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Están desarrollando totalmente en la provincia un satélite de bajo costo

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Están desarrollando  totalmente en la provincia un satélite de bajo costo
Marcos Brito, uno de los miembros del equipo, trabajando en la estructura del satélite. Foto: UNCiencia/InfoGEI

El aparato -nombrado µSAT-3- es desarrollado y fabricado desde hace cuatro años por miembros del Centro de Investigaciones Aplicadas de la Fuerza Aérea Argentina, a pedido del Ministerio de Defensa de la Nación. Posee un novedoso sistema de propulsión a partir de un motor de plasma, producido en el país. Podrá mostrar imágenes actualizadas de cualquier lugar del mundo cada cuatro días

Marcos Brito, uno de los miembros del equipo, trabajando en la estructura del satélite. Foto: UNCiencia/InfoGEI
Marcos Brito, uno de los miembros del equipo, trabajando en la estructura del satélite. Foto: UNCiencia/InfoGEI

A pedido del Ministerio de Defensa de la Nación, un grupo de ingenieros en Computación, en Aeronáutica, en Electrónica y en Mecánica del Centro de Investigaciones Aplicadas de la Fuerza Aérea Argentina, desarrolla el µSAT-3, un micro satélite de bajo costo que realizará tareas de vigilancia y observación del territorio nacional.

La construcción del aparato comenzó hace cuatro años y sigue la línea iniciada en 1992 con el µSAT-1, que fue lanzado desde Rusia en 1996, y el µSAT-2, que nunca llegó a ser puesto en órbita por falta de financiamiento.

Actualmente, personal del Centro de Investigaciones Aplicadas junto a un grupo de jóvenes ingenieros egresados de la Universidad Nacional de Córdoba avanzan en las últimas etapas del µSAT-3.

Según indicaron desde el portal UNCiencia, citado por InfoGei, el satélite pesará 30 kilos y contará con dos cámaras fotográficas, una monocromática de cinco megapíxeles y otra de alta definición de 16 megapíxeles. Las imágenes obtenidas por esta última permitirán observar con una resolución de 10 metros por pixel.

Ningún satélite argentino tiene tal capacidad fotográfica. Si bien existe la posibilidad de consultar imágenes satelitales de mayor calidad a través de Internet, estas tienen una antigüedad de meses o años, mientras que el nuevo satélite cordobés permitirá obtener capturas con una antigüedad máxima de sólo cuatro días de cualquier lugar del mundo; un aspecto muy destacado ante escenarios de catástrofe.

Una vez en el espacio, estará a una altura de entre 600 y 750 kilómetros de la Tierra y se desplazará a una velocidad de 25.200 kilómetros por hora. El sitio encargado de bajar la información tomada por el satélite y enviarle las órdenes específicas estará dentro del predio del Centro de Investigaciones y tendrá contacto por lo menos dos veces por día con el satélite, cuya vida útil está programada para 10 años.

Entre los adelantos más importantes de este proyecto se destaca su mecanismo de propulsión a bordo, logrado a través de un motor de plasma, que permite reducir aproximadamente un 70% de la masa del satélite al momento del lanzamiento.

Otro de los adelantos radica en su capacidad de maniobra gracias a un control de actitud en tres ejes mediante ruedas de inercia y bobinas de reacción magnética. Esto le permitirá eventualmente integrarse a una constelación de satélites que pueden funcionar de manera sincronizada.

 

Los plazos y la viabilidad económica

Si bien se planea concluir el proyecto µSAT-3 en aproximadamente 18 meses, este tiempo está supeditado a la disponibilidad de los fondos necesarios para su conclusión. A partir de ese momento, quedará la tarea de contratar un lanzador que lo ponga en órbita.

La posibilidad que han desarrollado para reducir el peso final del satélite impacta directamente en los costos de lanzamiento.

“El futuro del sector espacial comercial estará fuertemente supeditado a la posibilidad de reducir costos de acceso al espacio. Una de las claves para lograrlo apunta a reducir el peso del satélite, y la masa del propelente que se utiliza para la propulsión es fundamental», destacó Héctor Brito, jefe del proyecto y asesor tecnológico del Régimen del Personal de Investigación y Desarrollo de las Fuerzas Armadas.

Sobre este aspecto se refirió Luis Murgio, codirector y supervisor de la parte electrónica del µSAT-3, quien expresó: “Nuestro país carece todavía de capacidad para poner un satélite en órbita por cuenta propia, por lo que se debe contratar a una empresa para que lo haga. Un lanzamiento sólo para nuestro satélite sería carísimo, muchos millones de dólares. Por eso, la opción es llevarlo como carga secundaria de un satélite principal, que se hace cargo del 80% del costo de lanzamiento. Hoy el costo de lanzamiento para un satélite como el nuestro es de unos 30 mil dólares por kilogramo puesto en órbita”, precisó.

UNC: tres nuevas ideas a la Incubadora

La Incubadora de Empresas de la Universidad Nacional de Córdoba acaba de sumar a tres nuevos equipos emprendedores. De la última convocatoria Tecnoemprendedores lanzada a fines de 2015, se seleccionaron los tres proyectos para ingresar al sistema de incubación.

Los equipos son integrados por jóvenes estudiantes, egresados y docentes-investigadores de la UNC y del Conicet. Y los nombres de las iniciativas que acompañarán este año la casa de Trejo son “RAC-TCCL”, “Nearby” y “UrBIT”.

Aquí desarrollamos las ideas de negocios y los objetivos detrás de los flamantes emprendimientos incubados.

El proyecto “RAC-TCCL” lo conforman dos doctores e investigadores en Química, Daniel Caminos y Tomás Tempesti; una licenciada y becaria del Conicet, Patricia Camargo, y Adrián Luján, que es diseñador industrial.

La idea de negocio que pretende desarrollar el equipo es ofrecer soluciones tecnológicas para laboratorios científicos a través del diseño de equipamientos, modernización de métodos y procesos que se utilizan en los centros de investigación y desarrollo.

Los emprendedores apuestan a dos ventajas comparativas para triunfar en el difícil y sofisticado mercado de las tecnologías científicas: desarrollar productos de menor precio (por tratarse de industria nacional) y aplicarles a éstos un carácter sustentable.

 

“UrBIT”

Nuestras casas y los distintos dispositivos y sistemas que las integran estarán, con el tiempo, cada vez más conectadas. Y tendrá un rol clave lo que se conoce como “Internet de la cosas”. Es en este mercado donde apunta a insertarse “UrBIT”, el otro flamante proyecto incubado en la UNC. Lo integran el administrador de empresas Darío Garetto y cuatro estudiantes de Ingeniería en Computación: Mariano Agüero, Esteban Morales, Santiago Salamandri y Mariano Uboldi.

“Nearby”

El otro proyecto se dedicará al desarrollo de aplicaciones móviles “conscientes” del contexto, particularmente a las aplicaciones de marketing de proximidad.

Se trata de “Nearby”, conformado por los jóvenes ingenieros en Computación de la UNC Paulo Pinzani e Ignacio Genovese y acompañados de Gabriel Samanon, estudiante de la carrera de Derecho.