo, está siendo un poco  limado, por el éxodo de jugadores a diferentes torneos. Está perdiendo un poco de calidad, que son extremadamente importantes. Siempre digo, que mi experiencia al decir esto, diciendo que estas cosas son lindos problemas, porque la rueda camina, el problema sería que la rueda camine o vaya para atrás, para enfocarnos si vamos en el camino cierto, para revertir las cosas. Esto que pasa con los jugadores extranjeros y los entrenadores, no estoy de acuerdo”.

-FIBA le está dando un gran impulso al básquet 3 x 3. ¿Qué opina de esta modalidad?

-“Erróneamente no la he seguida mucho. Yo no fui jugador, corrí detrás de la pelota, en realidad, no era jugador. Estuve muchos años intentando jugar. Ahora me doy cuenta de que no iba para atrás ni para adelante. ¿A qué quiero llegar con esto?. A que en mi época de jovencito, jugaba mucho 3 contra 3, era un poco la base, el inicio de lo que era nuestra creatividad. Es muy interesante el juego de esta modalidad. Es interesante, incluso a transformarlo en una disciplina olímpica, como sucede con el beach vóley. A mí me parece muy interesante”.

-¿Cree que los clubes hacen hincapié en el trabajo técnico en las categorías formativas?

-“En mi deambular por el país, estuve en diferentes ciudades, y hay un común denominador, por un lado felizmente y por otro infelizmente. Felizmente por el número de los que se acercan a jugar al básquetbol, por el otro lado por la falta de espacio que existe en los clubes, para que realmente un niño, un joven, un atleta, tenga los estímulos suficiente para poder crecer. En la mayoría de los clubes están luchando, a brazo partido, por el tema del espacio y esto trae aparejado lo que estamos comentando. Tal jugador juega muchísimo, pero entrena poco. La competencia como variable de crecimiento es vital, pero entrenada. No podés aprender, de pronto, una técnica, en la misma competencia. Fuera de la competencia hay que ejercitar un programa de trabajo, entrenamiento con la cantidad de estímulos y reposo necesario y la competencia necesaria para que ese chico a esa edad comience a hacerlo. Estamos un poco acéfalos, de tiempo y espacio para que el chico pueda desarrollar la cosa que tiene el deporte, no solo el básquetbol, que es la técnica. Difícilmente, no creo que un club de barrio se utilice un turno de entrenamiento para darle solamente técnica a un chico de 13 o 14 años, porque si le da solamente técnica, al otro día no viene más. Hay que llevarlo a través de cosas lúdicas, respetando las edades, respetando el crecimiento. Este elemento de espacio está atacando a los clubes, infelizmente. Pero felizmente, eso se da por la cantidad de chicos que se acerca.

-¿Por qué cree que Atenas no volvió a tener un equipo como en los primeros años de la Liga, a pesar de haber contado, en alguna ocasión, con presupuestos mayores?

-“En el deporte hay una ecuación clara. La suma de talentos no te va a garantizar el éxito. Por más presupuesto que exista. Históricamente en el deporte han habido ejemplos con grandísimos presupuestos y resultados escasos. Apuntando a esto, el tema es que la ciudad y la provincia de Córdoba, estaban emparentados a brazo partido, con Atenas. Era un nexo impresionante, a mí me tocó vivir esa época. Pero se dieron un montón de cosas que garantizaron que eso se diera y eso no iba a garantizar que fuéramos campeones. Yo no veo que la temporada pasada haya sido mala para Atenas. Tampoco la de Instituto. Hicieron un buen torneo. Pero, para ejemplificar, San Lorenzo pasó a ser el Atenas de aquellos tiempos. Pero hay otro elemento, Atenas estuvo nutrida siempre  con cordobeses, y San Lorenzo armó su equipo con los mejores de diferentes lugares. Me pregunto ¿qué identificación tiene hoy San Lorenzo y qué identificación sigue teniendo hoy Atenas? Fue un hecho curioso, muy folclórico, pero hay una cantidad de elementos que nutren esa historia, que es muy interesante. En su momento hubo una apuesta a gente joven, Palladino, Oberto, Lábaque, los mismos Milanesio, Cerutti, Gastón Blasi, Osella, el Chuchi Costa, que fue nutriendo al equipo cordobés”.

 

FRANCISCO MAGNANO: “Tuvimos consultas desde distintos puntos del país”

Francisco Magnano, tiene 29 años. Este año se sumó a Sparta, para dirigir las divisiones mayores y coordinar el básquetbol de la entidad. Consultado sobre si ha tenido clases gratis de básquet toda la vida, en alusión a Rubén, su padre, contó: “Por suerte en mi casa se habla mucho de básquetbol. Convivimos con el básquetbol. Se respira básquet permanentemente. Jugué al básquet hasta hace poco y tenía la cabeza como jugador. Siempre me gustó el juego, jugarlo, hasta que en un momento me pasé para el otro lado. No fue temprano mi camino hacia la dirección técnica. Primero jugué, me gusta jugarlo, pero la vida me llevó un poco al otro lado”.

En cuando a su presencia en el club villamariense y dirigir en Primera división señaló: “Estar en Sparta es un desafío. Es mi primera experiencia en un grupo adulto, que es donde uno puede reflejar todo lo que sabe y expresar todos mis conocimientos. Si bien en las categorías de base el desafío es grande, pero es distinto”.

Por su parte, Adrián Gómez Nellar, responsable del minibásquet del club y un reconocido dirigente a nivel provincial, señaló en referencia al campus. “El responsable directo de este campus es Francisco (Magnano). Si ves los nombres es impensado un campus con tantos entrenadores, y con el número 1, que es Rubén. Todos han pasado por formativas, está la liga, estará Sebastián Torre que fue alumno del profesorado del Trinitarios, Emanuel Alonso, que fue entrenador del club. Estará “Pocho” Caro es un referente a nivel de Confederación Argentino en formativas, en todos los niveles está bien cubierto. Tenemos muchas expectativas y ansiedad”.

Francisco Magnano sobre el campus dijo: “Hay cupos hasta 100 jugadores. Hay muchos chicos anotados, quedan 20 lugares disponibles, más o menos. Hay consultas de todo el país, vendrán chicos de otros lugares, como Córdoba, Villa Carlos Paz y La Rioja. Cuanto más plural sea, mejor. Para sumarle una experiencia más a los chicos del club. Mi idea es abrirla lo más que se pueda”.

“En estos campus los chicos suman muchas experiencias de todo tipo, la parte humana, la relación entre ellos los días que dure el campus son muy lindos. Esa interconexión se da solo en estos eventos”, finalizó.