Invitado por Agro Noble, el economista Salvador Di Stefano disertó ante productores de Pozo del Molle. Antes, dialogó con EL DIARIO Rural sobre las perspectivas para el agro, insistiendo que aún en años difíciles, hay que apostar por la producción de calidad
A criterio de Salvador Di Stefano, el dólar debería estar a “20 pesos para que sea competitivo”. Sin embargo, reconoce que la situación social no es favorable para aplicar esos valores.
Entiende que 2016 “será un año chato”, que 2017 no estará mucho mejor y que recién se podrán ver las mieles de los buenos precios internacionales para el agro dentro de dos años.
“Hay dos cuestiones. Una, es la herencia recibida que plantea un escenario complicado para el Gobierno, que debe afrontar un déficit fiscal muy grande, escasez notoria de dólares y un gran endeudamiento. Sin contar la gran estafa que significó los dólares a futuro que se han vendido en el mercado”, dijo. Pero paralelamente, habló del segundo aspecto “que es una realidad económica social de Argentina, donde el 47% de la población vive con menos de 11 mil pesos”.
“Entonces no podés en esta coyuntura poner un tipo de cambio a 20 pesos y tampoco podés bajar el gasto público, porque dejás de atender necesidades sociales importantes”, planteó.
“Si a esto le sumás que no va a haber soja porque se perdieron casi nueve millones de toneladas en esta campaña, se puede decir que 2016 va a ser un año chato para todas las actividades”, agregó.
Pese al escenario que planteó, entiende que habría condiciones -particularmente internacionales- que podrían mejorar el panorama.
“La pérdida de soja va a modificar la relación de oferta y demanda a nivel mundial y en consecuencia, van a mejorar los precios para el próximo año, lo que sería positivo para Argentina”, agregó.
Por eso, recomienda a los productores apostar a los granos. “Soja, trigo y maíz, tendrán buenos precios y si eso pasa, la Argentina se entusiasma”, explicó.
“Tenemos que seguir apuntando al valor agregado. Es cierto que uno de los sectores que más agrega valor es la lechería y hoy está mal porque, entre otras razones, los precios internacionales son bajos. Pero esto no va a durar para siempre. Los precios de la leche en polvo bajaron porque los países petroleros dejaron de comprar ante la baja del precio del patróleo y hubo sobreoferta. Ahora, el petróleo está subiendo y pasará lo mismo con la leche”, explicó.
Es optimista también en lo que hace a carnes. “Nosotros exportamos sólo el 4% de lo que producimos. El resto, es mercado interno. Hace poco estuve en un congreso de carnes en México y somos admirados por la calidad de nuestra ganadería. Hasta llegaron a decir que si alguien llega a besar a la princesa dormida que está en el altillo y que es Argentina y se ponen a exportar, nadie podrá igualarlos”
“En lo que hace a soja, por dos o tres años va a venir con buenos precios y el maíz, va a estar acompañando”, señaló al referirse a la agricultura.
Por eso, recomendó que “el productor tiene que entrar en el cambio. Hoy no tenemos más retenciones y lo que hay que hacer es producir. Si hacemos trigo, que sea de calidad, es decir, panadero no forrajero. Si hacemos maíz de de calidad y lo mismo para todas las otras áreas de producción”, concluyó.